Gastos como la luz, agua, gas o internet

Los expertos advierten del ahorro que supone para los autónomos que trabajan desde casa la deducción de suministros

Los autónomos que trabajen desde sus casas pueden desgravarse un porcentaje de los gastos extra de luz, agua gas o internet derivados del desarrollo de su actividad. Son las deducciones por gastos de suministros y los expertos advierten del ahorro que esto supone en su declaración de IRPF. 
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Los autónomos pueden deducirse los suministros si trabajan desde casa
Los expertos advierten del ahorro que supone para los autónomos que trabajan desde casa la deducción de suministros

Los autónomos que desarrollen su actividad desde casa tienen derecho a desgravarse los gastos de suministros extras, que el desempeño de su actividad en el hogar les haya ocasionado en sus facturas de agua, luz, gas o internet.  Se trata de una posibilidad que tan sólo lleva vigente desde 2019, gracias a la aprobación de la Ley de Reformas Urgentes del Trabajo Autónomo, que incluyó esta nueva deducción en la declaración de IRPF. Pero que tal y como advirtiendo distintos expertos fiscalistas, "incluir ese porcentaje de deducción de gastos en las declaraciones supone para los trabajadores por cuenta propia un ahorro importante que si bien no es notorio a final de mes, sí se hace patente a lo largo del año", explicó el abogado fiscalista, Julio Sanz. 

"Cuando un profesional hace la declaración de la RENTA incluye en ella los ingresos y gastos que ha generado su actividad, lo que determina su rendimiento neto y, por tanto, lo que tienen que pagar a Hacienda. De ahí que si tienen la capacidad de aumentar el gasto, en el porcentaje que corresponda, como es el caso de los autónomos que trabajan desde su casa, su rendimiento neto será menor y pagarán una declaración con menos impuestos", aseguró este experto tributario.

La deducción de suministros fue una de las novedades para el colectivo que se incluyó en la Ley de Reformas Urgentes del Trabajo Autónomo, con el objetivo de facilitar un ahorro en los gastos a los profesionales que desempeñasen su actividad desde sus casas.  Gracias a ello, los profesionales por cuenta propia pueden desgravarse en estos momentos gastos tan comunes como son la luz, el agua, el gas o el Internet que utilizan para trabajar en su vivienda habitual. En concreto, la legislación establece que es deducible el porcentaje resultante de aplicar el 30% a la proporción existente entre los metros cuadrados de la vivienda destinados a la actividad respecto a su superficie total.

¿Cómo se deducen los suministros en IRPF?

Aunque la deducción de suministros pueda parecer compleja, los expertos fiscales señalan que una vez que se conozcan los planos del hogar (publicados en el catastro) y el área de la casa que se utilice para el ejercicio de la profesión, es "relativamente sencillo" presentar la reducción del 30%. Si bien, antes de acceder a la deducción, lo primero que deben tener en cuenta los autónomos interesados es que para deducir los gastos de suministros Hacienda establece una serie de requisitos a cumplir:

  1. Que el gasto esté vinculado a la actividad económica desarrollada por el autónomo.
  2. Que el gasto esté justificado mediante las correspondientes facturas.
  3. Que el gasto esté registrado dentro de la contabilidad en los correspondientes libros de gastos e inversiones.

Una vez que se cumplan estos aspectos, los trabajadores por cuenta propia deben determinar cuál es el porcentaje del gasto que deben afectar a la actividad y el que no. "Los autónomos tienen que consultar el catastro para especificar los metros cuadrados que tiene tanto su vivienda, como la estancia en la que están trabajando", explicó el abogado fiscalista, Julio Sanz. Que apuntó, que los gastos de suministros se reducen al 30% en general, así que al porcentaje de vivienda que se utilice, habrá que restarle ese 30% para conocer cuánto se ahorrará al deducir los gastos.

Para clarificar la deducción, Sanz contó el siguiente ejemplo: "si un autónomo tiene un piso de 100 metros cuadrados y está trabajando en una habitación que tiene 40 metros cuadrados. El porcentaje de vivienda que se puede deducir es de un 40%. A esa cifra es a la que hay que aplicarle el 30%, que en este caso el resultado es un 12%. Y ese último es el que hay que multiplicar por el gasto anual de suministros que tiene el profesional. Siguiendo con el ejemplo anterior, de un trabajador por cuenta propia que tiene unos gastos anuales de suministros de 5.000 euros, el resultado de la cuantía deducible sería de 600 euros". 

Este sería el proceso del cálculo:

  • La vivienda habitual de un autónomo tiene 100 m².
  • El contribuyente afecta a la actividad económica que desarrolla 40 m².
  • Los gastos anuales por suministros ascienden a 5.000 euros.
  • Proporción de la vivienda habitual afecta: 40 m² / 100 m² = 40%.
  • Porcentaje de deducción = 30% x 40% = 12%.
  • Gastos deducibles: 5.000 euros x 12% = 600 euros.

Por último, el experto tributario aseguró que esta comunicación con la Administración es "muy sencilla. Únicamente tienen que acceder con su certificado digital y, en el modelo 036, rellenar la página cuatro", que es donde aparece esta deducción. Asimismo, Sanz recordó que es muy importante "concretar que su lugar de trabajo en casa, es decir el centro de dirección, es un local indirectamente afecto a la actividad". 

La regla para saber si un gasto es deducible

En todo caso, la Ley de IRPF no recoge una lista de los gastos que son deducibles y los que no, y puede haber variaciones según el caso. Pero hay una regla general que siempre se puede aplicar para saber si es posible incluir un gasto o no en la renta.

Un gasto es deducible cuando:

  • tienes una factura a tu nombre o ticket del gasto
  • el gasto está reflejado en tu contabilidad y lo presentaste en el trimestre correspondiente
  • el gasto es necesario y exclusivo para realizar tu actividad

Esta última condición es la que da lugar a más errores, pero se puede aclarar fácilmente con un ejemplo: "imagina que eres consultor de marketing y vas a comprar un traje para acudir a una reunión. En tu opinión, ese gasto es necesario para proyectar una buena imagen. Pero, ¿es un requisito específico para realizar tu actividad? No. ¿Es algo que sólo podrías usar de forma exclusiva para tu trabajo? Tampoco. Conclusión: no es un gasto deducible", explicó el abogado fiscalista.