Un tributo que lleva a muchos al cierre

El Impuesto de Sucesiones perjudica el mantenimiento de negocios de autónomos fallecidos por Covid-19

Desde la Asociación Stop Sucesiones piden al Gobierno la bonificación del Impuesto de Sucesiones y Donaciones en las herencias de fallecidos por Covid-19 para evitar el cierre de negocios .

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Imagen de una manifestación organizada por 'Stop Sucesiones'.
El Impuesto de Sucesiones perjudica el mantenimiento de negocios de autónomos fallecidos por Covid-19

Desde el estallido de la emergencia en 2020 más de 64.000 personas han perdido la vida a causa del coronavirus. Su muerte da inicio a un complicado proceso legal para heredar desde un negocio, hasta una propiedad o una cantidad en metálico. Y lamentablemente algunos autónomos van a tener que renunciar por no poder afrontar la carga fiscal que ello conlleva. Desde la Asociación Stop Sucesiones enviaron una carta al presidente del Gobierno Pedro Sánchez, y a la portavoz y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en la que solicitan la bonificación de este tributo en las herencias de fallecidos por la Covid-19 para poder reactivar la economía y evitar el cierre de más negocios.

“La crisis que estamos viviendo no es sólo sanitaria, sino también económica. Por eso hemos traslado hasta el Gobierno la necesidad de bonificar el Impuesto de Sucesiones y Donaciones en todas las herencias de los fallecidos por Covid-19, independientemente del grupo en el que se encuentren” dijo Eligio Taboada, presidente de Stop Sucesiones España. Se trata de una medida que, como señaló Taboada, puede ser muy beneficiosa no sólo porque facilitaría la herencia de negocios -en los casos en los que el fallecido fuese un trabajador autónomo -, sino también porque permitiría a la gente disponer de más liquidez. “Así el dinero de los herederos iría destinado, por ejemplo, a arreglar la propiedad recibida incentivando el consumo y la creación de puestos de trabajo. Y no a pagar un impuesto” señaló el presidente de la Asociación.

Suspender el tributo para favorecer la herencia de negocios

El Impuesto de Sucesiones y Donaciones se convierte muchas veces en una traba a la hora de heredar un negocio. La razón de este problema radica que, aunque el impuesto está bonificado hasta el 99% en muchas comunidades autónomas, sólo afecta a las herencias entre padres e hijos y hasta ciertas cantidades. Por tanto, el drama se produce cuando se superan dichos los límites o si el familiar en cuestión es, por ejemplo, un sobrino.

Precisamente, la propuesta que han enviado desde la Asociación de Stop Sucesiones a Moncloa está dirigida a bonificar el impuesto en todos los casos. Esto es, cuando la herencia se produce entre padres e hijos, como entre tíos y sobrinos. “Hay que aplicar una supresión del impuesto tanto para los que se encuentran el Grupo I, como en el Grupo II y Grupo III. Es lo que puede solventar, en parte, la crisis económica que deja la Covid-19” subrayó Taboada.

El presidente de la Asociación de Stop Sucesiones, Eligio Taboada, siempre ha defendido la supresión o de reducción de este impuesto cuando se trata particularmente de la herencia de un negocio. Sin embargo, considera que se trata de una medida que “urge” aplicar en estos momentos. “Es muy importante quitar este tributo, especialmente cuando el motivo a heredar es una actividad económica. Es clave proteger el tejido empresarial y dar continuidad a los pequeños negocios que han sobrevivido a la pandemia. No tiene sentido abocar al cierre negocio, porque el heredero sea un sobrino y no hijo, y no pueda acceder por ello a la bonificación vigente” aventuró Taboada.

En este sentido, Taboada recordó lo que pedían al Gobierno para recuperar la economía:

  • La supresión del Impuesto de Sucesiones y Donaciones a nivel nacional.
  • La exención del Impuesto de Plusvalía a las trasmisiones generadas por una sucesión o una donación.
  • La suspensión y revisión de todos los expedientes o procedimientos en curso.

Tres ejemplos de cómo el Impuesto de Sucesiones arruina negocios

La Asociación Stop Sucesiones nació en el año 2016 y desde entonces están luchando a nivel nacional para conseguir una menor incidencia del Impuestos de Sucesiones y Donaciones. “La gente se piensa que este Impuesto es un tributo que afecta a los ricos, pero los perjudicados que estamos sacando a la calle no son herederos de una gran fortuna, son agricultores, son hijos de autónomos, son cuidadores de familia que no puede acceder a la herencia porque estarían perdiendo dinero” denunció Eligio Taboada.

Si bien el Impuesto de Sucesiones y Donaciones funciona de forma distinta en cada Comunidad Autónoma, la historia de los afectado por él se repite indiscriminadamente en todas: personas que tienen derecho a una herencia y no pueden hacer frente al pago. Taboada contó algunos de los casos que en los últimos años habían vivido desde la Asociación. 

Tener que pagar 1 millón de euros por el negocio de su padre

Uno de los casos más “dramáticos” que conocen desde la Asociación y que están preparándolo para llevarlo ante el Tribunal de Justicia Europeo es el de una joven de 23 años de Castilla León, Paula , que no puede heredar el negocio de su padre, porque no puede pagar a la Agencia Tributaria el millón de euros que le exigen.

Según Tabodea, su padre era autónomo, y junto con sus tíos, era dueño de una marmolería, situada en un paraje de la Comunidad con mucho terreno. Con la crisis de la construcción, la actividad decayó y los socios decidieron hacer una cooperativa de autopromoción, tasar el terreno y prepararlo para construir viviendas. “Con tal mala suerte, que su padre falleció a las pocas semanas de firmar el contrato de tasación. Su hija Paula heredó el negocio, aplicó la bonificación a la que en ese momento tenía derecho y dos años más tarde comenzó su infierno. La Consejería de Hacienda dice que no tiene derecho a la bonificación, porque no se demuestra que su padre estaba ejerciendo esa actividad”.

Se trata para este experto de una “injusticia. Ya que en el proceso de construcción de una empresa, en este caso de cambio de actividad, conlleva un tiempo. El problema en este caso es que el fallecimiento se produjo justo cuando se estaba produciendo el traspaso y el padre sólo pudo estar presente y firmar algunos de los hitos. Sin embargo, a la Agencia Tributaria no le parecen suficientes” dijo el presidente de la Asociación.

Tabodea contó que la Consejería de Hacienda no sólo le quitó el derecho a la bonificación del 95% a la que en aquel momento tenía derecho, sino que “le impuso una sanción por intento de fraude de 500.000 euros y pasó de paga 200.000 en el tributo a 1 millón de euros”.

De cultivar sus tierras a trabajar para terceros como peones

Otro de los ejemplos de cómo el Impuesto de Sucesiones perjudica a los autónomos es el caso de tres pequeños agricultores de la provincia Huelva. “Éstos trabajaban en una finca propiedad de su tío y se dedicaban a la recolección de la uva. Sin embargo, cuando su familiar murió, Hacienda no les dio otra solución y les embargó. Se han visto obligados a renunciar a sus tierras y a trabajar como peones” apuntó Tabodea.

Su caso es un ejemplo de como la bonificación de este Impuesto cuando no se aplica al Grupo III (herencias entre tíos y sobrina), también provoca el cierre de negocios. Y es que ellos hacían la explotación de la tierra sin problema, pero al morir su tío y heredar la tierra tuvieron que afrontar el pago. “No tenían dinero para hacerlo. Por eso decidieron ofrecer como pago en especie parte del terreno a la Agencia Tributaria. De hecho, es un procedimiento que contempla la Ley General de Tributos, pero hubo un silencio Administrativo en las tres veces que ofrecieron esa posibilidad” señaló el experto.

Entonces, el Fisco para reclamar el pago de la herencia embargó a estos agricultores parte de los ingresos que recibían de la cooperativa a la que percibían. “En el momento en el que se dieron cuenta de este problema, les expulsaron de la cooperativa. Éstas son muy estrictas en cuanto a seleccionar los agricultores que trabajan con ellas y en el momento en el que ven que alguno de sus miembros tiene problema con la Agencia Tributaria, les expulsan. Se han visto obligados a abandonar sus tierras y a trabajar como peones para terceros” lamentó Taboada.

Otro caso de fallecida por Covid que no pudo trasmitir su herencia 

El último de los casos que contó este experto tenía que ver justamente con la herencia de una persona fallecida por Covid-19. Es el caso de una mujer desempleada que cuidaba de su tía, que era dependiente y que falleció en la primera ola. “Ella heredó dos inmuebles por parte de su tía: un piso en Valencia de los años 70 y una casa en un pueblo de Albacete, que está prácticamente en ruinas. Al ser Grupo III y al tener más de 50 años, no puede acceder a ningún tipo de bonificiación y tiene que pagar 5.000 euros. Estamos hablando de una persona que cobra 438 euros/mes de ayuda y que, por tanto, no puede afrontar el pago de ese importe por la herencia” apuntó.

Taboada asegura que estos casos impiden crear puestos de trabajo. “Probablemente, esta mujer podría haberse ido a vivir al piso de su tía. Pero antes, se habría visto en la tesitura de acondicionarlo pues es muy antiguo. Ello hubiese generado puestos de trabajo, si hubiese requerido obras, y la activación del consumo, para redecorarlo. Algo que es muy necesario en estos momento. Pero este Impuesto ha robado ese gasto”.