Los sectores afectados advierten sobre sus efectos

Vuelve la polémica sobre la supresión de los módulos de los autónomos y el debate sobre establecer un periodo transitorio

El sistema de módulos lleva años estando en debate. Sectores y expertos hablan de establecer un periodo transitorio hacia la estimación directa. 
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Vuelve la polémica sobre la supresión de los módulos de los autónomos y el debate sobre establecer un periodo transitorio

El eterno debate sobre la supresión o la necesidad de mantener el régimen de tributación por estimación objetiva (más conocido como sistema de módulos) es recurrente y vuelve a aparecer de tanto en tanto. Recientemente este tema ha vuelto a la carga con alguna voz que ha sugerido la necesidad de eliminar este sistema. Polémica que vuelve a preocupar a miles de autónomos que tributan por módulos ya que, para muchos de ellos, supone un elemento clave en el mantenimiento de sus negocios, además de constituir un método de tributación sencillo que les permite simplificar sus trámites con Hacienda.

Sin embargo, diferentes voces siempre se han alzado abogando por su eliminación, y algunas de ellas afirman que el Gobierno podría estar barajando la posibilidad de consultar con los sectores afectados y con los agentes sociales una posible reforma de este sistema.

En los últimos años, la controversia ha acompañado al régimen de módulos: para algunos es un nido de fraude fiscal, mientras que para otros es precisamente lo contrario, un método para que no se escapen del sistema tributario actividades que, de otra forma, serían imposibles de controlar, ya que facturan muchas veces directamente al consumidor final. Además, su sencillez y bajos tipos impositivos permiten subsistir a pequeños autónomos cuya rentabilidad es muy baja y sin los módulos podrían verse en peligro. Por ello, diferentes expertos consultados por este medio abogan cada vez más por encontrar un punto medio entre la desaparición del sistema y la permanencia con ciertos límites. De hecho, algunas administraciones como la de Navarra, ya han planteado la eliminación del régimen por estimación objetiva aunque han establecido previamente un sistema transitorio y alternativo al de módulos, similar al de estimación directa pero con exenciones en Renta para los 'moduleros' . 

En España hay más de 400.000 trabajadores por cuenta propia que pagan sus impuestos por módulos. Desde peluqueros, hasta carpinteros, pequeños comerciantes, cafeterías, restaurantes, transportistas, taxistas o agricultores, que pueden presentar sus impuestos por este régimen de forma sencilla y que, por lo general, tributan entre un 2% y un 8% en IRPF -hasta diez puntos menos que el tipo más bajo posible en la declaración de la Renta-.  

Precisamente estas dos ventajas son la clave de la controversia de este sistema que nació a principios de los 90 y que lleva más de seis años poniéndose en cuestión. Hay algunas grandes empresas que se quejan de que estos moduleros reciben un trato especial y privilegiado frente a los negocios que deben estar en estimación directa porque tienen un nivel alto de facturación. Por contra, los sectores afectados que concentran a la mayor parte de autónomos en módulos defienden que este sistema les permite sobrevivir en un mercado en el que son el eslabón más frágil y en el que no pueden beneficiarse de las exenciones fiscales en el Impuesto de Sociedades a las que sí tienen derecho las grandes corporaciones.

Vista la polémica que todavía suscita este régimen, este diario se puso en contacto con las principales asociaciones que concentran a la mayor parte de autónomos que tributan por módulos. Si algo tienen claro  es que la desaparición de 'la noche a la mañana' del régimen de estimación objetiva se llevaría por delante a miles de pequeños autónomos que, en muchos casos, apenas ingresan el salario mínimo. Por su lado, los expertos fiscales e incluso los propios inspectores de Hacienda abogan por la desaparición del régimen o, en su defecto, por un periodo transitorio que permita a estos autónomos transitar hacia el sistema de estimación directa.

Los inspectores de Hacienda opinan que sería razonable un régimen transitorio

El problema que no se le escapa ni a la Administración ni a los agentes sociales es que los afectados no son grandes empresas con grandes recursos, sino miles de comerciantes, como autónomos al frente de floristerías, pequeñas papelerías o quioscos de barrio; transportistas o taxistas autónomos que son a la vez gestores, comerciales y conductores de sus propios vehículos; o pequeños hosteleros al frente de cafeterías familiares.

Si un día se decidió crear un sistema especial para ellos es porque se comprendió que se debía "reducir la complejidad del sistema tributario para los pequeños empresarios que no pueden llevar ellos mismos su contabilidad, libros registros y decenas de facturas. También por que, en aquel entonces, había un nivel de cumplimiento fiscal muy escaso y, de algún modo, se les intentó introducir en el sistema a través de una tributación mínima y con un régimen muy fácilmente comprobable a través de parámetros objetivos como el personal, los metros cuadrados del local o la potencia eléctrica", explicó Julio Ransés, presidente de la Asociación Profesional de Inspectores de Hacienda del Estado (IHE).

Este inspector recuerda que el Ministerio de Hacienda, "y no ya el actual, sino el que estaba en su momento dirigido por Cristóbal Montoro, entendió que en este sistema los inconvenientes ya superaban las ventajas: la tecnología actual permite tanto presentar todos los impuestos en estimación directa gracias a borradores como el de IVA, IRPF o Sociedades, con muy pocas nociones de internet, así que la sencillez en la gestión tributaria está al alcance de la mayoría. Además, el avance de la tecnología también permitiría tener mucho más controlados que antes a los diferentes colectivos. Sin embargo, los inconvenientes están cada vez más claros: no hay justicia fiscal, porque se tributa menos que en estimación directa y, además, en algunos casos hemos detectado que se utiliza el sistema por parte de sociedades que contratan a falsos autónomos para la emisión de facturas falsas", añadió el presidente de la asociación de inspectores.

Aún con todo, según reconoció, "entre el mantenimiento del sistema, tal y como está" y la desaparición completa, "podríamos llegar a aceptar un periodo transitorio en el que puedan seguir en módulos algunos autónomos que facturan a clientes finales, y pasar a estimación directa a aquellos cuya facturación es sólo a empresas", reconoció Julio Ransés, presidente de IHE.

Los autónomos abogan por mantener los módulos o hacer una transición "suave"

Por otro lado, para los sectores más afectados por una reforma del sistema de módulos, estas ventajas del régimen -tributación más baja y sencillez en los trámites- no sólo no fomentan el fraude fiscal sino que además lo limitan y permiten la supervivencia de muchos pequeños negocios.

Lo limitan porque muchos autónomos difícilmente controlables fiscalmente se encuentran de esta manera dentro del sistema y pagan impuestos que, en el régimen de estimación directa, serían casi imposibles de comprobar. Además, muchas actividades desaparecerían si tuvieran que asumir el incremento de la factura fiscal que supondría su trasvase al sistema de estimación directa. No hay que olvidar que en la mayoría de los casos pasar de módulos a estimación directa conlleva tributar por tipos hasta 20 puntos superiores.

Por ello, recuerdan que hay actividades que deben seguir en módulos, especialmente aquellas que trabajan directamente con el consumidor.  Para los comerciantes, taxistas o transportistas, dejar caer el sistema sin una transición "muy suave" significaría dejar atrás a miles de trabajadores por cuenta propia y sus familias que, ni pueden soportar el coste de una gestoría, ni tampoco pueden pasar a tributar en cuestión de meses hasta un 20% más. 

De hecho,  varios sectores y organizaciones llevan años recordando que la desaparición de los módulos, lejos de aportar más al sistema, haría que miles de autónomo se vieran obligados a abandonar la profesión, o a trabajar en la economía sumergida.  

Los transportistas aceptarían una transición "suave" 

Para los transportistas, una transición "suave" sería una posible solución que pondría fin al debate sobre la permanencia de los módulos, que se aviva cada año "ante la más que clara intención de todos los gobiernos de acabar con este régimen. Llevamos cinco años proponiendo a Hacienda que se cree una mesa técnica que solucione la importante brecha impositiva de la que se nos acusa. Nunca nos hemos opuesto a ello, pero es necesario que se establezca un periodo de transición suave”, explicó Víctor González, presidente de FETRANSA (Federación Española de Transporte Discrecional de Mercancías) a este diario. 

El ahorro en costes de gestión es una de las causas por las que Fetransa defiende la continuidad del sistema de módulos. A este respecto, explicaron que “es un sistema sencillo, que puede abordar directamente el autónomo, sin necesidad de contratar una gestoría ni incurrir en gastos adicionales”.

Tributar por el sistema de estimación directa obligaría a los transportistas a desembolsar entre 1.500 y 2.000 euros anuales para pagar los honorarios del gestor. A esta cantidad, habría que añadirle entre 133.000 y 190.500 euros por coste anual del camión. Por ello, “es absolutamente necesario que se establezca un periodo transitorio que garantice que estos autónomos puedan  continuar con su actividad”, insistió González.

En su día, Fetransa calculó que un autónomo con una facturación de entre 80.000 y 90.000 al año suele pagar a Hacienda unos 13.000 euros anuales en el sistema de módulos. Sin embargo, pasaría a tributar 23.000 euros si estuviera adscrito al sistema de estimación directa. "Esto supone una diferencia de 10.000 euros más al año que muchos transportistas no podrían asumir", aseguraron en la federación.

De hecho, desde el sector no entienden "la fijación que hay con los autónomos de este sistema, que tributan a diferencia de otros en España, y no en Portugal o Rumanía, como algunas empresas del transporte deslocalizadas. ¿Por qué se pone el foco en los módulos y no en otras herramientas fiscales de las que se aprovechan las grandes empresas en el Impuesto de Sociedades?", apuntó Gonzalez.

La desaparición de los módulos pondría en riesgo a los pequeños comerciantes

Por su lado, desde la Confederación Española del Comercio (CEC), su portavoz, Carlos Moreno, aseguró que la desaparición de los módulos no puede ser de la noche a la mañana, y menos en plena situación de crisis sanitaria. "Consideramos que cualquier medida que venga a complicar la actividad en un momento tan delicado para el comercio no es positiva. Pasar a miles de floristas, o pequeños comerciantes de textil, de papelerías o de quioscos a estimación directa sería pedirles que paguen más impuestos cuando lo que está en juego ahora mismo es su supervivencia", aún tributando en módulos.

Normalmente, los comerciantes que tributan por módulos son los más pequeños y desagrupados, por lo que también son los más débiles. Así que "no es momento de perjudicarles todavía más. Preferimos que se mantenga y si no es posible, cuanto más se retrase mejor", añadió el portavoz de CEC.

En todo caso, temen que "cualquier modificación afecte al alza, ya que los cambios impositivos que se están planteando en todos los ámbitos van buscando incrementar la presión impositiva y la recaudación", advirtió Moreno.

Los taxistas temen más presión fiscal y complejidad en los trámites

En el mismo sentido, Miguel Ruano, presidente de la Federación Andaluza de Autónomos del Taxi (FAAT), aseguró que "los taxistas están en uno de los peores momentos. En algunas ciudades españolas tan sólo estamos trabajando el 33% de la flota de taxis y se alternan dos días de trabajo con dos días sin hacer servicio. Por lo que, cualquier cambio que suponga una subida impositiva podría suponer la puntilla para miles de trabajadores por cuenta propia del sector". 

De hecho, no sólo es una cuestión de impuestos, "que en todo caso estaría fuera de lugar, ya que pagar más cuando el sector está bajo mínimos, sería un golpe inasumible. También es una cuestión de previsión y comodidad: miles de taxistas están en módulos no por pagar menos, sino por pagar de forma más cómoda, sin necesidad de gestorías y, además, para poder prever lo que abonarán de impuestos en las diferentes declaraciones. La sencillez es una de las claves más importantes de este régimen", explicó Ruano.

¿Cómo se podría controlar fiscalmente a un modulero sin los módulos?

Más allá de las ventajas e inconvenientes de este sistema de estimación objetiva, desde diferentes ámbitos, los expertos advierten que la eliminación del sistema de módulos podría ser un problema para el control del fraude. Máxime cuando miles de estos moduleros son pequeños autónomos al frente de quioscos, negocios de venta ambulante o bares en zonas rurales, donde se utilizan mecanismos muy rudimentarios para el cobro y en muchos casos no hay forma de vigilar las transacciones.

Para los Inspectores de Hacienda, éste sería precisamente uno de los motivos por los que se debería apostar por un sistema intermedio, "que mantenga durante un periodo transitorio a los autónomos que venden directamente al consumidor final y que aquellos que venden a empresas, que es donde se concentra la mayor parte del fraude en este régimen, pasen a estimación directa", explicó Julio Ransés, presidente de la Asociación Profesional de Inspectores de Hacienda del Estado (IHE).

A pesar de todo, recordó Ransés, "la tecnología ha avanzado mucho en los últimos años y nos permitiría tener controlados a más del 90% de los contribuyentes que ahora mismo están en módulos. En todo caso, los medios que tenemos y los que tendríamos en una eventual desaparición del sistema de módulos deberían garantizar tener alguna clase de control sobre las operaciones. Por ello, habría que asegurarse de contar con las herramientas oportunas". 

Obligatoriedad de TPV y emisión de tickets

Precisamente, estas herramientas dependerían de la tecnología: "si se planteara un periodo transitorio para la eliminación de los módulos, habría que plantear también la obligatoriedad de contar con TPV's en todos los comercios y establecimientos de hostelería. Con estos terminales conectados a la red, que ya tienen la gran mayoría de negocios, se podría hacer un volcado inmediato con la Agencia Tributaria. Por supuesto, también habría que controlar y concienciar mucho más sobre la obligatoriedad de emitir tickets para que llegue un momento en el que sea el cliente final el que los reclame", concluyó el presidente de IHE.