Opinión

Salir a las 18:00, ¿de verdad nos hace más productivos?

Salir a las 18:00, ¿de verdad nos hace más productivos?

En primer lugar, cabe destacar que la productividad tiene que ver más con la actitud de la persona que con factores ambientales externos, como puede ser la hora de entrada y salida del trabajo. La productividad de un autónomo o Pyme comienza con la experiencia. Tiene su base en la llamada curva de aprendizaje, que identificamos con el hecho de que cuanto más nos dedicamos a nuestro trabajo mayor es la expertise que desarrollamos.

Economizamos, por tanto, nuestros tiempos y producción, ya sean en servicios, en procesos de fabricación o en tareas rutinarias. Cuando hablamos de productividad estamos hablando, a su vez, tanto de la capacidad de aprendizaje como de la transferencia de éste al puesto de trabajo. Y de las posibilidades de mejora continua para ser más competitivos.

Dicho esto, el anuncio de la ministra de Empleo, Fátima Bañez, de fijar las seis como horario tope de salida está poniendo el foco en el sitio equivocado, tanto para mejorar en términos de productividad como de conciliación. Más aún en el caso de una PYME o un autónomo.

El verdadero objetivo ha de estar en la formación continua de los trabajadores, ya sean autónomos o asalariados. Esta opción es la más segura para rentabilizar y optimizar las empresas y negocios consiguiendo que los tiempos, en todo caso, siempre sean mejores por la capacidad de trabajo. Cerrar los comercios o terminar en las oficinas a las seis de la tarde no cambiarán los modelos y hábitos que afectan a la efectividad en un puesto de trabajo. Simplemente lo que cambiará es el escenario de los trabajos a realizar: la oficina o el hogar.

Otro de los factores a tener en cuenta es educacional. En un país donde los escolares tienen una dedicación de seis o siete horas diarias y se les envía a casa con otras 2 horas, e incluso 4, de deberes, a lo que estamos contribuyendo es a la creación de generaciones de trabajadores que al final de la jornada trasladarán sus tareas pendientes a sus casas, con las consiguientes dificultades a la hora de conciliar. En las tradiciones anglosajonas -que son las más productivas y con las que nos queremos comparar-, llevan generaciones trabajando desde la base educativa para que los niños del presente se comprometan a exprimir sus horas de trabajo. De tal forma que optimicen el tiempo y con el objetivo de que cuando estén en sus tiempo libre no arrastren tareas pendientes y esto suponga una carga adicional a su productividad como estudiantes.

Trabajar en un nuevo modelo laboral más racionalizado, más optimizado y enfocado a tareas adecuadas a los resultados, garantizarán una mejor adecuación de las personas en cada uno de sus puestos de trabajo. Y, por lo tanto, se conseguirán acortar los tiempos, de manera suficiente, para conciliar las necesidades sociales y familiares.

Dejando la infancia y volviendo al mundo adulto. Cuando los gobiernos tratan de mejorar las condiciones de autónomos y empresarios, en relación a su derecho a mejorar sus condiciones laborales, no se están teniendo en cuenta las verdaderas necesidades del colectivo que pasan por mejorar sus cotizaciones, sus cargas impositivas y por supuesto su formación.

En cuanto al huso horario. Estamos hablando de España. Un país turístico, cuyo mayor atractivo son las horas de sol y el buen tiempo. Nuestras particulares horas son las mejores aliadas para mantener a flote una sector que se ha convertido en la maquinaria nacional de riqueza. Cerrar a las seis de la tarde los negocios y adelantar las noches no es la mejor opción. Recordemos que no somos un país industrial donde empezar más temprano y aprovechar las horas de sol matinales puede aumentar significativamente nuestro PIB.

Así que pongamos el foco en asuntos que verdaderamente pueden mejorar las condiciones de los trabajadores tanto por cuenta ajena o propia:

  1. Cambiar hábitos desde la educación de las generaciones futuras.
  2. Mejorar la formación continua de los trabajadores.
  3. Reducir la presión fiscal – laboral.
  4. Eliminar trabas para invertir el tiempo de las empresas en proceso más productivos.
  5. Motivarse por las oportunidades y aumentar nuestra capacidad de trabajo.

Y lo que es más importante, seguir disfrutando de nuestro estilo de vida y presumir de que en verano, a las 22:00 horas es todavía de día.