CEPYME denuncia que los beneficios de los pequeños negocios se han desplomado un 25%
La rentabilidad que obtienen los autónomos y pequeños empresarios por sus actividades se ha desplomado un 25% desde 2019. Según el Indicador de CEPYME (Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa) sobre la Situación de la Pyme, el aumento de las ventas que experimentaron los negocios en el segundo semestre de este año no compensó la constante subida de los costes de la electricidad, los suministros y los bienes en general, que han llegado a duplicarse en algunos casos.
En su último estudio, publicado el pasado lunes, Cepyme analiza la situación del tejido productivo en el segundo trimestre de 2022. Entre sus principales conclusiones destaca que la situación de los pequeños negocios mejoró levemente en este periodo frente a los tres primeros meses del año por el repunte de la actividad. Sin embargo, esta pequeña mejoría no ha sido suficiente para que los autónomos y pymes hagan frente a los efectos de la inflación y consigan recuperar los beneficios que han venido perdiendo desde la crisis del COVID-19.
El indicador que utiliza la confederación, que mide la situación económica de los negocios muestra que las altas tasas de inflación afectan de lleno a las actividades, en especial a las de menor tamaño. El indicador se sitúa en los 5,7 puntos en el segundo trimestre de 2022 (puntuación sobre una escala de 10), frente a los 5,4 puntos registrados en el cuarto trimestre de 2021.
Este leve repunte se debe al auge de actividad registrado en la primera mitad del año pero, según CEPYME, no es suficiente para mejorar la situación general de la empresa, ya que el indicador aún se sitúa en niveles similares a los que tenía en 2014 y no ha recuperado el terreno perdido durante la pandemia. Por ello, y a pesar del incremento de las ventas, "la rentabilidad de las pequeñas empresas ya "ha caído una cuarta parte desde 2019".
Los negocios de los autónomos son menos rentables que en 2019
Para medir los márgenes empresariales de los pequeños negocios, CEPYME utiliza el ROA, una ratio que calcula la rentabilidad total de los activos de una empresa, es decir, es una ratio de rendimiento. Generalmente, para poder valorar una empresa como “rentable”, el ROA debe superar el 5%. Por ejemplo, si un negocio tuviera unos activos valorados en 300.000 euros en el primer trimestre de 2022 y cerrara el segundo trimestre con unos beneficios de 10.000 euros, su rentabilidad habría sido de un 3,3% (10.000/300.000 x 100).
Según CEPYME, en el segundo trimestre de 2022, la rentabilidad neta sobre el activo de los pequeños negocios se situó en un 2,8%, un nivel inferior a cualquier dato registrado entre 2016 y 2020. Como referencia, en el cuarto trimestre de 2019, el último completo antes de la pandemia, la rentabilidad de las pymes alcanzó un 3,7%. "De esta pérdida de la rentabilidad de las pymes, el 55% se explica por el menor nivel de actividad provocado por las medidas para contener la pandemia y la incompleta recuperación y el 45% restante se debe a la inflación, que al disparar los costes está carcomiendo los márgenes empresariales", asegura el informe de la confederación .
Los costes que soportan los autónomos siguen creciendo más que sus ventas
El desplome de la rentabilidad se explica especialmente en la factura de la luz y otros suministros como el gas y el carburante, pero también en los bienes que necesitan para producir o en los servicios que requieren contratar para su actividad. Sin contar con las cargas laborales.
En el segundo trimestre de 2022, las ventas de las pequeñas y medianas empresas crecieron, pero a menor intensidad, un 14,5% en el segundo trimestre de 2022, frente al auge del 19,8% registrado en el primero. Por otro lado, los costes totales que afrontan las pymes aumentaron un 24,4% entre abril y junio de 2022 en términos interanuales, frente al crecimiento del 23,3% registrado entre enero y marzo. Esto pone de manifiesto que se está agravando el estrechamiento de los márgenes empresariales.
Según CEPYME, el aumento de los costes totales ha sido de un 24,4% en el segundo trimestre de 2022 si se compara con el mismo periodo del año anterior. En concreto, el coste de los insumos (precio de los bienes que se adquieren para producir otros bienes y servicios) se disparó un 51,7% en este periodo, el incremento más elevado en más de 20 años.
Por su parte, los costes de la energía (que incluye la electricidad, gas, derivados del petróleo y suministro de agua) se duplicaron (con un aumento del 113,7%). El coste de los bienes intermedios también creció un 21,5%, un porcentaje nunca visto en más de dos décadas, y el de los bienes de equipo, un 5,7%.
Los pequeños negocios se ven más afectados por el incremento de costes y el endeudamiento
Por otro lado, el Indicador de Situación de la Pyme refleja que existe una brecha cada vez más acentuada entre la realidad económica de los pequeños negocios y la de los medianos: el indicador se sitúa en los 5 puntos en el caso de las pequeñas empresas frente al 6,4 que obtienen las medianas compañías. Esto se debe a que las ventas crecieron más en las empresas medianas (con un aumento del 17,3%) que en los pequeños negocios (una subida del 13,4%). Asimismo, mientras que el ritmo de expansión del número de empresas medianas es el mayor en 15 años (7,1%), el número de pequeñas empresas apenas creció un 2,5%.
Lo mismo ocurre en el empleo: mientras que el aumento interanual del empleo en los medianos negocios fue de 8,1% en el segundo trimestre, en las pequeñas el incremento fue del 5,9%. Mientras tanto, los costes totales (insumos, laborales y de los servicios) aumentaron más para las pequeñas actividades (+27,2%) que para las medianas (21,2%). Y el endeudamiento también creció menos en las firmas medianas (+7 puntos porcentuales en el segundo trimestre respecto al año anterior) que en las empresas más pequeñas (un aumento del 15,1 puntos)
El tamaño medio de las empresas también se está reduciendo. En el segundo trimestre, cada pyme tuvo, de media, 7,8 asalariados, una cifra que resulta 1,7% menor que un año antes. Las actividades pequeñas cuentan con 5,9 empleados de media por firma, lo que conlleva un retroceso interanual del 0,8%. En cambio, las empresas medianas aumentaron su tamaño medio un 2,9%, hasta 87,3 asalariados.