Según el último informe de Funcas

Esto es lo que perderán este año los autónomos y las empresas españolas debido al aumento de la inflación

La subida de los precios experimentada desde el pasado febrero podría provocar una pérdida de 11.300 millones de euros para los autónomos y empresas en 2021. Más todavía en 2022 si continúa el incremento del coste de la electricidad y baja el consumo.
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Esto es lo que perderán este año los autónomos y las empresas españolas debido al aumento de la inflación

Los costes de todo tipo de recursos, suministros y componentes continúan su escalada. El Índice de Precios al Consumo (IPC), alcanzó en septiembre de 2021 un 3,3%. O, dicho de otro modo, la vida para los hogares, autónomos y empresas españolas se encareció más de tres puntos porcentuales a causa, entre otras cosas, del incremento desorbitado de la energía que repercute en muchos otros artículos. 

Por supuesto, este encarecimiento del precio de la mayoría de productos tiene un impacto directo en la economía de todos los españoles. De hecho, los autónomos y empresas de nuestro país podrían acabar soportando este 2021 una pérdida total de 11.300 millones de euros, según el informe "el repunte de la inflación y su impacto", elaborado por los economistas del centro de análisis Funcas, un think tank dedicado a la investigación económica y social. 

Si bien, en este caso, los expertos no hablan de "inflación" -que es un fenómeno en el que las subidas de precios deben perdurar durante un determinado periodo de tiempo-, sino de "presiones inflacionistas", lo cierto es que desde febrero los costes no han parado de encarecerse en nuestro país hasta alcanzar un IPC del 3,3%, un 0,3% más que la media de la Eurozona. 

Los autónomos tienen dos opciones, teniendo en cuenta que puede bajar el consumo

 En cuanto a los autónomos y empresas, apunta el documento, "el efecto -de la subida de costes- es mayor, por el peso elevado en su cuenta de resultados de los suministros cuyos precios se incrementan. Así pues, los excedentes de las empresas no financieras se reducirían en, al menos, 11.300 millones de euros como consecuencia del shock de costes".  

A continuación, se muestra una tabla en la que los expertos del think thank desgranan el impacto de la subida de los precios en 2021 tanto para las empresas como para los hogares: 

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Como se puede observar en el cuadro, por razones evidentes, la metodología para calcular el impacto de las presiones inflacionistas en hogares es distinta que en las empresas. Esto es porque los hogares ven afectado su coste de vida de dos formas: en primer lugar, la subida de precios de los suministros -como energía- y, en segundo lugar, todos los demás productos del resto de empresas que se encarecen también al ser más caros los suministros. Esto hace disminuir el valor de sus rentas y de su ahorro.

Ahora bien, las pérdidas soportadas por autónomos y empresas se calculan de manera distinta. En su caso, se ven afectados en mayor medida porque no sólo tienen que hacer frente a esas mismas subidas de suministros que afectan a los hogares y a sus proveedores, sino que además tienen que seguir produciendo o prestando sus servicios pagando mayores costes por las materias primas. 

Según matizan desde Funcas, naturalmente, "las empresas podrían incrementar sus tarifas de venta para compensar el estrechamiento de los márgenes, pero eso sólo agravaría la pérdida de poder adquisitivo registrada por los hogares". De hecho, y como apunta el thinktank, a priori, los autónomos y negocios tienen dos opciones para hacer frente a estas presiones inflacionistas: mantener precios y perder margen de beneficio, o subirlos.

El problema -que, sin embargo, no apuntan los expertos- es que para un pequeño autónomo la solución de subir precios para no perder margen de beneficio podría ser incluso peor que la primera ya que, si la competencia no fuera en la misma línea de subida, se arriesgaría a perder clientes. Todo ello en un contexto de crisis económica en la que el colectivo arrastra todavía grandes caídas de facturación.

Ello además agravado porque, aunque este problema para los expertos sea "transitorio", Funcas advierte de que la subida de los precios puede provocar  "una pérdida de poder adquisitivo de las familias cercana a 8.100 millones de euros". Es decir, que puede afectar al consumo lo que redundaría en unas menores ventas para los autónomos. Las microempresas y muchas de las grandes empresas dependen de la demanda interna y la inflación puede recortarla en los próximos meses. 

El IPC podría llegar a alcanzar un 3,7% en 2022  

En cuanto a las previsiones que hacen los expertos de Funcas sobre la evolución de los precios de aquí a unos meses, en principio, "la inflación subyacente -indicador que excluye factores como la evolución natural de los precios- se mantiene en cotas reducidas,  pero las perspectivas podrían cambiar en función de tres consideraciones". 

Éstos serían los dos posibles escenarios de inflación prevista por Funcas en los próximos meses:

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La primera razón para que prevalezca la subida de costes a la que apunta Funcas es que se mantenga este "shock de costes externos" -fundamentalmente la electricidad- más de lo previsto.  Lo cierto es que Funcas prevé que el IPC siga incrementándose hasta superar el 4 % durante el otoño, antes de emprender "una senda decreciente a medida que el shock se diluye". Ahora bien, si "los mercados energéticos se mostraran menos benévolos, el impacto -sobre los autónomos, empresas y hogares- sería significativamente mayor".

La segunda de las cuestiones que podría disparar la inflación sería precisamente que el conjunto de los autónomos y negocios subieran los precios. Ante la actual subida del IPC, "las empresas podrían compensar el alza de costes incrementando sus precios de venta. Sin duda, el actual entorno competitivo actúa como dique de contención. Pero este podría ceder si las empresas competidoras se orientaran en la misma dirección, desencadenando un bucle de alza de precios", apuntan los expertos de Funcas. Además, " los asalariados podrían reclamar compensaciones para frenar la pérdida de poder adquisitivo", lo que también afectaría a los precios de los productos que ofrecen estos negocios.

Por último, las expectativas de los consumidores también serían una pieza esencial en la evolución del IPC. Éstas "juegan un papel fundamental, tanto o más que los factores de oferta antes señalados", apuntan desde Funcas. Según el Banco Internacional de Pagos, los agentes toman sus decisiones de precios y salarios en base a la anticipación de una inflación baja. Y, "si las expectativas se desanclaran, la inflación podría salir de su larga hibernación y cronificarse en torno a valores más elevados de los registros de las últimas décadas", advierten desde Funcas.