Según Fundación MAPFRE

Esto es lo que puede llegar a ahorrar un autónomo para su jubilación en función de la edad a la que empiece a invertir

La clave para tener más ahorros de cara a la jubilación no siempre está en ahorrar más dinero, sino en empezar a hacerlo pronto. Los expertos de Fundación MAPFRE explican las claves. 
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Esto es lo que puede llegar a ahorrar un autónomo para su jubilación en función de la edad a la que empiece a invertir
Esto es lo que puede llegar a ahorrar un autónomo para su jubilación en función de la edad a la que empiece a invertir

Tras casi dos años de crisis económica a raíz del coronavirus, una parte de los autónomos y pequeños negocios empiezan a ver, tímidamente, la luz al final del túnel. La experiencia de la pandemia ha hecho que muchos trabajadores por cuenta propia se replanteen la importancia de ahorrar más para tener un buen colchón ante imprevistos.

Sin embargo, dejar el dinero depositado en una cuenta no siempre es la mejor opción para ahorrar. Mucho menos cuando se trata de generar ahorros a largo plazo, como por ejemplo para la jubilación. La inflación puede llegar a ser un verdadero enemigo si se guarda dinero durante muchos años ya que el valor de los ahorros se va depreciando y cada año se podrán comprar menos cosas con él.

Para evitar esto, los expertos recomiendan buscar fórmulas que aporten una rentabilidad suficiente como para que, al menos, las futuras subidas de la inflación no tengan efectos sobre el dinero ahorrado y no le resten valor. Actualmente, hay muchas alternativas de inversión para todos los gustos y perfiles. De hecho, muchas veces, la clave más importante para generar un mayor capital de cara a la jubilación no está ni en el dinero aportado ni tan si quiera en el riesgo asumido, sino en el tiempo.

Según calculan desde Fundación MAPFRE, dos personas que inviertan su dinero en un mismo producto con una misma rentabilidad - de, por ejemplo, el 8%- pueden llegar a obtener hasta 150.000 euros de diferencia o más tan sólo empezando a invertir a diferentes edades. La clave está en el interés compuesto.

Empezar a invertir antes puede generar miles de euros más sólo en intereses 

Para ilustrar la importancia que tiene empezar a invertir cuanto antes, desde Fundación MAPFRE propusieron un ejemplo: Imaginemos un autónomo que empieza a invertir con sus primeros ingresos a los 23 años. Destina a este fin 1.000 euros de partida y aporta 200 euros al mes o 2.400 euros al año. Luego, mantiene su ahorro hasta los 33 años. A partir de ahí ya no hace más aportaciones, y sólo deja el dinero invertido.

Un segundo autónomo pone el mismo plan en marcha pero, en vez de a los 23, a los 33 años. También invierte 1.000 euros de entrada y aporta 2.400 euros más al año. Luego, mantiene su inversión hasta jubilarse. En ambos casos suman una rentabilidad del 8% anual. 

En la siguiente infografía, Fundación MAPFRE representa la evolución de los ahorros de cada uno.

 

 

Como se puede observar, en este caso, es más importante el tiempo en el que se deja el dinero 'trabajando solo' con los intereses, que el propio capital aportado. Mientras que en el primer supuesto se empezó a invertir a los 23 años y se generó un total de 533.764,30 euros para la jubilación a los 65 años, en el segundo, esos diez años de diferencia en los que no se invirtió ni se generaron intereses hacen que sólo se alcance un capital de 390.980,06 euros. Es decir, una diferencia de más de 140.000 euros en el resultado final.

La clave está en el interés compuesto

Lo que marca la diferencia en este ejemplo es el interés compuesto, que es algo tan simple como reinvertir los beneficios que genera la inversión. La clave del interés compuesto es que los intereses que se generan se van sumando al capital inicial y generando un efecto bola de nieve, ya que se aplican intereses sobre los propios intereses.

Imagina que dispones de 10.000 euros y que inviertes con una rentabilidad anual del 7%. El primer año ganarías 700 euros. Con el interés compuesto, el beneficio en el segundo ejercicio sería de 749 euros y tu capital acumulado de 11.449 euros. En el tercero los intereses serían de 801,43 euros y el ahorro acumulado de 12.250 euros.

¿Qué pasaría si dejases el dinero durante 20 años? Al final del periodo tendrías 38.696,84 euros. ¿Y si llegases a los 25 años? Tu capital sería de 54.274,33 euros. Gracias al interés compuesto el capital va creciendo cada vez más rápido gracias al efecto bola de nieve. 

Una vez más, para ilustrar de forma más visual la importancia de empezar a invertir cuanto antes, Fundación MAPFRE pone el ejemplo de un autónomo que empieza a invertir a los 30 años y mantiene durante 35 años esta inversión. En este caso, la inversión inicial es de sólo 2.500 euros, con una portación anual de 2.400 euros y un interés anual del 6,00%. 

 

Como se puede ver en la infografía de la entidad, manteniendo el ahorro durante un determinado número de años, llega un momento en el que los intereses llegan a ser incluso superiores a la aportación. A partir del año número 20, los intereses acumulados ya son de 51.100 frente a los 50.500 euros de aportación. Pero en el año número 35, los intereses serían ya más del doble que el dinero aportado, 216.205 euros frente a 86.500 euros, respectivamente.

También hay que tener en cuenta los impuestos

Eso sí también hay que tener en cuenta que, igual que el interés suma al interés compuesto, los impuestos restan. Cada producto de inversión funciona de una forma y tiene su propia fiscalidad. 

Para maximizar el interés compuesto, lo mejor es buscar productos con diferimiento fiscal. Éstas son inversiones que permiten retrasar el pago de impuestos, de manera que no haya que ir pagando a Hacienda entre un 19% y un 26% de los beneficios anuales cada año al hacer la renta. Los planes de pensionesPIAS o fondos de inversión son tres alternativas para lograrlo.