El sector necesitará incorporar 20.000 agricultores al año para lograr el relevo generacional

La falta de jóvenes autónomos en el campo puede acabar con la agricultura en menos de diez años

El campo español necesita incorporar 20.000 nuevos agricultores al año para sustituir a los autónomos que se dan de baja, según los últimos datos de COAG. Esta organización estima que en la próxima década seis de cada diez agricultores entrarán en edad de jubilación. Esto supondrá una pérdida de 202.000 autónomos en el sector.
Solo el 3% de los perceptores de la PAC es menor de los cuarenta años.
La falta de jóvenes autónomos en el campo puede acabar con la agricultura en menos de diez años

El campo español se enfrenta a un importante desafío en los próximos años. La falta de relevo generacional es un reto que se hará patente en las próximas décadas y, para garantizar un futuro sostenible en este sector, es necesario la incorporación de jóvenes agricultores a la actividad agraria. Según trasladó COAG a este medio, el campo español “necesitará incorporar 20.000 nuevos agricultores cada año” para lograr el relevo generacional sostenible, ya que se estima que en la próxima década seis de cada diez agricultores entrarán en edad de jubilación. Esto supone una pérdida de 202.000 autónomos en el sector, “poniendo en peligro” toda la agricultura

Según Luis Pérez, Responsable de Juventudes Agrarias de COAG, explicó a este diario, “la media por explotación agraria se encuentra en torno a los 56 años y solo el 3% de los perceptores de la PAC es menor de los cuarenta años”. En términos de relevo “vamos tarde”, ya que la media anual de solicitudes de incorporación “se sitúa en torno a las 8.500”, es decir, muy por debajo de las que serían recomendables para asegurar la viabilidad de un modelo social y profesional del sector, según la organización coordinadora.

España, a la cola de Europa en relevo generacional del medio agrario

Si bien existen diferentes tipos de ayudas para los nuevos jóvenes agricultores (como los Programas de Desarrollo Rural de los Fondos Feader o el Plan Cultiva), el relevo generacional es un problema del sector agrario superior que en la media de la UE, donde, de los 27 países que la componen, “España se sitúa en el puesto 19 en materia de incorporación de jóvenes”, detalló Pérez. Países como Polonia, Alemania, Austria y Finlandia, según datos de UPA, tienen la población agrícola menos envejecida de Europa. 

El Responsable de Juventudes Agrarias atribuye el problema generacional a “la falta de estructura” donde “las subvenciones en materia de incorporación requieren de más jóvenes sentados en las mesas de negociación”, ya que son ellos los que saben “cuánto cuesta incorporarse al sector, pagar esos créditos, y mantener una explotación en el marco económico actual”. Para Pérez la solución pasa por “una reducción de la burocracia y más ayudas realesque pongan en el foco las problemáticas a las que se enfrentan todos los jóvenes que deciden comenzar en el sector.

Un medio rural poco atractivo y un precio bajo de los productos: factores que alejan a los jóvenes

A su vez, el portavoz echó en falta “movilizar mucho más” los contactos entre propietarios de explotaciones y aquellos jóvenes que quieren incorporarse al sector, ya que “con los descendientes directos de los propietarios no llega para cubrir” la falta de relevo generacional, dificultando que la “gente de la ciudad o gente con inquietudes” acceda con mayor mayor facilidad a los sectores de la agricultura y la ganadería. Una manera de promover ese acercamiento sería mediante “unas políticas acordes y bien desarrolladas” que concuerden con las necesidades que existen de algunos servicios en el medio rural, un reclamo esencial "para facilitar el relevo generacional". 

Para que el medio rural sea atractivo “requiere de una serie de servicios que permitan asentarse a las familias que decidan emprender”. No es factible “entregar a un joven cuarenta o cincuenta mil euros para que establezca una ganadería si luego, para llevar a su hijo al médico, tiene que hacer una hora de camino”, apuntó Perez. Para el portavoz de las juventudes, está claro que “la falta de ciertos servicios en los núcleos rurales” contribuye, sumado al cierre de las explotaciones, a la despoblación de las zonas rurales en el país.

Además, evitar el cierre de las explotaciones “es fundamental”, dada la complejidad para abrirlas de nuevo, ya que “se pierde la base territorial, la maquinaria, o la ganadería”. El cierre de las explotaciones conlleva “más recursos libres para los fondos de inversión, además del aumento de la importación extranjera”. Así, estos fondos producen “en base a las grandes empresas”, que, si bien presentan un serie de ventajas, “producen de una forma en la que el valor económico y social del producto se pierde”, ya que el agricultor o el ganadero, a parte de producir en el medio rural “también consume en el medio rural y crea valor en este”, evitando que estos núcleos se vacíen ya que “el relevo y la despoblación van de la mano”, detalló Pérez. 

En ese sentido, tal y como valoró el portavoz, otra de las principales problemáticas que presenta el campo “es la cadena de valor”, ya que está creada “del consumidor al productor, y no al revés”. En el contexto actual, “de incertidumbre económica y de especulación con los precios”, el estrés de la cadena recae “en los productores principalmente”, si bien luego “esto se repercute en los precios al consumidor, como estamos viendo en determinados productos”. Pérez reclamó “un mayor cuidado de los productores” y que los productos alcancen “el precio que deberían tener”, dos piezas fundamentales a tener en cuenta si queremos que se dé el relevo generacional necesario para cubrir los datos.

Los autónomos del campo “tienen que cubrir los costes, pero también tienen que vivir. Nadie tiene un negocio para llegar solo a cubrir costes”. El valor económico, social y medioambiental que representa el sector “es evidente” pero también “tiene que ser rentable”, especialmente cuando se trata de “incorporar a las nuevas generaciones”.