Más de 8.300 científicos se hicieron autónomos en 2016

El sector científico y técnico registró en 2016 el mayor crecimiento en términos absolutos y supone ya el quinto con mayor peso del colectivo.
Más de 8.300 científicos se hicieron autónomos en 2016

¿Era Einstein autónomo? La respuesta es no. Ahora bien, de haber nacido en esta época y en España probablemente la réplica sería rotundamente contraria. El físico alemán sería, probablemente, uno de los 266.063 autónomos del sector de las actividades científicas y técnicas con los que se cerró 2016. Ámbito que no ha dejado de aumentar desde 2011 y que el pasado año fue el que más creció en términos absolutos. En concreto se sumaron 8.322 nuevos activos en términos netos (altas menos bajas), lo que supone un 3,23% más interanual, según los datos de afiliación a la Seguridad Social hechos públicos el pasado miércoles por el Ministerio de Empleo.

Asimismo, con cerca de un 9% del total, los trabajadores por cuenta propia de este epígrafe, son los quintos con más peso entre los casi 3,2 millones de afiliados. Están muy cerca de arrebatar la cuarta posición a los integrados en agricultura, ganadería, caza, selvicultura y pesca, que perdieron 239 trabajadores durante el ejercicio, hasta los 266.176.

Echando la vista hacia atrás, en los últimos siete años los autónomos de la ciencia y la técnica han aumentado en 51.679, siendo los que más afiliaciones han acumulado. Más del doble que comercio (24.892) y educación (20.077), tercero y cuarto respectivamente con mayor crecimiento. No obstante, y pese a los buenos datos, se percibe cierta ralentización. Los mayores picos de crecimiento se produjeron en 2013 y 2014 cuando con un 6,09% y 7,22% respectivamente, se sumaron más de 29.840 trabajadores por cuenta propia a esta rama. Desde entonces el ritmo se ha rebajado en casi cinco puntos.

Algo que, por otra parte, no sorprende y se corresponde con la propia evolución del colectivo. Cabe recordar que durante el anterior bienio el número de afiliaciones al RETA (Régimen General de Trabajadores Autónomos) creció hasta más del triple que este pasado ejercicio. Así las cosas, y con el objetivo de superar el carácter refugio del trabajo autónomo, desde el Gobierno ya se están ocupando y “continuaremos estudiando cualquier medida que incentive el emprendimiento y la creación de nuevos autónomos”, afirmó el secretario de Estado de Seguridad Social, Tomás Burgos la pasada semana. Entre ellas las que se recogen en la Ley de Medidas Urgentes para los Autónomos, que previsiblemente se aprobará en el primer trimestre del año.

Devoción frente a obligación

 

El pasado año los sectores que requieren un mayor nivel de especialización -información y comunicaciones, actividades profesionales científicas y técnicas, educación, actividades sanitarias y servicios sociales- sumaron al RETA un total de 16.567 nuevos afiliados, más del 63% del total (26.211).

El cambio de tendencia, las nuevas fórmulas de autoempleo y la irrupción de las nuevas tecnologías son las razones que están detrás de este alza. “Ante la dificultad de encontrar un empleo en estos sectores tan específicos, la opción es ejercer la actividad como autónomos, y así hacer lo que realmente les gusta” apuntan fuentes de ATA (Federación Nacional de Trabajadores Autónomos).

Tesis que queda, a su vez, respaldada con las cifras. Según un reciente informe, de la consultora GAD3, el 18,8% de los universitarios españoles se plantea crear su propia empresa de aquí a cinco años. Porcentaje al que hay que añadir el 3,4% que optan por la figura del autónomo. En números redondos podría resumirse que uno de cada cinco jóvenes que estudian una carrera en España ve el emprendimiento como primera salida para incorporarse al mercado laboral.

Sin embargo no todo el colectivo es de la misma opinión. Pese a reconocer que "parte del incremento proviente del despegue de las nuevas actividades que empiezan a tirar de la maquinaria económica", desde UPTA (Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos), ponen el acento en que durante estos últimos años "las empresas -especialmente del ramo de la informática- han susitido los contratos por cuenta ajena por autónomos subcontratados por una mera cuestión de reducción de costes".