Nuevas obligaciones de la Unión Europea

Los pequeños negocios también deberán vigilar las normativas medioambientales desde junio de 2025

Carnicerías, tiendas de dulces, talleres automovilísticos, e incluso oficinas de todo tipo, son pequeños negocios que se verán pronto afectados por reglamentos medioambientales de la Unión Europea. Éstas serán sus obligaciones.

Las micropymes también deberán vigilar las normativas medioambientales en verano de 2025.
Las micropymes también deberán vigilar las normativas medioambientales en verano de 2025.
Los pequeños negocios también deberán vigilar las normativas medioambientales desde junio de 2025

Hasta hace poco, existía la percepción de que las normativas medioambientales eran sólo cosa de grandes empresas, pero esta falsa creencia toca a su fin. A partir de junio de 2025, cualquier taller de reparaciones que venda neumáticos tiene que cumplir con la normativa europea que vigila la trazabilidad de todo derivado del caucho, entre otras obligaciones que también afectarán a los pequeños negocios de otros sectores.

Por ejemplo, las pastelerías con obrador propio, que llegada esa fecha habrán de asegurarse de dónde proviene su cacao y que este esté libre de deforestación. O para negocios hosteleros, que tendrán la obligación de servir un café con las garantías de no proceder de cultivos sin el visto bueno en lo que a degradación forestal se refiere.

Así, igual que a 31 de diciembre de este año, alrededor de 33.000 grandes y medianas empresas españolas tendrán que reportar su relación con nuevos estándares medioambientales, recién llegados de Bruselas, enfrentándose a multas, confiscación de productos e ingresos, e incluso la exclusión temporal de contratos públicos y subvenciones en caso de no cumplirlos, seis meses después, las micropymes habrán de hacer otro tanto. Esto es, demostrar que cumplen con las normas para frenar la comercialización, dentro de la Unión Europea (UE), de productos ligados a la deforestación.

Los expertos afirman que las nuevas obligaciones para microempresas "son inevitables"

Hablamos de la entrada en vigor de una nueva regulación de obligado cumplimiento: el EUDR (Reglamento de la Unión Europea contra la Deforestación),  “que establece nuevos criterios de información ambiental, social y de gobernanza para las empresas de la UE o que operen en cualquiera de los 27 países miembros”, aclaró a este diario Alberto Zamora, fundador y CEO de Osapiens y miembro activo del European Senate of Economy. “Porque, al final, la sostenibilidad no entiende de tamaño. Es algo bueno para cualquier negocio. Algunas normativas tardarán más en llegar a los negocios más pequeños, pero a largo plazo serán inevitables”.

La lista de productos afectados por esta reglamentación incluye aquellos que contengan, hayan sido alimentados o hayan sido elaborados utilizando materias primas como el ganado vacuno, el cacao, el café, la palma aceitera, la soja, la madera o el caucho. Esto es, llevándolo al terreno del pequeño negocio, carnicerías y restaurantes (carne fresca o refrigerada), herbolarios y tiendas de productos ecológicos (habas de soja), pastelerías, fabricantes de dulces artesanos y degustaciones de café (chocolate, aceite de palma y granos de café), talleres automovilísticos de reparación (neumáticos), tiendas de muebles y decoración (madera) e incluso gestorías, bufetes de abogados y, en general, cualquier tipo de oficinas (papel mecanografiable). Si bien, en este último caso, existe un periodo de transición, aún sin fecha tope, debido a la universalidad de este producto.

Los requisitos exigibles, al menos de momento, son menores que para un gran importador, pero, aun así, las micropymes se ven afectadas por la implantación de estas nuevas normativas medioambientales comunitarias. ¿Debería preocupar esto a los dueños de pequeños negocios? ¿Existen soluciones tecnológicas accesibles para que puedan cumplir con la normativa ESG sin que suponga una carga excesiva? “Por supuesto. Todo es escalable. No es lo mismo una gran empresa con millones de transacciones y miles de proveedores, que un pequeño negocio, que podría decirse conoce a casi todos sus proveedores en personal. Pero todo lo que sea automatizar procesos y tareas que consumen mucho tiempo, es mejorar el negocio y seguir creciendo, que es lo que quiere cualquier negocio”.

La Generación Z influye en las demás para que los hogares tomen decisiones de compra sostenibles

Para Alberto Zamora, la sostenibilidad es inevitable. “No porque quieran las empresas o los políticos que hacen las normas, sino porque lo están demandando los consumidores. Y en eso se basa. El cliente es cada día más exigente, quiere conocer el origen de los productos, o si son reciclables”. De modo que, según este experto, “los criterios ESG comienzan a ser decisivos en las decisiones de compra de los consumidores, y un producto es más atractivo cuanto menor sea su huella de carbono. El cambio hacia la sostenibilidad corporativa es inevitable. Y la transparencia en los negocios y en las cadenas de valor ayuda a tomar mejores decisiones; por tanto, no es solo imagen o reputación, es crecimiento y rentabilidad, las bases de cualquier negocio”.

De hecho, a medida que se dispara la conectividad global, los cambios generacionales desempeñan un papel más importante en el establecimiento del comportamiento comercial que las tradicionales diferencias socioeconómicas. Los jóvenes se han convertido en una poderosa influencia en personas de todas las edades e ingresos, así como en la forma en que esas personas consumen y se relacionan con las marcas. Y por eso siete de cada diez consumidores con hijos menores de 20 años están adoptando cambios en sus comportamientos en sostenibilidad impulsados por sus vástagos, tal y como concluye un estudio de McKinsey denominado True Gen: Gen Z and its implications for companies.

El informe muestra que generaciones más jóvenes están más comprometidas que sus predecesores con el cuidado del medioambiente y la lucha contra el cambio climático. La Generación Z es la que más se preocupa por el bienestar del planeta e influye en las demás para que los hogares tomen decisiones de compra centradas en la sostenibilidad. No obstante, el senador del European Senate of Economy prefirió tranquilizar a los responsables de las pequeñas empresas que se sientan abrumados por el incremento de la normativa ESG. “Todo apunta a que, en un futuro no muy lejano, los productos tendrán un “pasaporte digital”. Un gemelo, por así decir, que, con solo escanear un código QR, permitirá conocer toda la trazabilidad de ese producto: donde se fabricó, su peso, sus números de referencia...”.

Al decir de este experto, dicho pasaporte detallará también la fuente de los materiales utilizados, su procedencia o la huella de carbono que ha dejado su fabricación. Permitirá conocer información sobre propietarios anteriores, detalles sobre reparaciones sufridas, instrucciones para su desmontaje, su grado de reciclabilidad... “Y así hasta 700 posibles atributos. Pero tranquilos, porque recorreremos ese camino juntos, y las empresas certificadoras y las plataformas tecnológicas estamos aquí para remar a favor y hacer más fácil la vida de todas las empresas, sean grandes, medianas, pequeñas o micro”.