Los inspectores repasan los requisitos para acceder a estos beneficios

La Inspección controlará este año las deducciones y bonificaciones por I+D que aplican miles de negocios

Las deducciones por I+D que aplican las pymes son objeto de comprobación habitual todos los años, según confirmó la Asociación de Inspectores de Hacienda. Los requerimientos que deben cumplir los proyectos pasan por obtener un informe técnico registrado por el Ministerio.
Los negocios deben contar con un informe técnico que avale que el proyecto.
La Inspección controlará este año las deducciones y bonificaciones por I+D que aplican miles de negocios

Las comprobaciones sobre las deducciones por I+D que pueden aplicar los negocios son recurrentes por parte de la Inspección, afirmó a este diario José María Peláez, Inspector de Hacienda del Estado. En este contexto, si bien dan opción a desgravaciones y bonificaciones que pueden resultar interesantes para las pymes, los expertos tributarios explicaron que su aplicación y certificación puede ser compleja, entre otros, debido a los requisitos de los proyectos y a la exigencia de un informe técnico del Ministerio de Industria

Una vigilancia que se incrementará este año según estipula el nuevo Plan de Control Anual Tributario. Uno de los ámbitos prioritarios de actuación sobre los grupos fiscales, “con independencia de la dimensión y estructura de estos”, se llevará a cabo “especialmente en relación con las deducciones, particularmente las de innovación tecnológica en el ámbito informático”.

Además, los negocios que contraten personal investigador para llevar a cabo el proyecto I+D pueden optar a determinadas bonificaciones en las cuotas a la Seguridad Social, por lo que la verificación de que este personal está efectuando realmente el trabajo para el que han sido contratados también puede ser objeto de análisis, aclaró Peláez.

Los inspectores de Hacienda aclaran que las deducciones por investigación y desarrollo son objeto de comprobación frecuente

Actualmente, los negocios tienen incentivos en el Impuesto de Sociedades por realizar e invertir en determinadas actividades. En concreto, pueden deducir hasta un 25% de los gastos dedicados a investigación y desarrollo, así como el 12% de los destinados a innovación tecnológica, si bien deben seguir escrupulosamente las características que exige la Agencia Tributaria en la definición de este tipo de proyectos. 

También pueden aplicar hasta un 8% de las inversiones en inmovilizado material e intangibles destinado a la ejecución de actividades de I+D. Y además, pueden obtener bonificaciones -entre un 40 y un 50% en las aportaciones empresariales- en la contratación de personal investigador que lleve a cabo estas actividades cuando su dedicación sea exclusiva al proyecto I+D y se trate de una nueva contratación -con especial atención a jóvenes y mujeres-. 

Sin embargo, estos amplios beneficios fiscales conllevan complejos requisitos que cumplir antes de su aplicación y puede resultar complejo para los negocios llevarlos a cabo, explicaron a este diario desde la Asociación Española de Asesores Fiscales y Gestores Tributarios (Asefiget) a este diario. 

Esto se debe a que, además de tener que ajustarse a una definición muy concreta de lo que se establece como actividad de investigación y desarrollo o actividad de innovación científica y tecnológica, los negocios deben contar con un informe técnico que avale que el proyecto puesto en marcha cumple los requerimientos que dan derecho a deducción, como explicó Peláez a este medio.

El inspector aclaró que la AEAT suele comprobar que la deducción cumpla los requisitos exigidos para considerar a la inversión como actividad investigadora o de innovación tecnológica, que sus características estén recogidas en el informe, y que esté registrado en el Ministerio de Industria

De hecho, estos amplios beneficios fiscales son foco de las comprobaciones de Hacienda con asiduidad, independientemente del sector de actividad. “Las deducciones por investigación y desarrollo son objeto de comprobación habitual todos los años, sin que haya un sector específico al que afecte de forma expresa”, según detalló Peláez a este medio. 

Además, la verificación también pasa por revisar que los empleados del proyecto, que da derecho a bonificación en la Seguridad Social, estén, efectivamente, desarrollando el proyecto para el que se les ha contratado. Como apuntó Peláez, “es posible que los inspectores de Trabajo verifiquen también si los trabajadores que se ponen en el proyecto han efectuado realmente dichas tareas, a los efectos del cumplimiento de los requisitos que existen de Seguridad Social para los investigadores”. 

Estas bonificaciones también sufrieron restricciones el año pasado con la instauración del Real Decreto Ley 1/2023, que restringió las bonificaciones a las contrataciones indefinidas y limitó su aplicación a tres años, frente a su antigua duración ilimitada, desde la fecha de alta para personal investigador, acotando las posibilidades de aplicación y ventajas para los negocios.

¿Qué requisitos deben cumplir los negocios para que la inversión sea considerada I+D?

Requisitos para que la inversión sea considerada de investigación y desarrollo

Según la Agencia Tributaria, se considerará investigación a la indagación original y planificada que tenga por objetivo descubrir “nuevos conocimientos y una superior comprensión en el ámbito científico y tecnológico”. Por desarrollo, se entenderá el uso de estos descubrimientos para “la fabricación de nuevos materiales, productos o el diseño de nuevos procesos y sistemas de producción”

Además, tendrán la consideración los siguientes:

  • El diseño y elaboración del muestrario para el lanzamiento de productos nuevos o novedosos. 
  • La materialización de los nuevos productos o procesos en un plano, esquema o diseño, así como la creación de un primer prototipo no comercializable y los proyectos piloto -sin que puedan utilizarse para su explotación comercial-. 
  • La creación, combinación y configuración de nuevo software avanzado.

Requisitos para que la inversión sea considerada de innovación tecnológica

Por otro lado, para que un proyecto sea considerado de innovación tecnológica, su actividad debe generar un avance tecnológico en la obtención de nuevos productos o procesos de producción, o mejorar aquellos que ya existen. Para valorar la novedad, sus características o aplicaciones deben diferir sustancialmente de los anteriores en términos de tecnología. 

Se incluye, también, la materialización de nuevos productos o procesos en un plano, esquema o diseño, así como la creación de un primer prototipo no comercializable, los proyectos piloto -incluidos los relacionados con la animación y los videojuegos y los muestrarios textiles, de la industria del calzado, del curtido, de la marroquinería, del juguete, del mueble y de la madera-. 

Para ello, los criterios de establecen de la siguiente forma:

  • Desde el punto de vista de la novedad o mejora sustancial. Debe incorporar una mejora sustancial. La novedad no puede ser meramente formal o accesoria, sino esencia -modificando características básicas e intrínsecas del producto o proceso-. 
  • Desde el punto de vista tecnológico. La novedad tiene que producirse en el ámbito tecnológico del proceso o producto.
  • Desde un punto de vista subjetivo. No se trata de obtener un producto o proceso inexistente en el mercado, sino su desarrollo.  Éste no puede haber sido desarrollado hasta el momento por la entidad que lo lleva a cabo.

¿Qué aspectos debe recoger el informe técnico?

Según datos del Ministerio de Economía, el informe técnico para justificar y certificar proyectos de infraestructuras científicas y proyectos de I+D debe contener, entre otros, los siguientes aspectos:

  • Documentos justificativos del gasto.
  • Obligaciones de los beneficiarios con Hacienda y la Seguridad Social.
  • Conceptos financiables según el tipo de proyecto.