¿Qué es el ‘upcycling’?

Una emprendedora argentina triunfa en el mercado de la moda reciclando telas vaqueras usadas

Pol Avè es una marca de ropa sostenible que ha conseguido triunfar en el mercado de la moda usando únicamente telas recicladas. Esta es su historia.

Una emprendedora argentina triunfa en el mercado de la moda reciclando telas vaqueras usadas

La sostenibilidad ha transformado la escala de valores a la hora de seleccionar un producto o servicio. Alrededor del consumo consciente surgen ideas de negocio insospechadas. Este es el caso de Pol Avellanada, una joven emprendedora argentina que emigró a España con la idea de introducir en nuestro país el ‘upcycling’ o suprarreciclaje en el diseño y producción textil: la reutilización creativa de materiales o desechos para convertirlo en nuevos productos con un mayor valor ecológico.

“Cada día somos más conscientes de lo que comemos. Como consumidores buscamos lo natural y fresco, libre de procesados. Queremos la opción saludable y sostenible”, afirmó Pol, propietaria y diseñadora de la marca de ropa Pol Avè. Sin embargo, añadió la emprendedora, “todavía no somos igual de conscientes con la ropa que roza nuestra piel”.

La joven autónoma de 28 años cruzó el Atlántico para concienciar a través de su emprendimiento. “Quería ser parte del cambio. La ropa es una forma que tenemos de expresarnos y gracias al ‘upcycling’ he conseguido transmitir mis valores y convertirlo en mi forma de vida”, explicó Pol.

Pol Avè ha conseguido crear productos reciclando telas vaqueras, una de las más contaminantes.
Pol Avè ha conseguido crear productos reciclando telas vaqueras, una de las más contaminantes.

Emprender de forma sostenible es muy asequible: toda la materia prima es gratis o ya nadie la quiere”, afirmó la emprendedora. “Hace dos años invertí 5.000 euros en los gastos básicos que cualquier trabajador por cuenta propia requiere para iniciar al iniciar su actividad: Seguridad Social, herramientas, gestores, redes sociales y la construcción de la tienda online desde donde vendo mis productos manufacturados”, agregó la diseñadora.

Un año después la diseñadora consiguió recuperar la inversión y asentarse en España, conquistando a clientes de todo el mundo gracias a la polivalencia de sus productos. “Me ocupé de hasta el mínimo detalle. Existen muchos negocios que dicen que son sostenibles y no lo son. Yo no quería mentir a mis clientes”, continuó Pol.

“En un inicio quise centrarme en que mis productos fueran biodegradables, pero también quise potenciar otro factor: el gasto cero. Muchas veces en los procesos de producción – especialmente en el mundo textil – se desperdician materiales innecesariamente. Gracias a aplicaciones diseño digital pude evaluar y medir hasta el último detalle para no perder ni un trozo de tela. Estos valores de marca son los que me han acompañado y los que mis clientes han agradecido”, expuso la diseñadora de Pol Avè.

Los consumidores sostenibles buscan principalmente que el diseñador o diseñadora sea igual de consciente que ellos con el medio ambiente y también la polivalencia de sus artículos. “Mi público objetivo son las mujeres. Todos sabemos que el cuerpo de la mujer cambia continuamente. Por ello todas las prendas de mi marca son ajustables. No sólo se trata de ser consciente con el medio ambiente, sino amable con el cuerpo que viste tu ropa”, comentó.

De Argentina a Madrid por amor a la moda y al reciclaje

Pol es una joven argentina de San Juan una provincia de Argentina situada en el regazo de la Cordillera de los Andes. Con 18 años, la emprendedora se mudó a la ciudad de Buenos Aires para estudiar diseño de moda. “Mi etapa como estudiante me demostró lo competitivo que era el sector. Sin embargo, en la facultad aprendía a reutilizar materiales en los prototipos antes de crear las prendas que me sirvió como ante sala para lo que en un futuro sería mi negocio”, narró Pol. Por aquel entonces, aseguró Pol, “todavía no se hablaba de reciclaje”.

Como todo autónomo, primero tuvo que aprender de aquellos que ya habían emprendido. “Comencé a trabajar para la marca Luz Ballestero como jefa de producto. Era un negocio pequeño en el que hacía todo tipo tareas. Ese aprendizaje me enseñó todas las aristas del sector de la moda desde sus entrañas”, prosiguió Pol.

“Desde la venta mayorista, showrooms, marketing a hacer etiquetas pase por todos los procesos de producción dentro de una marca de moda. Cuando sentí que había aprendido todo, empecé a esbozar lo que sería Pol Avè”.

Gran parte de la inspiración antes de constituir una de las marcas pioneras en ‘upcycling en España’, Pol también aprendió de sus padres, que son emprendedores en Argentina y también de su hermana, con la que estuvo trabajando en un negocio de leches vegetales en el que pudo resolver la última pata que le faltaba antes de irse a Europa a lanzar su producto: la comunicación institucional.

Tras llegar a España, el primer año de Pol no fue sencillo. El proceso de nacionalización frenó su ímpetu de emprender, pero mientras no paró: siguió formándose. Una vez asentada en nuestro país decidió moldear su negocio para dar un paso más: ‘patchwork’, una técnica de diseño que consiste en unir distintas telas, en este caso las vaqueras.

Una amiga me regaló 7 vaqueros. Con ellas resolví un puzle y construí una nueva prenda. Los vaqueros son muy difíciles de reutilizar y son muy contaminantes a la hora de producirse. El tiempo hace que un emprendedor se reformule y he construido una entidad de marca alrededor de la tela vaquera, que es el distintivo de Pol Avè”, concluyó.

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La emprendedora argentina aseguró que el principal problema que tenía al llegar a España es la falta de capital. “Cuando una comienza un negocio sus principales clientes son los amigos y familiares. En España no conocía a nadie, ni tenía un lugar donde ubicarme”, comentó Pol.

Por ello, la autónoma apostó por crear y construir una fórmula de negocio que explicase a sus clientes como reciclar, adaptar su ropa e incluso como deben cuidar o lavar sus prendas en casa de forma sostenible. Además, Pol da clases para que sus propios clientes puedan hacer su ropa en talleres en los que promueva su marca.

Es muy importante conservar un cliente. En el mundo sostenible no se premia el valor económico sino el comunitario. Cualquiera que compre una prenda en Pol Avè puede contar conmigo para rediseñarla u ajustarla. Prefiero eso antes que lanzarla a la basura. Por ello insistió en que lo que yo hago lo pueda aprender mi comunidad. Juntos alcanzaremos el objetivo de la sostenibilidad”, concluyó la propietaria de Pol Avè.