Un negocio de Fitness que abrió en plena pandemia

Este autónomo ha aumentado un 700% su volumen de clientes en sólo tres años

El centro de entrenamiento N7 Pilates Box nació durante la pandemia. Su creador, Niven Villalobos, decidió volver a emprender para diseñar un método innovador que combina el pilates con el entrenamiento funcional. Con el éxito cosechado, se dispone a abrir su tercer centro en Madrid en menos de cuatro años. 
El entrador Niven Villalobos. Foto de Miguel Zaragozá.
Este autónomo ha aumentado un 700% su volumen de clientes en sólo tres años

El sector del fitness fue uno de los grandes perjudicados por la llegada de la pandemia. Según el estudio BDO sobre perspectivas del mercado del fitness en España, en 2021 el 92% de los encuestados asumió que el impacto del COVID-19 en su negocio fue «muy negativo», con una media de caída de ingresos del 40%. Durante los confinamientos y las posteriores restricciones, entraron en concurso de acreedores 41 grandes empresas del sector, según datos del INE, y los medios especializados estiman que cerraron más de 200 centros deportivos en apenas dos años.

Sin embargo, durante el último año, en torno al 70% de estos negocios comenzaron a tener mejores previsiones sobre su rentabilidad, con la recuperación de las cifras previas al covid-19 para este 2024.

Este parece ser el caso de Niven Villalobos, un joven entrenador que supo utilizar el estado de alarma para dar un giro de 180 grados a su actividad laboral. Este profesor afincado en Madrid ha creado un método de entrenamiento que combina los beneficios del pilates con el deporte funcional. Gracias a esta innovación, el emprendedor, natural de Costa Rica, pudo hacer frente a la pandemia y reinventarse laboralmente. 

Su escuela, N7 Pilates Box, ha aumentado en más del 700% su número de clientes en tan solo tres años y medio. En este mismo plazo, se dispone a abrir el que será su tercer estudio de entrenamiento, a falta de dar con el local indicado. 

Crear innovación en el mundo deportivo, un reto para los profesionales

Niven Villalobos es especialista en pilates clásico y contemporáneo, así como en patologías, lesiones, aparatología y formación. El instructor es el creador de un método propio de entrenamiento que combina ejercicios funcionales con máquinas de pilates.

Comenzó en junio de 2020, después de liquidar una sociedad anterior, que se fue al traste por la pandemia. Este momento, según explicó a este diario, supuso un punto de inflexión en su carrera como autónomo, que le llevó a replantear su necesidad de volver a emprender para darle un impulso que le ha permitido rediseñar su profesión en un mercado competitivo. 

De esa idea nació N7 Pilates Box, donde acoge a más de 300 alumnos en la actualidad. Junto a dos nuevos socios y con una plantilla de 14 personas, se encuentra actualmente preparando la apertura de su tercer estudio en Madrid.

Apasionado de su profesión, contagió a sus socios para dar vida a este método propio con el que ha logrado diferenciarse de la competencia. El reconocimiento le ha llegado parcialmente de la mano de personajes públicos del mundo del cine, la música, la medicina, la literatura, o creadores de contenido, quienes han ido incrementando su círculo de alumnos en la capital. 

Según detalló Niven, durante la pandemia, al igual que muchos otros autónomos, tuvo que cerrar el negocio que tenía en aquel momento, ya que la sociedad a la que pertenecía se liquidó. “Tan solo tenía un 20% de las acciones, por lo que tuve que atenerme a lo que decidieron mis socios”. Esta situación, que le mantuvo en paro durante una temporada y que describe como crítica, le sirvió también para revitalizar su trabajo por cuenta propia y comenzar a pensar desde el punto de vista de la innovación. 

En medio de todos los procedimientos legales para recuperar el local donde se situó su primer centro, se dedicó a diseñar con dos nuevos socios la idea del proyecto que daría lugar a su estudio, un plan que tuvieron que elaborar de forma completamente telemática debido a los confinamientos decretados durante la pandemia. “Valía la pena arriesgarse de nuevo porque sabía que quería esto”, apuntó el entrenador.

La personalización del servicio es clave en el sector del fitness después de la pandemia

Una de las máximas con las que consiguieron poner en marcha este negocio fue extremar las precauciones durante el periodo de pandemia, ya que pusieron en funcionamiento el primer estudio justo cuando finalizaba el estado de alarma. “Nos metimos en un protocolo de actuación para el Covid ultra estricto, sacando solos todo el trabajo adelante, ya que en aquel momento no disponíamos de la plantilla que conformamos hoy, pero teníamos muchas ganas de que este proyecto saliera bien”, explicó Villalobos. 

Otra de las claves de su éxito fue enfocar su pasión por el entrenamiento con el diseño de un método de trabajo propio: su sistema mezcla el pilates clásico con máquinas y ejercicios de entrenamiento funcional, para que además de que obtener los beneficios del pilates -como la flexibilidad, la elasticidad, el control, o la mejora de la respiración- sus alumnos también puedan obtener mejoras añadidas en su condición física, su aspecto y su postura corporal. Cambios que consigue hacer patentes en 20 sesiones de entrenamiento, según afirma el entrenador.

Un valor que también destaca como pilar de su éxito es ajustar el entrenamiento a cada tipo de alumno, ofreciendo un servicio personalizado para llevar al límite a cada uno de ellos pero siempre dentro de su capacidad física.  Como detalló Villalobos, “ahora mismo hay centros de pilates por todos lados”. Así, su valor para penetrar en el mercado es “ofrecer una actividad de entrenamiento que sea exigente, pero adaptado a cualquier persona, por lo que los límites del ejercicio se fijan según su condición física, su situación personal y su edad”. 

El negocio tiene una rentabilidad del 22% anual, afirma el emprendedor

Como apuntó Villalobos, la rentabilidad del negocio ha sido creciente desde casi sus inicios -lleva tres años y medio en funcionamiento- siendo en 2023 del 22%. Sin embargo, tanto él como sus socios tienen claro que reinvertir en la propia empresa es fundamental para que continúe mejorando. “Nosotros somos conscientes de que hay que continuar invirtiendo en nuestro proyecto para mejorar nuestros resultados. Además, nuestras cuentas están saneadas, por lo que esta reinversión es sin deudas pendientes de por medio”. 

A su vez, ser previsor y adaptar el capital a cubrir los meses de menor rentabilidad en este sector es imprescindible, ya que afrontan unos gastos fijos de 18.000 euros al mes, que deben pagar igualmente en los meses de menor afluencia -como sucede en diciembre, julio y agosto-. "Tener un negocio en este sector implica saber adaptarse a las situaciones propias que éste genera", apuntó el entrenador. 

Actualmente, Niven y su equipo se encuentran preparando la apertura de un nuevo estudio. Su velocidad de crecimiento le permitió abrir su segundo centro tan solo un año después del primero, manteniéndose, por el momento, a la esperar de encontrar el local para el que será el tercer centro en menos de cuatro años.