¿Cómo desarrollar videojuegos y además ganar dinero? Un autónomo lo consiguió y ahora ayuda a otros

El del desarrollo de videojuegos en España es un sector cada vez más demandado por los estudiantes. Los programas de formación universitaria alrededor de esta industria se multiplican, mientras muchos piensan que trabajar en un gran estudio es la única salida laboral para realizar esta actividad.

Sin embargo, la realidad es que muchos de estos estudiantes deciden abrir su propio negocio o trabajar como autónomos desarrollando sus propios videojuegos. Así lo confirmó a este diario Daniel Sánchez, fundador y CEO de Gammera Nest, una empresa especializada en el desarrollo de videojuegos ligados al sector cultural, que también actúa como incubadora de los proyectos que muchos trabajadores por cuenta propia tienen en marcha.

“Nuestra empresa surge en 2012 con la idea de trabajar en el mundo de los videojuegos y acercarlos al mundo de la cultura”, recordó Daniel Sánchez. Esto, en una primera fase del negocio, “la cual nos situó muy bien en el sector gracias a Nubla, un videojuego que diseñamos para el Museo Thyssen-Bornemisza y que se hizo muy conocido. Incluso, ahora se estudia en las tesis doctorales de productos interactivos para museos”, explicó.

Más tarde, en 2017, Gammera Nest unió su camino con PlayStation –la marca de una de las consolas más conocidas del mercado, fabricada por Sony- para, por un lado, “desarrollar los videojuegos de alguna de las producciones de Mediaset, como el de la película de animación Tadeo Jones; y, por otro, ayudar a otros emprendedores a abrir sus negocios en el sector, dentro del programa PlayStation Talents.” En la actualidad, Daniel Sánchez sigue siendo el director general de este plan de apoyo.

¿Es rentable abrir un pequeño negocio o trabajar por cuenta propia en el sector de los videojuegos?

Ante esta experiencia, Daniel Sánchez es uno de los profesionales que más conoce el sector dentro de España. “Es un sector que no es tan joven, ya tiene 40 años. En España, llevamos seis generaciones de desarrolladores. De hecho, en los años 80 fuimos uno de los países más importantes en el sector”, recordó el CEO de Gammera Nest.

Sin embargo, el crecimiento de los estudios americanos, al igual que ocurre en el cine, ha mermado el peso de España en el sector de los videojuegos. Tal y como explicó Daniel Sánchez, en la actualidad apenas cinco estudios tienen un tamaño lo suficientemente importante como para producir juegos a nivel internacional.

Sin embargo, esta tendencia podría cambiar pronto. “Desde 2010, comenzaron a ofertarse grados de desarrollo de videojuegos, lo que ha generado una buena base de talento, pero, a la vez, los estudios importantes no están pudiendo absorberlo”, explicó. Ante esta situación, “en muchos casos se están convirtiendo en emprendedores porque, contra lo que se pudiera pensar, el desarrollo de un videojuego no es nada caro.”

“Para producir un videojuego sólo se necesita tiempo. El precio a pagar por publicarlo en las principales plataformas es casi gratis. Por tanto, no es necesario invertir una gran cantidad de dinero”, continuó Daniel Sánchez. “Otra cosa, por supuesto, es el mercado. La inversión que hay que hacer en marketing y posicionamiento para que tu juego se venda muchas veces es más grande que el desarrollo en sí”, explicó.

Así, en un contexto en el que los grandes estudios aprovechan el exceso de talento para contratar sólo a los profesionales más experimentados, “hacer del desarrollo de videojuegos una profesión por cuenta propia no es tan inusual como se piensa.” Más aún, en un momento de gran demanda. “Si controlas bien tus costes, tu equipo es pequeño y sabes bien cuál es tu público, es muy fácil rentabilizar el negocio y seguir produciendo”, valoró el CEO de Gammera Nest.

De memoria, Daniel Sánchez es capaz de citar entre 20 y 30 pequeños negocios que se dedican exclusivamente a esta actividad. “Sus equipos tienen alrededor de cinco personas y casi nadie les conoce. Sin embargo, su público es fiel a su producto, y esto es suficiente como para seguir permitiéndoles desarrollar sus proyectos. Llevan años haciéndolo. Eso sí, controlan muy bien sus costes”, previno.

Con respecto a la demanda, el fundador de Gammera Nest y director general del programa PlayStation Talents valoró que es un gran momento “para emprender en el sector. Incluso, para poder crecer.” Sobre todo, a raíz de la pandemia, cuando las descargas de videojuegos crecieron muchísimo. “El móvil es donde más negocio y demanda hay, pero las consolas también han crecido mucho tanto en España como fuera”, matizó.

El desarrollo de videojuegos también es un negocio más allá de las consolas

De manera tradicional, la actividad de desarrollador de videojuegos ha estado vinculada a la creación de títulos para las principales plataformas, como los móviles o las videoconsolas. Sin embargo, la creación de juegos para instituciones y organizaciones se ha convertido en un nicho de negocio rentable, como demuestra la propia actividad de Gammera Nest.

El mencionado Museo Thyssen-Bornemisza, el Museo del Prado o el Arqueológico han sido algunos de los clientes de la empresa, que en la actualidad está especializada en la consultoría para museos que quieren gamificar de algún modo la experiencia del usuario. “Ahora mismo estamos trabajando con varios museos internacionales para averiguar qué tipo de gamificación sería más interesante para ellos”, afirmó el CEO de Gammera Nest.

“Es algo que, además, nos gusta, porque el sector cultura necesita”, continuó Daniel Sánchez. En muchos casos, estos museos necesitan visibilidad, que es justo lo que puede aportar un videojuego. "De lo que nos hemos dado cuenta es de que no hay que hacerlo a ciegas. Nosotros tenemos una visión especializada. A veces, es mejor no utilizar la realidad virtual o el metaverso, sino que una aplicación para móviles puede ser más interesante”, valoró el emprendedor.

Los resultados, según explican, son casi inmediatos debido a la gran visibilidad que estos proyectos tienen en medios de comunicación y redes sociales. “Estos museos han destacado precisamente por estos productos diferenciales, y también sirven para atraer al público más joven. Hemos hecho talleres con los jóvenes, y siempre han tenido muy buena acogida”, concluyó a este medio Daniel Sánchez.