La "Antigua Relojería"

Cómo mantener 138 años un negocio y ser más rentable

La Antigua Relojería es un ejemplo de ‘negocio de toda la vida’ que ha sabido mantener un nicho de mercado nada menos que 138 años, la suma de tres generaciones. El secreto de su longevidad está en ir adaptándose a los tiempos. Supieron pasar de ser relojería más normal a especializarse en la alta relojería que se encuentra en su mejor momento, según sus propietarios. Son capaces de vender una media de 20 relojes al día, la mayoría de ellos a partir de 2.000 euros.

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Escaparate de la Antigua Relojería. Foto: página web www.antiguarelojeria.com/
Cómo mantener 138 años un negocio y ser más rentable

 La Antigua Relojería, un pequeño establecimiento madrileño cercano a la Plaza Mayor, continúa abierta tras 138 años especializada en la venta de relojes. Angel Manuel García, hijo del fundador y copropietario, reconoció que su negocio se encuentra en el mejor momento. La Antigua Relojería vende una media de 20 relojes de alta gama al día. Ni la caída de un obús en el establecimiento cuando la Guerra Civil, ni las crisis, ni las transformaciones políticas o sociales, ni las modas ha podido con este negocio que, a día de hoy, ha sabido situarse en el mercado evitando la competencia.

El copropietario ha vivido todo tipo de cambios en su negocio. Aún recuerda cuando su establecimiento contaba con 25 relojeros en nómina, dedicados casi en exclusivo a la reparación y mantenimiento de aquellas máquinarias. Los tiempos han cambiado, ahora tan solo quedan cuatro trabajando en su tienda ya que, con el surgir de las grandes empresas que reparan los mismos relojes que venden, la demanda de este tipo de servicios ha ido desapareciendo.

La única forma de mantener el oficio, sin estar obligado a diversificar, era especializarse en modelos de relojes exclusivos, difíciles de obtener y que aportan una gran rentabilidad. Para este tipo de clientes, interesados en productos de alta gama, las grandes plataformas digitales de distribución y las multinacionales no son su referente y tampoco pueden competir con la cercanía y el buen trato de la Antigua Relojería.

La especialización, la cercanía y la familiaridad -unidas a la tradición- son, según García, las claves del éxito de su negocio. El copropietario explicó que, tanto él como sus hijos, han nacido en el sector y esa es la razón por la que su relojería sigue abierta, con grandes beneficios, mientras la mayoría de negocios de este tipo han ido cerrando sus puertas. “Desde los diez años, cuando ayudaba a mi padre, hasta los 65, cuando me jubilé, me he dedicado por completo a la venta de relojes. Las tres generaciones hemos vivido en diferentes épocas y hemos tenido que adaptar nuestro negocio a ellas”. Sus ventas han cambiado, antes vendían más relojes por menos precio – entre 1.000 y 2.000 pesetas (entre 6 y 12 euros)- y ahora se han especializado en la alta gama. El copropietario calcula que venden unos 20 relojes al día por un precio que no suele bajar de los 2.000 euros por unidad.

Con el tiempo, la Antigua Relojería ha dejado de centrarse en los productos más corrientes. Aunque cuenta con todo tipo de gamas, desde el típico Casio que ronda los 20 euros hasta modelos que sobrepasan los 150.000 euros, esta familia de relojeros se ha especializado en la exclusividad manteniendo los servicios propios de su oficio. García explicó que no se puede ofrecer en el siglo XXI lo mismo que en el siglo pasado. “Nuestro secreto es la adaptación a los tiempos. Basta con darse cuenta de que antes había en Madrid unas 20 relojerías especializadas en lo mismo que nosotros, hoy día prácticamente estamos solos”.

Tradición adaptada a internet

A pesar de su antigüedad, esta relojería se ha modernizado cuidando la tradición del oficio con el que se ha mantenido abierta cerca de un siglo y medio. Hace unos años que abrió su tienda online, en la que ofrecen un amplio catálogo de relojes de bolsillo, pared, antesala o sobremesa. Aunque el mercado online les aporta beneficios, prefieren centrarse en la cercanía y el trato personal que se brinda en la tienda física. “La mayoría de nuestros clientes están interesados en relojes exclusivos, buscan compras adaptadas a sus necesidades difíciles de encontrar en Internet. El comercio online no es lo nuestro, nos hemos mantenido durante todos estos años siendo conscientes del momento en el que vivíamos pero manteniendo la tradición de este oficio” concluyó García.