Una herramienta ideal para aumentar las ventas

Una startup permite grabar vídeos que interactúan con los clientes

Una startup española ha desarrollado una tecnología que permite hacer vídeos capaces de interactuar con las personas.

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Una startup permite grabar vídeos que interactúan con los clientes

Una startup española ha revolucionado la tecnología audiovisual permitiendo a los negocios realizar vídeos capaces de interactuar con sus clientes o también para formar a sus empleados. Se llama Formagame y es una nueva empresa con base tecnológica que ha cambiado la forma de relacionarse con las personas que ven sus videos.

La idea surgió en 2019 cuando Iván Muñoz, un emprendedor español, se unió a su grupo de socios para llevar a un paso más allá las fórmulas tradicionales de interacción del usuario con el medio audiovisual. O, dicho de otra forma, para darle a los vídeos la capacidad de identificar una persona e interactuar con ella. 

De esta forma, la tecnología audiovisual que desarrolla este pequeño negocio puede utilizarse tanto para captar nuevos clientes, como para impartir cursos formativos. Precisamente, éstas son las dos partes fundamentales del negocio de Formagame, que se dirigen ambas al B2B, es decir a empresas. "Nuestro cliente es corporativo. Está formado por empresas y, principalmente, grandes empresas”, apuntó el cofundador de la startup.

Vídeos para interactuar con los clientes

Según explicó Iván Muñoz, su innovación puede convertirse en un importante mecanismo para la interactuar con los clientes a través de lo que ellos han denominado experiencias inteligentes (EIF). Éstas permiten a las diferentes marcas que utilizan Formagame, descubrir si la persona que está visualizando un vídeo está interesada en comprar sus productos o no.

Mediante el análisis de cada una de las respuestas que dan los espectadores al vídeo, Formagame es capaz de conocer los hábitos de consumo de una persona que utiliza este sistema. Todo consiste en que, por ejemplo, una marca lanza a través de esta startup un link que llega a un posible cliente, ya sea por sus redes sociales o por su correo electrónico. Si hace click en el enlace, se le pide a la persona su nombre y su dirección de email.

Una vez rellenados esos datos, que llegan al CRM de la empresa, el cliente recibe una comunicación personalizada en forma de video que se le llama por su nombre y se le hace una pregunta sobre los productos que la marca quiere promocionar. En caso de que la persona responda que no los conoce, se le enviará un correo electrónico. Los datos se analizan y se puede ver si el cliente ha cumplido con todos los pasos o no. En caso de que así sea, se le identifica como cliente potencial.

Según apuntó Muñoz, se trata de “una forma de comunicación muy viral porque es un enlace que se puede compartir con otros contactos” y que, además, “al ser personalizado capta mejor tu atención que un anuncio convencional “. De esta forma, en palabras del responsable de marketing y ventas, "se une lo mejor de un spot publicitario, de una comunicación newsletter y la capacidad de interactuar en tiempo real con el consumidor mientras vive la experiencia “.

La tecnología audiovisual para la formación

El segundo elemento en el que se centra  Formagame es su aplicación en la formación. Mediante un contenido audiovisual interactivo, con personajes y un hilo argumental, este pequeño negocio digital es capaz de ayudar a una empresas a conseguir que sus empleados adquieran nuevos conocimientos para el desarrollo de la actividad. La tecnología interactiva analiza las diferentes respuestas que los trabajadores dan a las cuestiones que les plantea la película que están visionando  que, a su vez, se desarrollará de forma distinta según lo que respondan dichos empleados y si esto es correcto o incorrecto.

Esta  parte de modelo de negocio comienza cuando una empresa quiere realizar una determinada formación a sus empleados. Muñoz puso como ejemplo que un negocio tenga el objetivo de que su departamento de ventas conozca las ventajas y bondades de un nuevo producto que se va a lanzar al mercado.

La empresa da cuenta de dichos objetivos a Formagame y la startup tecnológica crea un contenido audiovisual en forma de película, con una trama y unos personajes, cuyo argumento se relaciona con los fines que busca cumplir el negocio con la formación que se va a impartir. Pero, la novedad principal es que no se trata de una película convencional, sino que el empleado, debe participar en el desarrollo de la misma y de sus personajes.

Para permitir esta interacción en la película, la plataforma Formagame se introduce en los móviles de los invitados a la formación y durante el visionado se les hacen preguntas con varias opciones que deben contestar a través de sus dispositivos y, según las respuestas, la película se desarrolla de diferente manera. Esta formación puede llevarse a cabo de forma presencial, webinar (a distancia) o en e-learning (cada usuario puede acceder a la formación cuando quiera desde su teléfono móvil, tablet u ordenador).

En el caso de formación presencial en las que se cuenta con una gran audiencia, todos pueden ver la película al mismo tiempo y se toma como respuesta grupal aquella que haya sido mayoritaria. Si es correcta, la película sigue su curso, pero si no lo es, se reformula la pregunta hasta obtener la respuesta adecuada. “El objetivo es que en la empresa se aprenda a través del juego, y la película vaya guiando a los asistentes para que conozcan y aprendan todo lo que el negocio tiene como objetivo que conozcan. Es lo que en términos técnicos se llama gamificación”, explicó Muñoz,

Todos los resultados se miden en tiempo real sabiendo lo que cada persona contestó y se hace una evaluación general de la formación desde el punto de vista grupal e individual.

Son optimistas de cara al 2021

La idea de Formagame surgió en noviembre de 2019, poco antes del comienzo de la pandemia. El responsable de marketing y ventas también apuntó, al respecto de los inicios, que la startup se construyó con la “unión de diferentes empresas privadas de distintas actividades y cada una de ellas aportó un valor diferencial (hardware, plataforma y logística, entre otros).

Según relataba Muñoz, este valor añadido les ha permitido que en tan poco tiempo hayan contado con cuatro proyectos de formación. También destacó que “es algo menos de nuestro objetivo inicial pero teniendo en cuenta el año que hemos vivido y los retrasos por el Covid-19, estamos contentos”.

Sin embargo, “si no fuese por el Covid-19, seguramente podríamos haber logrado más proyectos, lo que hubiese supuesto más ingresos”.  A pesar de todos los problemas surgidos en 2020, Muñoz se mostró optimista de cara al futuro.