Sobre nutrición sostenible de los suelos agrarios

Agricultores y ganaderos alarmados por un nuevo Real Decreto que "fustigará más al campo"

Agricultores y ganaderos piden al Ejecutivo que retrase la nueva ley de abonado de terrenos que aumentará sus costes y que genera más cargas burocráticas para el campo.

Así es la nueva ley de fertilización del mundo rural.
Así es la nueva ley de fertilización del mundo rural.
Agricultores y ganaderos alarmados por un nuevo Real Decreto que "fustigará más al campo"

“Se sigue legislando para el campo desde las alfombras de los ministerios. Europa y el Gobierno no son conscientes de la realidad de los autónomos del mundo rural”, afirmó Román Santalla, secretario de Ganadería de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA). En septiembre de 2024 entrará en vigor el nuevo Real Decreto de nutrición sostenible de los suelos agrarios. Normativa que según el colectivo aumentará las cargas burocráticas del campo, elevará sus costes fijos e impedirá el almacenamiento de abonos naturales como el estiércol. Por ello, instan al Gobierno a que retrase una medida que “únicamente fustiga a un sector bastante dañado”.

El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación presentó en 2020 un nuevo proyecto de Real Decreto con la normativa para la nutrición sostenible de los suelos agrarios. El objetivo del mismo es supuestamente reducir el impacto ambiental en la aplicación de productos fertilizantes y materia orgánica. Según el texto actual, los agricultores deberán incluir en su ‘cuaderno de explotación’ – documento donde se registran los tratamientos fitosanitarios realizados en una explotación agrícola – una nueva sección dedicada a la fertilización.

“Es una nueva norma que nos va a traer más que burocracia al campo. Para nosotros no supone una ventaja sino todo lo contrario. Tanto Europa como el Ejecutivo están menospreciando nuestra actividad”, explicó Santalla. “La nueva normativa implica romper la economía circular y las sinergias entre ganaderos y agricultores. Con el Real Decreto no podemos almacenar el estiércol de nuestros animales y tenemos que verterlo en las explotaciones en menos de 24 horas. Una medida totalmente inconsciente y que refleja que los políticos no saben como funciona el mundo rural. Para trasladar el abono tienes que contratar remolques, personal y todo eso no se puede hacer en un sólo día", valoró. 

No tienen en cuenta las sequías, los tiempos de lluvia y las contingencias del mundo natural, pero luego quieren su mesa colmada de fruta y verdura. Si rompen un medio natural para sembrar, inevitablemente los costes de producción aumentarán porque tendremos que hacer análisis clínicos de nuestros abonos. Al final, como siempre, lo pagamos los autónomos y el ciudadano de a pie”, añadió el secretario de UPA.

Queremos una mesa de negociación con el Gobierno para retrasar la implantación de esta medida. En un contexto en el que los fitosanitarios se han encarecido un 300% se nos deniega usar el abono de nuestros animales que es los más natural y ecológico para los cultivos”, remarcó Santalla. “Esta burocracia y sobrelegislación sólo es otro sistema de control para sancionar al sector primario que lo único que hace es producir alimentos para toda la ciudadanía”, señaló.

"Ahora la novedad es atacar al sistema de abono más natural"

El colectivo puso en valor la importancia de la ecología y la transición a modelos más sostenibles. “En un contexto de guerra lo principal es garantizar la alimentación de los seres humanos y de nuestros animales. Sin embargo, las administraciones no paran de acusarnos de emisiones de CO2 que no son verdad. Nosotros no tenemos tiempo de luchar contra estos envites. Levantándonos antes del alba para trabajar, cuidando nuestras reses y sembrando o recolectando no tenemos margen para más burocracia ni para que nuestras quejas no lleguen nunca a ningún lugar”, sopesó Santalla.

“Estamos cansados, ahora la novedad es que el estiércol es contaminante cuando ha sido el medio natural para sembrar desde que se creo la agricultura. Los abonos naturales no contaminan. No se tienen en cuenta nuestras praderas, la biodiversidad, la captura de CO2 de nuestros bosques. Sin embargo con estas legislaciones absurdas sólo nos acusan de contaminantes y de destruir sinergias ancestrales del mundo rural”, valoró el secretario de UPA.

Los autónomos del mundo rural piden que no haya más sanciones

“La Comisión Europea es insaciable. Le da igual que el campo esté asfixiado y que apenas obtenga rendimientos por su importantísima labor. Le pedimos tanto al comisionado como a los ministerios de Agricultura y Transición Ecológica prudencia y concertación. Que nos tengan en cuenta y que el Decreto sea consensuado y con un margen para que no haya sanciones para un mundo que no puede estar sumido en papeleos”, concluyó Santalla.

Así es el plan de abonado que los autónomos deberán cumplir en 2024

Los titulares de explotaciones agrarias deberán contar a partir del 1 de septiembre de 2024 con una sección de ‘fertilización’ dentro del ‘‘cuaderno de explotación’’ en el que se registrarán las operaciones agrícolas destinadas a nutrir los cultivos. En este epígrafe deberán recogerse los datos relativos a la composición del suelo, el aporte de fertilizantes, estiércoles u otros materiales y el agua de riego.

Los autónomos del campo deberán contar con uno para cada unidad de producción de su explotación, aunque estarán exentas de esta obligación los terrenos que superen las de 10 hectáreas de superficie; siempre y cuando sean de secano o estén dedicados únicamente a pastos o cultivos para autoconsumo.

Además, el Real Decreto señala que para elaborar el plan se tendrá en cuenta el volumen de agua de lluvia de la zona y los recursos hídricos disponibles – en el caso de regadíos. Los agricultores también deberán señalar el tipo de abono, la forma de aplicación y que medidas han tomado para recudir las emisiones de amoniaco y gases de efecto invernadero. De acuerdo con la normativa, estará prohibido aplicar fertilizantes en terrenos helados o cubiertos de nieve o hidromorfos (humedales); a excepción de los campos de arroz.