Proceso para reiniciar el periodo de cobro

Así puede alargar un autónomo el plazo para reclamar deudas sin que prescriban

La mayoría de deudas prescriben a los cinco años. Sin embargo, el autónomo puede reiniciar el proceso para tener más tiempo y recuperar el dinero.

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Así puede alargar un autónomo el plazo para reclamar deudas sin que prescriban

Los autónomos pueden ampliar el plazo de prescripción de un impago para recuperar el dinero que se les adeuda por un producto o servicio prestado. Las deudas personales prescriben a los cinco años. No obstante, el trabajador por cuenta propia puede presentar un requerimiento de pago para reiniciar de nuevo ese periodo de tiempo, y ampliar así el plazo para que le devuelvan el dinero. 

Las facturas que no se llegan a cobrar constituyen un problema que se ha agravado a raíz de la crisis del Covid-19. Tal y como reflejó uno de los barómetros publicado por la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA) durante la pandemia, el 40,5% de los profesionales por cuenta propia encuestados reconoció sufrir impagos

¿Cómo se amplía el plazo de prescripción de una deuda?

Ampliar el plazo de prescripción de una deuda es relativamente sencillo para el autónomo. Según explicó Miguel Moreles, abogado y socio de las áreas de Litigación y Arbitraje en el despacho AGM, "para interrumpir el plazo de devolución de un impago, el trabajador por cuenta propia únicamente tiene que enviar una comunicación a su deudor".

Esa comunicación se denomina requerimiento de pago y puede efectuarse mediante distintas vías. Desde un burofax hasta un correo electrónico, pasando por una carta certificada, se consideran medios aptos para comunicar la interrupción de la prescripción de un pago. No obstante, "es imprescindible que dicha comunicación cumpla dos requisitos: que sea fehaciente y que tenga el comprobante de que ha sido recibida por la otra parte implicada", señaló Moreles. "Para llevar a cabo un requerimiento para interrumpir el plazo de prescripción de una deuda es válida cualquier comunicación que permita demostrar en un Tribunal que se ha enviado y que la otra parte -el deudor- la ha recibido".

En esa comunicación, el autónomo debe especificarle a su deudor las facturas que tiene pendientes de abonarle, instándole a que las pague. "No es necesario que el trabajador por cuenta propia indique que quiere interrumpir el plazo de prescripción de la deuda, puesto que con la comunicación ya lo está llevando a cabo", apuntó el abogado. 

Una vez que esa comunicación ha llegado al conocimiento del deudor, se reinicia automáticamente el plazo de cinco años de prescripción de la deuda. "No importa si el requerimiento se envía al tercer año, o al cuarto y 11 meses, el periodo de tiempo se reinicia y el deudor tiene otra vez cinco años para saldar su deuda", aseguró Moreles.

La vía más segura: el Burofax

Según el experto, la vía estrella para conseguir esta ampliación de plazo es el burofax certificado con acuse de recibo. "Aunque existen muchas vías para comunicar al deudor que quieres ampliar o reiniciar el tiempo de pago, el burofax es la vía más segura para los trabajadores por cuenta propia". 

Esto se debe a que el burofax permite la demostración de que la otra persona -el deudor- ha recibido la comunicación del autónomo requiriendo el pago. "Mientras que con los correos o las cartas pueden ser más difícil de declarar esa recepción, los burofax son pruebas fehacientes donde todo queda reflejado", explicó el experto.

El siguiente paso es la vía judicial

En caso de que la comunicación al deudor no tenga ningún recorrido, es decir, que  no se reciba ningún tipo de respuesta por parte del deudor, el siguiente paso es acudir a la vía judicial. "Ante una factura impagada, el autónomo puede acudir al juzgado a presentar una demanda de juicio monitorio, verbal u ordinario en función de la cuantía económica del impago", explicó Moreles.

Si bien es cierto que acudir a un Tribunal eleva los costes para el autónomo, el abogado señaló que el importe "depende de la cuantía de la deuda. Para requerir una factura de 1.000 euros no es necesario contar con un abogado ni un procurador, por lo que el coste podría ser asequible". No obstante, "siempre que se acuda al juzgado es importante contar con ellos, porque la otra parte puede oponerse y el autónomo se expone a perder la oportunidad de probar su derecho sino tiene conocimientos de actuación", aconsejó Moreles.

¿A partir de cuánto dinero merece la pena iniciar este procedimiento?

Normalmente, los impagos que sufren los autónomos no suelen ser de cantidades muy elevadas. Es por ello que el experto recomendó que si se trata de cantidades pequeñas, como una deuda en una reparación donde el servicio prestado costó unos 40 o 50 euros, "quizás presentar una ampliación del pazo para pagarlo acabe saliéndole más caro al profesional", apuntó el experto.

Sin embargo, "si hablamos de deudas de 600 euros en adelante, al autónomo le merecerle la pena iniciar este requerimiento. Se gastarían unos 30 euros en enviar el burofax certificado y hacer un seguimiento de si reciben o no respuesta por parte del deudor", añadió.

Incluir una cláusula de ampliación en el contrato

Por último, y aunque sea mucho menos común, existe otra forma de ampliar el plazo de prescripción de una deuda. Se trata de una negociación entre el trabajador por cuenta propia y la empresa o persona para la que realiza el servicio, en la que se establece un periodo de más de cinco años para la devolución de los posibles impagos.

"El autónomo puede negociar con la persona para la que está realizando un trabajo, que las deudas que se generasen con relación a un contrato en concreto, en vez vencerse por la prescripción general del código civil de cinco años, que prescribieran, por ejemplo, a los siete años. De esta forma se establece una cláusula de mutuo acuerdo entre las partes aumentando el plazo de prescripción", concluyó el experto.