Consecuencias del “colapso" de la Seguridad Social

Un autónomo fue embargado tres veces por el impago de las mismas cuotas

Desde hace un año algunos gestores venían quejándose del “colapso" de la Seguridad Social. Un ejemplo de este desbordamiento es el caso de un autónomo que fue embargado tres veces por no pagar su cuotas a pesar de estar en cese de actividad.

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Un autónomo fue embargado tres veces por el impago de las mismas cuotas

El “embotellamiento” que sufre la Administración desde el estallido de la emergencia sanitaria está afectando a los trabajadores por cuenta propia. Los juristas, gestores administrativos y demás profesionales llevan casi más de un año denunciando el colapso que sufren diferentes organismos públicos, como por ejemplo las oficinas de la Tesorería General de la Seguridad Social, de la Agencia Tributaria o el SEPE. Hasta el punto, de que a veces suceden casos como el de un autónomo, que ha sufrido el mismo embargo hasta en tres ocasiones por el impago de cuotas pendientes - que además supuestamente están exoneradas por ser beneficiario de la prestación por cese de actividad extraordinaria- y al que le está siendo imposible ponerse en contacto con la Administración para resolver su situación.

Según contó este profesional por cuenta propia, Miguel Ángel E.C (quien no quiere dar sus datos por privacidad), su máxima desesperación es no haber podido aún contactar con la Tesorería para poder explicarles su caso y encontrar una solución, ya que a su juicio es un error de la Seguridad Social. “He enviado correos, les he llamado por teléfono, incluso al número de pago que tienen... Lo he intentando por todos los medios, pero no he podido ponerme en contacto con la Seguridad Social. No sé qué más hacer” dijo. Que apuntó que lo que más le frustra es la indefensión que siente “ante la opacidad de la Tesorería, pues no hay manera de hablar con ellos”.

Su caso, aunque particular en cuanto a las razones, se repite a diario en las oficinas de los profesionales laboralistas. Son situaciones bastante frecuentes tras el estallido de la pandemia. Son cuestiones u errores que se podrían resolver rápidamente hablando con el responsable técnico del departamento, pero que se acaban eternizando porque es muy difícil contactar con la Administración” aseguró Domingo Gallego, asesor fiscal de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA).

El caso de un autónomo incapaz de hablar con la Tesorería

Es precisamente este problema de “colapso” el que ha afectado Miguel Ángel E.C. Según contó no poder hablar con la Seguridad Social, para explicarle su caso a un técnico y encontrar una solución es la razón por la que tienen en estos momentos tres embargos, a su juicio, “injustos”.

Su caso comenzó en marzo 2016 cuando se dio de alta como trabajador por cuenta propia. “Soy asalariado en una academia en la que imparto clases de piano. Pero como tenía mucho tiempo libre decidí también trabajar el sector inmobiliario dándome de alta como autónomo” explicó este autónomo. Es decir, se encontraba en esos momentos en pluriactividad pues estaba dando de alta tanto el Régimen General de la Seguridad Social, como en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA).

Cuando estalló la pandemia, en marzo de 2020, solicitó el cese de actividad extraordinario para autónomos habilitado por el Gobierno. Esta prestación permitía a todos los trabajadores por cuenta propia que hubieran visto interrumpida su actividad o cuyos ingresos hubiesen caído drásticamente (un 75% con respecto al promedio del semestre anterior) a causa del Estado de Alarma, cobrar un mínimo de unos 661 euros mínimos de prestación y, también, acceder a la exoneración del pago de sus cotizaciones sociales -al menos- 260 euros si está en base mínima. Por eso solía decirse que la prestación por cese de actividad extraordinaria era de 950 euros mensuales, porque se sumaban ambas cantidades.

Solicité la ayuda extraordinaria a mi mutua, me la concedieron sin problema y me la ingresaron en mi cuenta” dijo este autónomo. Sin embargo, al ver que el decreto de estado de alarma no era cuestión de semanas, que se estaba extendiendo en el tiempo y que la situación de la pandemia se alargaba más de lo previsto, decidió dar por finalizada su actividad por cuenta propia en verano y seguir sólo con las clases de piano por cuenta ajena. Sin embargo, su experiencia como autónomo no acabó ahí.

  • Primer embargo

En octubre, casi cuatro meses después de haber efectuado la baja del RETA, este trabajador por cuenta propia se encontró con que la Seguridad Social le había embargo lo referido a tres cuotas de autónomos a la Seguridad Social y que correspondían a los meses de abril, mayo y junio. El importe ascendía a algo más de 1.000 euros. “Al principio no sabía muy bien a qué se refería... Pero más tarde descubrí que me estaban reclamando por el pago de las cuotas de abril, mayo y junio de 2020 en los que había sido beneficiario de la prestación por cese de actividad extraordinaria. También me pedían parte de la mitad del mes de marzo” contó este autónomo.

Ante esta situación, dijo que se puso en contacto con su mutua. “Me recomendaron redactar una carta de Devolución de pagos indebidos -a través de la cual un contribuyente puede solicitar a la Tesorería la devolución de una cuota cobrada indebidamente -". Que envió, supuestamente, el pasado 31 de octubre. 

Pocas semanas después, Miguel Ángel E.C afirma que recibió una resolución favorable por parte de la Tesorería asegurándole “de que habían cometido un error, que está mal cobrado y que se iba a proceder a devolver el importe. Y yo me quedé más tranquilo”.

  • Segundo embargo

Tres meses después de recibir esa respuesta, este autónomo valenciano recibió una nueva carta de la Seguridad Social en la que le decían que iban a proceder a devolverle 349 euros + un 6% de interés por retraso y el número de cuenta al que se lo iban a ingresar. “Es justo en este momento dónde empieza todo el lío con la Tesorería porque, primero, soy incapaz de hablar con ellos y que me expliquen porqué si tengo una resolución favorable de más de 1.000 euros, me dicen que sólo me van a ingresar 349 euros, más intereses. Y dos, porqué si ya me han embargado ese dinero por las cuotas pendientes, porqué lo vuelven a hacer”.

El segundo embargo ocurrió a mitad de marzo cuando decidió comprar un nuevo instrumento y el banco denegó el abono por tener pendiente un embargo de la Seguridad Social. “El 31 de marzo tuve que hacer una compra grande, porque adquirí un nuevo instrumento, pero se me denegó la transacción por tener un embargo. Más tarde cuando comprobé en la sede electrónica de la Tesorería vi que se debía otra vez a las cuotas de los meses abril, mayo y junio de 2020, que ya me fueron embargadas previamente y que no se me devolvieron”.

En concreto, este autónomo denunció que “independientemente de tener o no derecho a la exoneración, lo cierto es que a mi ya se me embargaron esas cuotas en octubre. Sin embargo en marzo de 2021, me las volvieron a quitar. Estamos hablando de más de 2.000 euros” se lamentó Miguel Ángel E.C. Hasta el momento, este autónomo no ha recibido una explicación, ni respuesta a ninguno de sus emails, y tampoco ha recibido el ingreso de esos 349 euros más el 6% de intereses reconocido. 

  • Tercer embargo

Pero su historia no acaba aquí. El pasado martes 6 de abril recibió una llamada del gestor encargado de la academia donde trabaja como profesor de piano. En ella, presuntamente le contaban que acababan de recibir una carta de la Seguridad Social dónde le obligaban a embargarle parte de su sueldo. “En esa carta de embargo de mi sueldo no detallan las razones, pero en mi sede electrónica veo que es por esa deuda de impagos de cuota a la Seguridad Social por esos mismos meses”.

“Sólo tengo una deuda con la Seguridad Social y son esos tres meses de 2020, que independientemente de si tengo derecho o no por estar exonerada, la cuestión es que ya están doblemente pagados, porque me fueron embargados en octubre y luego en febrero. No paro de enviar mensajes, de enviar papeles y de llamar al número de pago y no encuentro solución” se lamentó este autónomo. Que no entiende “la opacidad “ del sistema y cómo después de tanto años trabajando le han colgado el cartel de “deudor”

Sólo quiero poder hablar cara a cara con alguien. Poder contarles mi caso y que me den una solución. Que alguien me explique si tengo derecho o no a la exoneración de las cuotas esos meses, saldar mi deuda y que dejen de embargarme” señaló este autónomo.

Que comentó que está empezando los trámite para poner un recurso de mano alzada contra la Administración, a ver si por fin consigue que alguien le escuche.

Lo difícil que es contactar con la Administración.

Los autónomos suelen estar en constante comunicación con las administraciones y, aunque siempre ha existido la queja de la excesiva burocracia, "antes era más fluida. Pero desde el pasado marzo de 2020, la situación es tremenda. Ya no atiende ni un 50% de las solicitudes que atendía antes” explicó Gallego.

Con la emergencia sanitaria se decidió mandar a la mayor parte del personal de las administraciones públicas al teletrabajo. Actualmente siguen sin conceder cita personal en la mayoría de los casos, afirmaron los profesionales que asesoran autónomos. Para los gestores administrativos el problema no es que las cosas se estén tramitando desde casa o vía online, sino que ha habido “una falta de previsión por parte de las administraciones. Lo que está generando muchas dificultades para que se pueda contactar telemáticamente con ellas por parte de los ciudadanos” apuntó el presidente del Ilustre Colegio de Gestores Administrativos, Fernando Santiago.

Santiago coincidió con Domingo Gallego en el hecho de que esta situación está generando un malestar entre los trabajadores por cuenta propia: “en aquellas administraciones donde hay una mayor actividad (personas jubiladas, paro, ERTE, cese de actividad, Ingreso Mínimo Vital, etc) el embudo ha sido mucho mayor. De ahí que tanto Seguridad Social como Sepe, no estuvieran, ni estén preparadas para esa avalancha de peticiones. Se han visto desbordadas” dijo el presidente del Colegio de Gestores. Que además señaló que “no hay una opacidad”, sino “una falta de hacer reformas importantes para adaptar las administraciones al siglo XXI”.