Este mes finaliza el plazo para que los negocios soliciten su adhesión

El Bono Cultural Joven está causando dificultades a los autónomos y pequeños comercios

Desde que en 2022 se puso en marcha la ayuda de los 400 euros del Bono Cultural Joven, un total de 222.039 jóvenes lo han solicitado; pero los pequeños negocios que deben adherirse denuncian problemas con el proceso.
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El Bono Cultural Joven se puede utilizar en las librerías.
El Bono Cultural Joven está causando dificultades a los autónomos y pequeños comercios

En la actualidad, un total de 222.039 jóvenes solicitado la ayuda del Bono Cultural Joven desde que se puso en marcha en 2022, según datos que ha aportado el Ministerio de Cultura y Deporte, pero la realidad es que sigue causando problemas a autónomos y negocios en todo lo que supone el proceso de adhesión.

El Bono Cultural es una ayuda directa de 400 euros dirigida a jóvenes, que han cumplido 18 años o los van a cumplirlos en 2023, para facilitar el acceso a productos y actividades culturales. El objetivo del ministerio era también impulsar el sector cultural, uno de los más afectados tras la pandemia. Las compras que se pueden hacer con el bono en comercios especializados abarcan los espectáculos, cine, libros, streaming, videojuegos y teatros.

Por comunidades autónomas, Andalucía, Madrid, Cataluña, Comunidad Valenciana y Galicia son las regiones que mayor demanda han presentado.

La gestión del Bono están provocando dificultades

Según el Ministerio de Cultura, el Bono Cultural Joven ya ha superado el medio millón de operaciones, unas operaciones que no están exentas de ciertas dificultad en todo lo que precede y supone el proceso.

Desde la Confederación Española de Comercio, “el bono cultural es un aliciente para que los jóvenes consuman cultura. No obstante, los comercios asociados a nuestras organizaciones nos trasladan que se trata de un proceso complicado tanto para los usuarios como para los pequeños comercios del sector, ya que ha habido falta de información y facilidades para resolver problemas, lo que sin duda le ha restado repercusión. Los comercios se quejan, sobre todo, de lo mucho que se dilata el proceso de adhesión, ya que el plazo de resolución de las solicitudes puede dilatarse hasta seis meses desde que lo solicita el comercio”.

“En el comercio de proximidad, continúan, el Bono Cultural está teniendo impacto principalmente en el sector del libro, se trata de un artículo que tiene una ley propia que fija su precio, por lo que la adquisición de este artículo en este canal es importante. Aunque el crédito que se dispone del Bono para este tipo de artículo (100 euros) no es exclusivo para el sector del libro físico y los jóvenes prefieren los videojuegos, así pues, consideramos que deberían ser presupuestos separados”.

“Como punto positivo, añaden, valoramos el hecho de que los productos culturales en soporte físico deban ser recogidos de forma presencial en el negocio que haya realizado la venta, ya que esto aumenta la visibilidad de los comercios de proximidad y el flujo de personas en el establecimiento”.

Por su parte, Álvaro Manso, presidente de la Asociación de Librerías de Burgos, piensa que es una iniciativa positiva. Una vez resueltos algunos problemas que tuvo el Bono con la implantación, llevamos un tiempo ya sin reclamaciones importantes por parte de nuestros asociados. Estamos viendo que es una medida que está llevando gente joven a las librerías que están consumiendo el importe. La valoración es positiva. Creo que los jóvenes lo están aprovechando al máximo”.

Las librerías de cercanía, hablan de los problemas del Bono Cultural

Desde una librería regentada por un trabajador autónomo explican las dificultades que se están viviendo. Respetando su solicitud de no desear que el nombre se haga público, este pequeño comercio dice que, en un año, en su establecimiento “habrán entrado, como mucho, 7 u 8 jóvenes para comprar libros. Y que han sido libros que no se acercaban al perfil lector de un joven, es más, alguno ha llegado con su madre y han comprado un libro que claramente se veía que era para ella; la picaresca española…”, comentan.

Esta librería se queja de que el funcionamiento ha sido un desastre: “he estado 4 o 5 meses para poder darme de alta, por la dificultad que conllevaba introducir los datos en la TPV (Terminal Punto de Venta). Y, luego, no sabíamos lo que habíamos introducido y si lo habíamos hecho bien o mal hasta que llegaba el primer comprador para hacer uso del Bono Cultural; sólo así lo podíamos comprobar. Y como no funcionaba, pues otra vez teníamos que volver a introducir todos los datos”.

“Luego hay otro problema, prosigue. Si el joven que ha comprado no sube el ticket a la aplicación, no puede seguir comprando; y esta acción les está dando problemas”. Aclaran que están en contacto con más libreros y que también les está ocurriendo todo esto, y que ha sido muy comentado entre ellos en la pasada Feria del Libro.

“Hay muchas incidencias sin resolver. Todo han sido problemas tanto para libreros como para compradores. Porque a los jóvenes se les desactiva la tarjeta del Bono en el móvil, como le pasó a una compradora que quiso comprar aquí libros para la universidad. Y luego está lo difícil que resulta contactar con el Ministerio de Cultura; como no podía, les envié un correo electrónico y lo que hicieron fue contestarme con un correo ‘tipo’”.

Resume todo como “algo que podía haber sido muy bueno para los pequeños comercios y que no ha tenido buen final para mi librería, porque se ha convertido en un quebradero de cabeza. Ya no lo promociono, he tirado la toalla. Y como yo, otros libreros”.

Qué es el Bono Cultural Joven y en qué comercios y actividades puede gastarse

El Bono Cultural Joven es una ayuda directa de 400 euros, para que personas de 18 años de edad puedan adquirir y disfrutar de productos y actividades culturales. Los requisitos para poder acceder él son: cumplir 18 años en 2023, haber nacido en España y residir legalmente en España o ser solicitante de asilo o ex tutelado. El plazo para solicitarlo está abierto hasta el 30 de septiembre.

Los autónomos, comercios y negocios pueden solicitar su adhesión en la web del Bono Cultural Joven hasta el 30 de septiembre, donde pueden consultar el manual de instrucciones que está disponible en el apartado ‘Materiales de descarga’.

El bono se puede gastar de la siguiente forma:

  • 200 euros para artes en vivo, patrimonio cultural y artes audiovisuales. Por ejemplo, entradas y abonos para artes escénicas, música en directo, cine, museos, bibliotecas, exposiciones y festivales escénicos, literarios, musicales o audiovisuales.
  • 100 euros para productos culturales en soporte físico: libros; revistas, prensa, u otras publicaciones periódicas; videojuegos, partituras, discos, CD, DVD o Blu-Ray.
  • 100 euros para consumo digital o en línea: suscripciones y alquileres a plataformas musicales, de lectura o audiolectura, o audiovisuales, compra de audiolibros, compra de libros digitales (e-books), suscripción para descarga de archivos multimedia (podcasts), suscripciones a videojuegos en línea, suscripciones digitales a prensa, revistas u otras publicaciones periódicas.

No están incluidos los productos de papelería; libros de texto curriculares, impresos o digitales; equipos, software, hardware y consumibles de informática y electrónica; material artístico; instrumentos musicales; espectáculos deportivos, moda y gastronomía. Tampoco están incluidos los productos calificados como “X” o pornográficos.

El Bono Cultural Joven es una tarjeta virtual de prepago para teléfonos móviles. Es necesario, pues tener teléfono con tecnología de pago para poder pedir el Bono Cultural en formato físico a la hora de hacer tu solicitud. Esta tarjeta es personal e intransferible, y solamente funcionará en los comercios, empresas y entidades adheridas.

Desde el momento de su concesión, se pueden usar los 400€ euros durante los 12 meses siguientes. El joven comprador tendrá que pedir siempre el ticket en el comercio con cada compra y deberá subirla a la aplicación.

No está permitida la devolución del dinero, ya sea en efectivo o en tarjeta. Solamente se podrá cambiar lo que se comprado por otro producto que figure incluido en el Bono, de igual o superior precio. Solamente se admiten las devoluciones cuando por causas de la entidad o proveedores sea imposible entregar el producto cultural o prestar el servicio o actividad cultural (por ejemplo, la cancelación de un concierto). Solamente en esos casos se deberá reintegrar la cantidad en el mismo medio mediante el cual se efectuó el pago.

Las compras de productos físicos no incluyen el envío a domicilio; hay que recogerlo en la tienda que haya realizado la venta. La única excepción son las suscripciones a periódicos o revistas.

Es posible la suscripción a plataformas VOD, musicales o de videojuegos por un periodo máximo de cuatro meses por plataforma.