Economía recomienda utilizarla

El comercio ahorró más de 1.400 millones de euros gracias a la factura electrónica

El ministerio de economía asegura que utilizar la factura electrónica ahorra tiempo y dinero. Y los comerciantes lo saben bien. En 2018, más del 60% de estos documentos se procesaron en un comercio. Gracias a estas facturas, el sector ahorró alrededor de 1.400 millones de euros y más de 750.000 horas de gestión.

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El comercio ahorró más de 1.400 millones de euros gracias a la factura electrónica

El comercio es el sector que más utiliza la factura electrónica. En concreto, los comerciantes procesaron más del 60,59% del conjunto de documentos emitidos y recibidos en España; según se desprende del ‘Estudio sobre el uso de la Factura Electrónica 2017-2018’, elaborado por Seres.

Los comercios emisores de las facturas electrónicas representaron el 30,7% del total y los receptores el 27,34%. De acuerdo con el informe, el número de documentos procesados en 2018 alcanzó los 181,9 millones, un 14,92% más que en 2017. De entre todas las e-facturas que pasaron por manos de los comerciantes, 147,9 millones corresponden a transacciones entre negocios (B2B), 22,3 millones a operaciones entre establecimientos y administraciones públicas (B2G), y 11,6 millones a ventas de comercios a particulares (B2C).

Ahorro de tiempo y dinero

Gracias al uso de la factura electrónica, los negocios españoles se ahorraron en 2018 algo más de 900 millones de euros en la gestión de las facturas recibidas y 511 millones de euros en la gestión de las emitidas. También ganaron 662.145 horas que, de otra forma, hubieran invertido en tramitar facturas recibidas y 106.963 horas en emitirla. Además, esta alternativa reduce de manera significativa el impacto medioambiental por la eliminación del uso de papel.

Según el Ministerio de Economía y Empresa, los beneficios económicos derivados de la automatización del proceso de la factura superan a los ahorros en impresión y envío postal. Por este motivo, es más beneficioso el empleo de facturas electrónicas con formato estructurado (generadas automáticamente por los sistemas informáticos), si bien en algunas operaciones el proceso no puede ser del todo automático, como es el caso de facturas destinadas a personas físicas.

Sin embargo, "los beneficios no podrán materializarse si no se superan importantes retos”, señalaron desde la Administración. Entre ellos, el ministerio destacó la necesidad de que los pequeños negocios incorporen estos documentos en sus procesos de compra y venta, ya que constituyen el segmento más importante del tejido empresarial español y europeo; que los ciudadanos acepten el uso de estos documentos  y que terminen de implantarse en las Administraciones públicas.

Respecto a los beneficios específicos de la factura electrónica son:

  • Acortar los ciclos de tramitación, incluido el cobro;
  • Reducir errores humanos;
  • Eliminar costes de impresión y envío postal;
  • Facilitar un acceso más rápido, ágil y fácil a las facturas almacenadas;
  • Reducir drásticamente el espacio necesario para su almacenamiento;
  • mejorar el servicio al cliente; eliminar el consumo de papel y su transporte, con el consiguiente efecto positivo sobre el medio ambiente;
  • Facilitar la lucha contra el fraude;
  • Subsumir la factura en los sistemas informáticos empresariales, mejorando drásticamente su gestión;
  • Contribuir a la modernización de la economía y al desarrollo de la Sociedad de la Información.

Tipos de facturas electrónicas

Existen, principalmente, dos tipos de factura electrónica: con y sin formato estructurado. Ambos son documentos susceptibles de ser transmitidos mediante canales telemáticos. La diferencia radica en que el formato estructurado facilita su tratamiento automatizado mientras que el no estructurado necesita de intervención manual.

Facturas en formato estructurado

Las facturas en formato estructurado contienen datos y pueden ser generadas automáticamente por los sistemas informáticos de facturación del emisor y ser tramitadas por los sistemas informáticos de pago y contabilidad del receptor.

Facturas en formato no estructurado

Las facturas en formato no estructurado consisten esencialmente en una imagen, lo que significa que su procesamiento para poder ser introducidas en los sistemas informáticos del receptor requiere una intervención manual o un proceso costoso que no suele estar completamente automatizado, como el reconocimiento óptico de caracteres (OCR).