El sector espera facturar 200 millones de euros

Fabricar turrón en Jijona también es cosa de pequeños negocios familiares

Entre los fabricantes de turrón de Jijona se encuentran, aparte de las marcas más conocidas, otras de menor tamaño. Pequeños negocios familiares que llevan años dedicándose a la fabricación del dulce más típico de estas fechas.
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Fabricar turrón en Jijona también es cosa de pequeños negocios familiares

El Lobo, Autiu Xixona, La Fama o 1880 son algunas de las grandes y conocidas marcas del turrón fabricado en Jijona (Alicante). Han abanderado la producción de este dulce y lo han llevado a todos los españoles, hasta el punto de que, para muchos hogares, comprar la tableta se ha convertido en una tradición imprescindible en Navidad. Pero, aparte de ellos, hay en el sector muchos otros fabricantes de menor tamaño, con un estilo de fabricación muy tradicional y familiar, cuyos turrones también tienen la conocida Denominación de Origen de Jijona.

Para que sus turrones lleven este sellos, antes tienen que cumplir con una serie de requisitos y exigencias que impone el Consejo Regulador de las Indicaciones Geográficas Protegidas Jijona y Turrón de Alicante (CRIGPJTA), que es el organismo que se encarga de velar y proteger esta Denominación de Origen. Su secretario general, Federico Moncunill, aseguró que “el sector está muy equilibrado. De los 22 fabricantes que forman parte del Consejo, un tercio son grandes empresas, otro medianas y otro pequeños negocios”.

Estos fabricantes, a pesar de ser pequeños, producen el turrón con la demanda más grande de toda España, y se enfrentan a las mismas condiciones y requisitos que cualquier otra de las marcas más conocidas del mercado. Puede que sus dulces no lleguen a estar en grandes spots publicitarios, pero sí logran llegar a una buena parte de los consumidores. Según Moncunill, los pequeños fabricantes han tenido que aprender a vender sus productos de todas las formas que puedan: “ahora mismo, hay quien vende directamente al consumidor por Internet, quien lo hace en pequeños establecimientos y quien tiene acuerdos con grandes superficies. Hay estrategias de todo tipo”.

O, como en el caso Turrones y Helados Onza de Oro, una mediana empresa de Jijona dedicada a la venta de turrón, quien a parte de tener su propia tienda online, ha creado su propia linea de franquicias para vender sus productos a pie de calle. En su página web explican, que como fabricantes tienen "dos campañas muy significativas e importantes -a las que hacer frente-, como son la de Helados y Turrones". Estos dos periodos de ventas se ven complementados, dicen con la venta de bombonería, cafeterías, pastelería bollería, etc. Asimismo, en su web señalan que la elaboración de sus turrones y dulces "son fabricados artesanalmente" y animan a los visitantes de su web a probarlos asegurando que éstos son " primerísima calidad, al nivel de los más acreditados, por no decir el más".

Aunque la mayoría de los fabricantes de turrón que pertenecen al Consejo son empresas familiares de gran recorrido y tradición que ha pasado de padres a hijos. Algunas, incluso, como la Fábrica Primitivo Rovira e Hijos, que fue fundada en 1850, va por su sexta generación, también hay otros fabricantes que llevan años en el mercado pero que tiene un tamaño más pequeños como Turrones Merche, que lleva cien años en el mercado. Según contó Moncuniil, la gran parte de estos negocios nació con "el autónomos contratando a sus parejas, a sus hijos o a algún otro familiiar. Todo quedaba en casa” apuntó el secretario general del Consejo.

Los pequeños fabricantes de turrón pueden llegar a tener hasta 12 personas en plantilla en la temporada del año en la que se lleva a cabo su fabricación y distribución del turrón, que suele ser de junio a diciembre. La estacionalidad del turrón es una de las características del sector, ya que su consumo está tradicionalmente reservado para la época de invierno, principalmente en Navidad.

Una inestabilidad en el trabajo que parece no afectarles. De hecho, Moncunill aseguró que “están muy acostumbrados”. Además, según explicó el secretario general, para hacer frente a la normativa laboral a la hora de contratar personal, utilizan la figura del fijo discontinuo, “que les ayuda a contar con los mismos empleados, para poder realizar las campañas de fabricación y producción todos los años”.

El turrón facturará 200 millones de euros

Para hacer frente a la estacionalidad de las ventas del turrón, el Consejo quiere convertirlo en un producto de consumo habitual durante todo el año. De este modo, el turrón se vendería principalmente en invierno, pero también en las estaciones de verano y primavera como un producto gourmet. “Es nuestra intención y estamos trabajando en ello. Pero, por el momento, fuera de estas fechas, sólo se suele encontrar en algunas tiendas especializadas, en establecimientos de Jijona o en ferias” explicó el secretario general.

A pesar de no ser un producto que se venda durante todo el año, al turrón de Jijona no le va nada mal. Moncunill prevé que este año, su ventas crezcan un 2%, y espera que el sector cierre este 2019 con una facturación de 200 millones de euros. Según el secretario general, el turrón es un sector relativamente estable. Incluso lo fue durante la crisis: "Cuando las demás empresas llegaron a bajar hasta dos dígitos sus ventas, las nuestras apenas descendieron un 8% en 2012. Además, nos hemos recuperado con normalidad de esta etapa".

“Me pones, por favor, una cerveza de turrón”

El secretario general del Consejo contó uno de los proyectos que tiene el organismo entre manos y se ha puesto en marcha recientemente: la creación de una cerveza de turrón.

Esta particular bebida es el resultado de la colaboración en un fabricante de turrón -DO Turrón de Jijona- que forma parte del Consejo, y la marca cervecera Amstel. “Este año, ya se han fabricado un millón de botellas". Y si todo va bien, en  2020 se producirá un lote mayor” aseguró. Tiempo al tiempo y quizás, más adelante, Jijona llegue a ser tan conocida por sus bebidas como lo es por sus tabletas.