Así trabajan los verificadores por toda España

Piratear partidos de fútbol en un bar puede suponer penas de cárcel, LaLiga hará 130.000 inspecciones este año

LaLiga dispone de un equipo de 60 verificadores repartidos por toda la geografía española, que comprueban si los bares y restaurantes están emitiendo los partidos de fútbol de forma lícita. Así son las campañas de inspección que la patronal de clubes realiza sobre los autónomos.

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Imagen de un partido. | Foto: LaLiga.
Piratear partidos de fútbol en un bar puede suponer penas de cárcel, LaLiga hará 130.000 inspecciones este año

La Liga Nacional de Fútbol Profesional sigue luchando contra la piratería audiovisual. Desde hace ya varios años, la patronal de clubes viene realizando campañas de inspección a los bares y restaurantes de toda España que emiten los partidos. Los autónomos que proyecten el fútbol de forma ilícita en su establecimiento pueden enfrentarse, en los casos más graves, a penas de prisión de hasta cuatro años.

El arranque de la nueva temporada de LaLiga Santander, que empezó el pasado 15 de agosto y que finalizará entre el 21 y el 22 de mayo de 2022, ha vuelto a poner en funcionamiento el motor de inspección de esta entidad o, como ellos les denominan, del equipo de verificadores. Más de 60 profesionales, repartidos por toda la geografía española, que analizan las señales de emisión de los partidos y comprueban las conexiones irregulares. Se tiene previsto que esta temporada realicen más de 130.000 verificaciones en busca de  bares, restaurantes o cualquier otro establecimiento público que emita los partidos de forma pirata, para regularizar sus situación.

Esta es la fórmula que idearon para luchar contra el problema de la piratería audiovisual del fútbol. Según datos del Observatorio de la piratería y hábitos de consumo de contenidos digitales 2019, elaborada por la Coalición de Creadores e Industrias de Contenidos, el visionado ilícito de partidos supone el 22% del consumo pirata audiovisual y deja un lucro cesante de 293 millones de euros.

Supone una competencia desleal para el resto de establecimientos

Para LaLiga lo importante de las campañas de verificación no es sólo que permiten proteger la imagen del fútbol y los intereses de los clubes, sino también luchar contra la competencia desleal que padecen las actividades que contratan legalmente la emisión de los partidos. “Lo que hace precisamente nuestro equipo de 60 verificadores es proteger a los bares, restaurantes o cualquier otro establecimiento que cumplen con la legalidad y que están viendo como otro local les quita clientela mientras les hacen una competencia desleal injusta” señalaron las mismas fuentes de la patronal.

Fue en el año 2015 cuando LaLiga comenzó a inspeccionar a los autónomos hosteleros que emiten los partidos de futbol. Son campañas de verificación que han ido creciendo y profesionalizándose con el paso de los años para luchar contra la piratería y la economía sumergida que hay detrás. “Hace unos años teníamos un gran problema con la piratería de los partidos. Más de la mitad de los bares que emitían el fútbol pirateaban la emisión” apuntaron fuentes de LaLiga. De hecho, y según los datos publicados por la revista merca2 y confirmados por este diario, en 2017 de los 105.000 bares que emitían los partidos, unos 50.000 lo hacían de manera ilegal.

Si bien, las cifran han ido descendido paulatinamente gracias a este tipo de campañas hasta los 25.000 ó 30.000 locales con emisiones piratas en estos momentos. O, lo que es lo mismo, han conseguido reducir en unos años la tasa de bares emitiendo de manera ilícita el fútbol de un 48% a un 33%.  “Tenemos muy buena relación con todo el mundo de la hostelería. Saben que nuestras campañas de verificación sirven para proteger a aquellos que cumplen con lo que dice la ley, porque es que evidentemente no se puede piratear una señal audiovisual. La mayoría de los establecimientos nos conoce y sabe de la existencia de este tipo de campañas” aseguraron fuentes de la liga.

¿Cómo inspecciona LaLiga a los autónomos hosteleros?

En un reportaje publicado emitido por la entidad en 2018, el responsable de la Unidad de Procesos de Inspección encargada del Proyecto Horeca, Jesús López, explicaba que la piratería del futbol en los bares y restaurantes se había convertido en una lacra. “Con inusitada frecuencia encontramos barrios enteros donde todos los negocios tienen instalado el mismo decodificador, la misma antena pagada con dinero negro y la misma cuenta bancaria en la que ingresan una cuota” apuntaba López.

El ex-responsable de este tipo de campañas de LaLiga detallaba además cómo se realizaban estas investigaciones. Lo primero que hacían los miembros de la Red Territorial de Verificadores es una análisis previo de las rutas que van a seguir para inspeccionar a los negocios. Se trata de un trabajo que se hace por toda España, en el que los profesionales siguen los patrones de uso con los que trabaja LaLiga. “El único patrón constatable es que la piratería disminuye en aquellos lugares donde se sienten más controlados y, por ende, menos impunes, como son los centros de las grandes ciudades y capitales de provincia” apuntaba el experto.

Una vez detectada esa emisión irregular, pasan a comprobar el estado de su licencia y en los casos en los que es irregular se inicia un proceso de regularización. Según fuentes de LaLiga, “si se comprueba que efectivamente el local no es un cliente. Que además no acepta a regularizar su situación de forma amistosa y no cesa su actividad pirata, se lleva el caso a la vía judicial”.

Hasta cuatro años de cárcel por la emisión de partidos

La emisión ilícita de partidos de fútbol está tipificada como un delito de piratería audiovisual que está penada, como comentaron desde LaLiga, por los artículos 270.1 y 286.4 del Código Penal. El primero de ellos establece que “será castigado con la pena de prisión de seis meses a cuatro años y multa de doce a veinticuatro meses el que, con ánimo de obtener un beneficio económico directo o indirecto y en perjuicio de tercero, reproduzca, plagie, distribuya, comunique públicamente o de cualquier otro modo explote económicamente, en todo o en parte, una obra o prestación literaria, artística o científica, o su transformación, interpretación o ejecución artística fijada en cualquier tipo de soporte o comunicada a través de cualquier medio, sin la autorización de los titulares de los correspondientes derechos de propiedad intelectual o de sus cesionarios”.

Y el segundo, pena a quienes utilicen equipos o programas que permitan el acceso no autorizado a servicios de acceso condicional o equipos de telecomunicación se le impondrá la pena prevista en el artículo 255 Código Penal. Éste recoge penas de entre pena de multa de tres a doce meses de cárcel, y si el coste la cuantía de lo defraudado no supera los 400 euros, la pena es de uno a tres meses de prisión.

Las penas que se imponen varían entre los meses y hasta los cuatro años de cárcel, y todo dependerá del tiempo en el que el negocio ha estado beneficiándose de esa emisión pirata” señalan las fuentes de la patronal.

Los bares atraen clientes con el fútbol

La emisión de los partidos es un catalizador de clientes para los establecimientos. El último estudio realizado por LaLiga y Mediapro en 2018 sobre la incidencia del fútbol en la hostelería, titulado El Consumo de fútbol en locales públicos, revelaba como el "el fútbol hace que los 50.000 establecimientos del sector de Hostelería y Restauración que emiten partidos de La Liga , la Champions, o cualquiera de las otras competiciones, consigan unos ingresos de 1.226 millones de euros y generen alrededor de 20.000 empleos cada temporada". 

Para poder emitir esos partidos los negocios tienen que pagar una tarifa a su operador telefónico. Se trata de una cuota que varía en función del tamaño del bar y de dónde esté situado, siendo más caras las partidas en grandes zonas de población, que en aquellas más escasas. En función de ello el coste suele variar muchísimo, según fuentes consultadas, entre los 200 y 400 euros aproximadamente. Muchos locales para ahorrarse ese coste ofrecen los partidos de forma ilícita.

La piratería audiovisual de fútbol genera una economía sumergida que no sólo va en contra o detrimento económico de la actividad de los bares que sí que pagan por la emisión de ese servicio, sino del resto de profesionales que se encarga de su instalación. “Los bares que emiten de forma ilícita los partidos están pagando a una entidad que no posee el contenido legítimo de las imágenes que emite. Lo que se hacen en definitiva es pagar por un producto robado. Es como quien compra ropa o coches o cualquier otro producto que ha sido robado” dijeron fuentes de la patronal. Que catalogaron a estas entidades que ofrecen la emisión pirata del fútbol de “mafias”.