Los aranceles son muy inferiores

Las plataformas chinas son la puerta de entrada de los autónomos en este país

Amazon o Aliexpress no forman parte del elenco de plataformas elegidas por los 800 millones de consumidores chinos. Las que sólo operan en el gigante asiático son las que se llevan el gato al agua.

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Las plataformas chinas son la puerta de entrada de los autónomos en este país

Hasta el pasado mes de octubre, 181.921 autónomos, pymes y empresas vendieron sus productos fuera de España, un 36,4% más que en el mismo periodo del año pasado . De ellos, aproximadamente un 10% lo hicieron a China, según los datos de Acocex (Asociación Española de Profesionales del Comercio Exterior). Este porcentaje irá previsiblemente in crescendo en los próximos meses. En primer lugar por la decena de acuerdos de cooperación entre empresas chinas y españolas, así como los nueve acuerdos institucionales firmados en noviembre de 2018 durante la visita de Estado del presidente chino a España. En segundo lugar, por las posibilidades que abren las plataformas de comercio electrónico a los exportadores. Entre ellas AliExpress, perteneciente a Alibaba. El market place asiático en el que compran 150 millones de personas anunciaba la apertura de este canal a los autónomos y pymes españoles a partir de la primavera de 2019.

“Es un canal más que se suma a otros ya existentes, pero habrá que ver cuándo y cómo da acceso al mercado chino”, comenta Rafael Cascales, presidente ejecutivo de Acocex. Y es que como avanzó el director general de Aliexpress, Wang Mingquiang, las ventas se centrarán inicialmente en la zona euro. Ni siquiera llegarán a Estados Unidos.

Cascales apunta además que Alibaba “no está entre las plazas de referencia de los consumidores chinos” sino que éstos eligen para sus compras por internet Tmall y Taobao, que sólo operan en el gigante asiático. Además, estas plataformas no son accesibles a cualquiera. Emplear estos escaparates requiere trabajar con un operador logístico que tenga presencia en las zonas de libre comercio del país o en Hong Kong.

Uno de estos operadores es Luis Galán, fundador y CEO de 2 Open, empresa logística cuya misión es impulsar las ventas online de empresas españolas en el gigante asiático. “El mercado chino es altamente competitivo y nada fácil. Tampoco penetrando a través de estas plataformas. Ocurre incluso que, de forma contra intuitiva, el tráfico es más barato por otros medios”.

Para Galán la piedra filosofal del éxito en China es la comunicación. “Los consumidores deben saber qué ofrecemos, quiénes somos y qué tiene de bueno lo que ofrecemos. Es decir, sin una sólida estrategia de comunicación que preceda a la venta no habrá venta posible”, asevera.  

Menos aranceles que exportando de forma tradicional

Pese a que la inversión media que se necesita para exportar a China ronda los 100.000 euros al año, emplear las plataformas de comercio electrónico es bastante más económico que hacerlo a la manera tradicional, ya que el coste medio de los aranceles que se aplican es del 11% frente al entre 50% y 60% del resto de productos. “Con ello el Gobierno chino pretendía incentivar el consumo y de forma más particular el online

No obstante, se da la paradoja de que aunque no existe ninguna limitación al número de productos que se pueden vender, los usuarios chinos del comercio electrónico sí están sujetos a una cuota máxima de adquisiciones.  

En lo que no hay diferencia entre exportar digitalmente y del modo tradicional es en la burocracia, mucho más farragosa que la de otros mercados. “Muchísima y desgraciadamente creciente. Hay una barrera importantísima de entrada, lo cual hace que no merezca la pena exportar regularmente o implantarse en este mercado a no ser que sea con un proyecto más o menos ambicioso”, lamenta el fundador de 2 Open. Y continúa: “el Gobierno chino quiere estar seguro de qué ofrece a su población así como de cómo va repercutir a nivel fiscal”.  

Pese a ello, y a que la guerra comercial con Estados Unidos ha hecho que organismos como la OCDE rebajen la tasa de crecimiento de China tres décimas, el país registrará un ritmo del 6,3%. Los exportadores españoles -incluidos los autónomos y las empresas de menor tamaño- continuarán apostando por un país que en 2020 tendrá 1.000 millones de potenciales consumidores. “El interés ha aumentado y seguirá haciéndolo. Tanto por el tamaño del mercado como por su crecimiento. A ello se suma que las empresas españolas que han salido de la crisis están fuertes y son conscientes de que deben tomar una envergadura global. China en sí es el lugar elegido en bastantes casos”.

Lo más demandado

A principios de 2016 el actual presidente de la República Popular Xi Jinping aprobó el ambicioso XIII Plan Quinquenal cuyos objetivos, hasta 2020, pasan por crecer al menos un 6,5% cada año, crear 50 millones de empleos urbanos y duplicar la renta per cápita hasta alcanzar los 15.000 dólares (unos 17.000 euros). Todo ello aderezado con una política aperturista que ha convertido al gigante asiático en un atractivo mercado para los pequeños exportadores españoles, que cuentan con un mercado de 800 millones de potenciales consumidores.

Pero, ¿qué productos españoles son los que ocupan el top ten entre los chinos? “Cosmética, alimentación y moda, están entre los preferidos”, explica Rafael Cascales, presidente ejecutivo de Acocex.

En los últimos años el número de internautas chinos se ha ido incrementando hasta superar los 770 millones de personas, según el Centro de Información de Internet en China. De ellos siete de cada diez emplearon un medio de pago virtual para realizar alguna compra. Además, se gastarán más de 66 millones de euros en compras, gran parte de este desembolso se realizará vía comercio electrónico.

Ante esta magnitud, ¿cómo se consigue que nuestro producto sea el elegido?. “Hay que tener en cuenta las peculiaridades del consumidor chino”, destaca el presidente de Acocex. Además de que, como se ha indicado arriba, compran en plataformas chinas, hay que tener presente que buscan agilidad y rapidez en las entregas, realizan sus compras a través del móvil y no son fieles a las marcas.

El ABC para exportar a China

 “Calidad” esta es las premisas que destaca Galán como prioritaria para cualquier exportador a china que se precie.  

Cascales, por su parte detalla otros tres los puntos del ABC del exportador a China:

  • “Saber qué productos se pueden o no vender”. Existen una serie de acuerdos bilaterales en productos como las frutas con hueso, los cítricos, la carne de cerdo, lácteos o alimentación infantil… Eso sí, “han de estar adaptados a la normativa de envasado e incluso a veces modificar su composición para adaptarlos al paladar chino”. En materia tecnológica es posible siempre y cuando no pertenezcan a industrias sensibles que puedan competir con la establecida en el país. Tampoco es sencillo vender libros.
  • “Contar con un certificado de origen”. El presidente de Acocex explica que cumplir rigurosamente con la documentación necesaria para exportar es “imprescindible” para exportar a China.
  • “Registrar la marca en el registro de Propiedad Intelectual de Marca propio de China”. Es una de las particularidades burocráticas del país que preside Xi Jinping. “No es válido el registro internacional”, recalca Cascales.
  • Asimismo, y pese a haber realizado el preceptivo registro de marca, hay que ser conscientes de que “no hay manera de evitar que copien el producto, por lo que hay que ofrecer productos o servicios innovadores y de calidad para ser competitivos”.