Tres posibilidades con ventajas y desventajas

Renting, leasing o compra directa ¿Qué es más rentable para el autónomo a la hora de comprar un coche?

En la actualidad, existen tres posibilidades para adquirir un vehículo: renting, leasing o compra directa. Éstas son sus ventajas y desventajas para los autónomos.
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Renting, leasing o compra directa ¿Qué es más rentable para el autónomo a la hora de comprar un coche?

¿Renting, leasing o compra directa? Ésta es la pregunta que muchos autónomos se hacen cuando se plantean adquirir un vehículo para su actividad. Los trabajadores por cuenta propia han visto cómo en este contexto de pandemia los costes fijos pueden llegar a asfixiarles, y un pequeño ahorro al obtener su coche o furgoneta puede ser clave para afrontar mejor los gastos del negocio. 

Los tiempos han cambiado, y también la forma de adquirir vehículos. La compra directa o lineal, que es la forma clásica, ya no es la única opción y los autónomos deben sopesar las distintas modalidades y sus condiciones, en base a la actividad que desarrollen.

Tradicionalmente los autónomos afrontaban la compra de un vehículo ahorrando para adquirirlo en propiedad. A la mayoría le asustan, las "letras", es decir los gastos fijos de cada mes, porque nunca saben lo que van a ingresar ni cuando le van a pagar las facturas con lo que muchas veces se encuentran si liquidez para hacer frente a las mensualidades. Pero las ofertas financieras de los concesionarios y de los bancos han variado mucho en los últimos tiempos y aseguran que ofrecen opciones más ajustadas a las necesidades de los autónomos y a sus problemas de movilidad. Lo cierto es que el renting es una posibilidad a las que se acogen cada vez más los trabajadores por cuenta propia sin olvidar que muchos otros aún prefieren no estar ligados a una cuota mensual y prefieren tener sus furgonetas o utilitarios en propiedad porque también son un activo que pueden vender en un momento de necesidad.   

El renting, es un alquiler de larga duración que no tiene opción de compra. Pero, a cambio del pago de una cuota mensual, el autónomo puede disfrutar de un vehículo con todo incluido: seguro, mantenimiento y reparaciones. Eso sí, nunca será suyo. Por otro lado está el leasing, que puede resultar similar al renting, con la diferencia de que el autónomo paga una cuota mensual durante el tiempo pactado y, al final del periodo, tiene una opción final de compra. 

¿Qué recomiendan los expertos?

Para el delegado de ventas de CUPRA España, Juan Carlos Moller, los autónomos deberían fijarse en lo que hacen las empresas. “Los grandes negocios escogen cada vez más el renting para su flota de vehículos”, aseguró el delegado.

Según el experto, esta modalidad "es una opción muy rentable para los autónomos. Gracias a ella, el trabajador por cuenta propia puede olvidarse de muchos gastos fijos como son el seguro del coche o el mantenimiento del vehículo. Además, tiene ventajas adicionales como el cambio de neumáticos por desgaste y se da la opción a un coche de sustitución por una cuantía mensual única”, afirmó Moller. 

Una de las ventajas clave del renting es la renovación del vehículo cada tres o cuatro años. “El profesional por cuenta propia puede cambiar de vehículo dependiendo de las necesidades de su negocio, incluso ampliar su flota”, comentó el delegado.

Sin embargo, “una de las dificultades del renting que puede ser problemática para los autónomos es la negociación del contrato. En el caso del leasing, es más sencillo articular un acuerdo dado que se hace a través del banco habitual que utilice el trabajador por cuenta propia. En cambio, en el renting habrá que presentar más garantías”, apuntó Moller.

Además, hay que tener en cuenta que esta modalidad incluye otros impuestos que no se abonarían en la compra directa, como es el caso del Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM), cuya cuantía varía en función del vehículo y se fija por parte de los distintos Ayuntamientos.

¿Cuál es el más barato?

A día de hoy, las tarifas de renting y leasing compiten directamente con la compra directa, algo que hace unos años, según los expertos, no sucedía. Esto se debe a un crecimiento del sector gracias a la implementación de este servicio por parte de las casas de coches. De esta forma, las empresas pueden realizar ofertas ajustadas a las necesidades de los trabajadores por cuenta propia.

La elección de alguna de estas modalidades depende directamente de las necesidades del autónomo. Asimismo, los factores que determinarán el precio de la letra del renting o leasing son el modelo, la gama, las ofertas vigentes de compra, la operadora de renting, etc.

Cabe destacar, que muchos modelos tienen precios de vehículos en renting y leasing más baratos que en venta directa. Más aún teniendo en cuenta que no hay que llevar a cabo un desembolso inicial tan grande como el que se paga por la entrada de un nuevo vehículo.

Deducciones fiscales de la compra o arrendamiento de un vehículo

Seguramente, uno de los puntos clave para los autónomos es el coste y deducciones impositivas a la hora de adquirir o arrendar un nuevo vehículo ¿Cuál de estas tres modalidades es más rentable para el trabajador por cuenta propia?

Si comparamos el modelo tradicional de venta con el arrendamiento de vehículos, el renting y el leasing cuentan con mayores ventajas fiscales que la compra directa de un automóvil. El pago único supone que el autónomo que escoja la opción de compra directa sólo podrá desgravarse el IVA si el vehículo está ligado a su actividad en una única declaración de renta (el 100% si el autónomo trabaja en los sectores que pueden deducirse el IVA del vehículo y el 50% para el resto aunque Hacienda suele poner bastantes pegas para justificar que se usa el coche o la furgoneta para la actividad) . Sin embargo, los expertos aseguran que la fiscalidad de la modalidad de renting y leasing, por su condición de gasto mensual, es más ventajosa de cara a las obligaciones con la tesorería.

Los autónomos que escojan la opción de renting o leasing, deberán pagar una cuota mensual por el uso de su vehículo y mantenimiento (generalmente incluido en el precio). La clave de estas modalidades, es que el trabajador por cuenta propia puede desgravarse hasta el 100% de estas mensualidades. Estas dos opciones de arrendamiento pueden deducirse al 100% en el caso del IRPF (por normal general) y un 50% del IVA soportado en la mensualidad.

En el caso del IRPF, las cuotas abonadas por los autónomos se pueden desgravar por completo en la declaración del IRPF, como cualquier otro gasto soportado que afecte directamente a la actividad empresarial. Por otro lado, en lo referente al IVA, éste también puede deducirse. La Agencia Tributaria aplica el criterio de la deducción del 50% del IVA soportado. Los expertos aconsejan no desgravar más de la mitad de este impuesto, mientras que en el IRPF no habría ningún inconveniente. Si el autónomo deseará deducirse el 100% del IVA, deberá demostrar que el vehículo es exclusivo para su actividad y no para su uso privado. Para ello el trabajador por cuenta propia necesitaría demostrar ante la tesorería que el coche alquilado permanece en el garaje durante los fines de semana o poner rótulos de su negocio en el vehículo; aun así esto no garantiza poder deducirse el IVA al 100% de cara a la Agencia Tributaria.

Ventajas y desventajas del renting

Esta modalidad supone un importante alivio que no exige entradas ni grandes desembolsos, tan sólo el pago de la cuota mensual acordada.  

Ventajas:

  • No existe una inversión inicial. De esta forma el autónomo puede acceder sin demasiados recursos y de forma fácil a uno o varios vehículos.
  • Las contrataciones de renting  de larga duración van con todo incluido: reparación del vehículo, seguro a todo riesgo, impuestos de matriculación e impuestos como el IVTM. Además, el trabajador por cuenta propia puede escoger como ventajas adicionales la revisión de neumáticos por desgaste y tener disponible un coche de sustitución en caso de avería. Gracias a esto, si el vehículo sufre cualquier percance, la compañía de renting  se hará cargo de cualquier contingencia.
  • Es un gasto fácil de contabilizar y controlar
  • El autónomo podrá estrenar coche cada tres o cuatro años si tienen un contrato de larga duración.
  • Además, las cuotas se pueden deducir en el IRPF y el IVA. Al 100% si está vinculada al completo con la actividad del autónomo -como es el caso de taxistas o trasportistas- y al 50% si  no es el caso.  
  • Se trata de una forma fácil y asequible de ampliar la flota de vehículos si se precisa.

Desventajas:

  • El autónomo no es el propietario del vehículo.
  • Es crucial cumplir con los pagos estipulados en el contrato. En el caso contrario puede acarrear penalizaciones.
  • Normalmente, las empresas de renting imponen un límite anual de kilómetros. De no respetarlo, el trabajador por cuenta propia deberá pagar un extra en su factura.
  • Mensualmente hay que pagar una cuota fija, lo que puede suponer un bache para aquellos autónomos que no saben cuánto van a ingresar cada mes.  
  • La empresa de renting pedirá garantías financieras al autónomo que aplique a esta modalidad.

 

Ventajas y desventajas del leasing

El leasing está orientado más a largo plazo que el renting y enfocado principalmente para los autónomos que desean contar con la opción de tener en propiedad el coche que utilizan, con l ventaja de que no tienen que aportar ningún pago inicial y que tienen menos costes financieros que la adquisición..

Cabe destacar que existen dos tipos de leasing, cerrado o abierto aunque, en cualquier caso, el plazo mínimo del contrato será de dos años. Un leasing de tipo cerrado significa que al finalizar el periodo de alquiler, el autónomo sólo tiene que devolver el coche. Si el coche presenta cualquier desgaste inusual o alguna rotura, o se ha pasado del kilometraje contratado, el profesional deberá pagar por ello. Por otro lado, el leasing abierto exige un compromiso entre el trabajador por cuenta propia y la empresa de leasing para comprar el vehículo una vez finalizado el período de alquiler. Ante estas dos diferencias, los expertos recomiendan el leasing de tipo cerrado, ya que tiene menor riesgo al final del contrato.

Ventajas:

  • El autónomo puede solicitar el servicio sin una entrada inicial.
  • Los pagos mensuales son más bajos que en el renting.
  • El trabajador por cuenta propia puede tener un coche más caro por menos dinero.
  • Al finalizar el contrato, el profesional podrá escoger entre tres opciones según lo que desee hacer con el vehículo contratado: quedárselo a cambio del pago de la última cuota (valor residual), cambiarlo por otro nuevo o devolverlo a la compañía.
  • Al igual que en el renting, las cuotas se pueden deducir en el IRPF y el IVA, en los límites y con las condiciones establecidas.
  • Exige menos garantías financieras al tramitarse desde la propia entidad bancaria del autónomo.
  • La cuota mensual puede ser variable
  • Menores costes financieros y se puede financiar el 100% del valor del vehículo.
  • Se puede cambiar de vehículo cada dos años o más.

Desventajas:

  • Como sucede en el renting, dependiendo de los términos del contrato, pueden existir restricciones de kilometraje.
  • Los costes añadidos del vehículo así como el seguro corren de cuenta del autónomo.
  • Los seguros pueden ser más caros porque se trata de un vehículo en arrendamiento
  • Si por alguna razón, el profesional necesita terminar el contrato antes de tiempo, tendrá costes por cancelación anticipada del contrato.
  • Finalmente, pueden existir costes de desgaste si el autónomo desea devolver el vehículo al final del período de contratación.

Ventajas y desventajas de la compra directa o lineal

Esta última modalidad es la más conocida por los autónomos, puesto que hasta hace unos pocos años era la única existente en el mercado.

Ventajas:

  • El autónomo es propietario del vehículo.
  • Elección del equipamiento del vehículo acorde a las necesidades de la actividad. 
  • Sin límite de kilometrajes. Algo de vital importancia para aquellos autónomos que su actividad exige que su vehículo sea su principal herramienta de trabajo y gran cantidad de desplazamientos.
  • Deducción fiscal del vehículo en algunos casos

Desventajas:

  • El profesional deberá desembolsar el precio del vehículo.
  • Además, deberá hacerse cargo de todos los gastos añadidos: seguros, talleres, mantenimiento, etc. Esto puede suponer no sólo un gasto económico sino de tiempo para al autónomo al tener que lidiar con muchas facturas y trámites que en el caso del leasing  o  renting¸ se encargaría la empresa contratada.
  • Pago de impuesto de circulación y movilidad urbana. 
  • Matriculación del vehículo