Y les obligaría a paralizar la actividad

Los transportistas esperan la decisión del Gobierno sobre las autovías porque les podría suponer 15.000 euros más al año

Los transportistas están expectantes ante la decisión del Gobierno sobre el pago por el uso de las autovías ya que, dependiendo de lo que apruebe, sus costes podrían incrementarse en 15.000 euros más al año. La subida del precio de los carburantes ya les supone un coste de 1.000 euros más al mes. 

 

 

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Los autónomos del transporte podrían pagar 90 euros o 15.000 euros por el uso de autovías
Los transportistas esperan la decisión del Gobierno sobre las autovías porque les podría suponer 15.000 euros más al año

La decisión que tome el Gobierno sobre el cobro de las autovías podría hacer que los transportistas autónomos tengan que pagar 90 euros o 15.000 euros más al año. Es decir, "dependiendo de si el Ejecutivo impone un sistema de tasas o de peajes, estaríamos hablando de una cantidad asumible para el colectivo u otra que nos haría paralizar la actividad porque no podríamos soportar ese coste", explicó José Carlos López Jato, vicepresidente de la Federación Nacional de Transportistas Autónomos (Fetransa). Lo único que parece estar claro es que el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, quiere instaurar un sistema de cobro por el uso de las autovías y, aunque la ministra, Raquel Sánchez, insistió en no denominarlo como peaje sino como "sistema de tarificación", aún no se conoce cuál será el mecanismo para cobrarlo.

Una incertidumbre que mantiene el vilo a los autónomos del sector del transporte ya que la diferencia entre los dos sistemas que bajara el Ejecutivo varía en más de 14.900 euros. Este nuevo impuesto se implantará en España en 2024 y es una de las medidas recogida en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia enviado a la Comisión Europea. Fetransa confía en que el Gobierno se termine decantando por el sistema que menos presión fiscal ejerce sobre ellos, es decir, el de las tasas, pero "aún estamos a al espera de saber cómo lo van a hacer. Esperamos que nos convoquen para una reunión en la que podamos dar nuestro punto de vista y exponer el peligro que tendría para el colectivo elegir el sistema de peaje, como ocurre en Portugal", explicó su vicepresidente.

Por el momento la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana sólo ha adelantado que se tratará de "un sistema de tarificación para asegurar el mantenimiento de las carreteras de alta capacidad", cuyo mecanismo se concretará "dentro de unos meses, y se someterá a debate de los agentes sociales, económicos y del transporte para buscar el consenso". Los autónomos del transporte admitieron que las carreteras están "muy deterioradas" y verían bien "que todo el mundo abonase una cantidad al año para mantenerlas en buen estado", pero insistieron en que debe ser un importe "asumible y que no les obligue a parar su actividad por no poder pagarlo".

¿Tasas o peajes para las autovías?

Esta polémica surge a raíz de una advertencia de Europa a nuestro país. La Unión Europea ha impuesto a los estados miembros adoptar una serie de medidas para ser preceptores de los Fondos Europeos, entre las que se encuentra el pago por infraestructuras como las autovías. Por ello, uno de los objetivos del Gobierno es que el sector de transporte acepte el pago por el uso de la infraestructura, no obstante, las propuestas que están encima de la mesa podrían "pasar de suponer un  impacto practicante nulo en la economía de los transportistas hasta obligarles a cesar su actividad por no poder pagar el impuesto", explicó López Jato. 

Un ejemplo del alto impuesto que suponen estos peajes es Portugal. "Nuestro país vecino tuvo que imponer los peajes en las autovías en 2008, debido a la fuerte crisis económica. Su sistema de cobro de estas carreteras se denomina de pórticos, una especie de estructura que te cobra automáticamente cada vez que pasas por debajo de uno. Cuesta aproximadamente unos 12 céntimos por kilómetro, lo que se traduce en 15.000 euros al año por camión", señaló el vicepresidente de Fetransa. "Esa cantidad sería inasumible para los autónomos en España, y por ello exigimos que se tenga en cuenta nuestra situación y no implanten este sistema de peaje", añadió. 

Además, según explicó el vicepresidente de la Federación, el sistema de peajes "tiene otro problema, y es su gestión". López aseguró que gestionar este tipo de cobros es "muy caro, ya que se necesita una tecnología muy avanzada". De hecho, estimó que "de los 12 céntimos que cuesta el kilómetro en el peaje, cinco o seis van destinados a la gestión del sistema, lo cual lo encarece mucho". Sin embargo, "el sistema de tasas es muy sencillo, no precisa de infraestructuras y únicamente se tiene que sacar una tasa -que puede ser por día, semana o mes- para utilizar las carreteras. Es considerablemente más económico y eficiente". 

1.000 euros más en combustible que el año pasado

A este premonitorio impuesto por el uso de las autovías en nuestro país que tendrán que soportar especialmente los transportistas autónomos, se suma el incremento de los precios del combustible. "Ya no es sólo que tengamos que hacer frente al pago de tasas o peajes para usar las carreteras, sino que también tenemos otro gastos, como es el combustible, que dificulta cada día más el desarrollo de nuestra actividad", explicó el vicepresidente de Fetransa. 

El combustible se ha incrementado en un 30% con respecto al año pasado. "El litro de gasolina vale 20 céntimos más que en 2020, lo que supone mil euros más al mes de gasto para repostar el camión", aseguró José Carlos López. Desde Fetransa apuntaron que sus vehículos gastan al rededor de 5.000 litros al mes, eso hace en el último año hayan pasado de 4.000 euros al mes a 5.000 euros. "La única opción que tenemos para poder asumir ese incremento es aumentar los precios, pero de momento los precios no suben porque nuestros clientes no quieren acrecentar el precio del transporte. Para poder recaudar mil euros más al mes se necesitaría asumir 10 céntimos mas por kilómetro", concluyó el videpresidente de la Federación.

Radiografía del coste de las autovías en Europa

Los trabajadores por cuenta propia dedicados al sector del transporte en Albania, Estonia, Islandia, Finlandia, Letonia, Lituania, Luxemburgo y Ucrania no pagan ningún tipo impositivo por el uso de las autovías del territorio. Sin embargo, existen países dentro del marco económico europeo que presentan distintas tasas que los autónomos deben de pagar por el uso de la red viaria. En el caso de Portugal, donde desde el 2008, los autónomos en todo tipo de vehículos pagan en función de los kilómetros que recorren y del tamaño de sus vehículos.

Por otro lado, Francia eliminó en el año 2000 algunos impuestos como el de circulación para no aplicar una doble  imposición a los profesionales galos. No obstante, el territorio francés dispone de un sistema de pago automático de peajes que varía en función del tipo de vehículo. Aún con todo, algunos tramos de autopistas son gratuitos en Francia como los desvíos de las autopistas a las ciudades. Asimismo, Alemania presenta un modelo peculiar y distinto al resto de países europeos, ya que principalmente se financian las carreteras mediante los presupuestos y, salvo pocas excepciones, no existen peajes en las carreteras. Los autónomos alemanes pagan anualmente un impuesto por mantener la red de carreteras del país. 

Por el contrario, los daneses son los que más impuestos per cápita pagan de todos los países de la Unión Europea (un 48%) por uso de la carretera. En Dinamarca existe un elevado impuesto de circulación (150%) basado en el consumo de combustible del vehículo que puede llegar a superar los 700 euros anuales. A ello hay que sumarle una tasa verde semestral de entre 35 y 1.200 euros y un impuesto por peso que se paga periódicamente dos o cuatro veces al año. A lo que hay que añadir el IVA más alto de Europa (25%). El caso de Holanda es similar al de Dinamarca. Los autónomos holandeses cuentan con un impuesto de registro basado en el nivel de emisiones del vehículo, y que puede superar los 12.000 euros. También su impuesto de circulación, el más alto de la UE (desde unos 400 euros a  1.600 euros al año), se basa en el tipo de combustible que utiliza el coche, además de otros factores como su capacidad de pasajeros o su peso.