Por el nuevo proyecto del ley del Gobierno

Los autónomos podrían pagar dos veces el impuesto de las bolsas de plástico

Los autónomos podrían tener que soportar dos veces el impuesto de las bolsas en sus negocios si el Gobierno aprueba el nuevo impuesto sobre el plástico.

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Los autónomos podrían pagar dos veces el impuesto de las bolsas de plástico

Los trabajadores autónomos podrían tener que soportar dos veces el impuesto que se paga por las bolsas de plástico que reparten en sus negocios, si se pone en marcha el Anteproyecto de ley de residuos y suelos contaminados que aprobó el Gobierno el pasado mes de enero. Así lo advirtió la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), al entender que el impuesto al plástico choca con el Real Decreto Ley de vender las bolsas implantado en 2018.

Este Anteproyecto de Ley pretende gravar diversos tipos de plásticos: desde los vasos para llevar el café a la oficina, hasta las toallitas, pajitas para la bebida, los cubiertos desechables, la vajilla en muchos negocios de catering, tapones, botellas, fundas, bolsas y hasta embalajes de los comercios. El problema es que las bolsas, debido al Real Decreto Ley del 2018 ya estaban gravadas, es decir, ya soportaban un impuesto, por lo que ahora podrían pasar a soportar dos.

Por eso, la CNMC advirtió que si se da luz verde a la batería de medidas que el Ejecutivo quiere poner en marcha para ayudar a mejorar el consumo responsable de España, así como a proteger el medio ambiente, tendría lugar una doble imposición sobre las bolsas de plástico ligeras, que los comercios llevan ya dos años obligados a cobrar a sus consumidores.

¿Afán recaudatorio o penalizador?

Según el director de estudios del Registro de Economistas Asesores Fiscales (REAF), Rubén Gimeno, estos impuestos a las bolsas de plástico se imponen para “desincentivar comportamientos en los ciudadanos, es decir, son penalizadores. Más que utilizarse como medio para recaudar, el fin de estos impuestos medioambientales es que la gente no utilice, en este caso, plásticos”, explicó Gimeno. No obstante, según fuentes de la CNMC, este nuevo impuesto haría que entraran unos 700 millones de euros anuales a las arcas del Estado.

Además, según los datos del Consejo General de Economistas (CGE), que se recogen en el informe "La fiscalidad ambiental en España, situación y tendencias actuales", Hacienda recaudó en 2018, exclusivamente por el impuesto a las las bolsas de plástico, un total de 26 millones de euros. Que sumados a la cantidad que el Estado espera recaudar con este nuevo impuesto al plástico, serían 726 millones de euros.

Dos impuestos sobre el mismo elemento sería ilegal

La puesta en marcha de este nuevo impuesto puede tener encuentran las contraindicaciones fiscales. “Legalmente no se pueden gravar dos impuestos sobre un mismo elemento, por tanto, sobre las bolsas de plástico solo tendría cabida el tributo adjudicado en 2018”, explicó el director de estudios de la REAF.

Es decir, en caso de que el anteproyecto saliera a la luz y se impusiera un nuevo gravamen a las bolsas de plástico, habría una doble imposición, “El Tribunal Constitucional sería el encargado de dictarlo como inconstitucional. Cosa que ya ha ocurrido en numerosas ocasiones en España”, aseguró Gimeno.

Aumentaría los gastos en los negocios

Este nuevo tributo afectaría de manera directa al colectivo de trabajadores autónomos, ya que, la mayoría de ellos disponen de bolsas de plástico para suministrar sus productos a los clientes. Desde una farmacia, hasta una ferretería, los trabajadores por cuenta propia que regentan estas actividades precisan de esas bolsas para ofrecer en sus establecimientos. 

Se trata, por tanto, de una medida que afecta muy especialmente al sector serviciosMás concretamente, al comercio, la hostelería y la restauración, puesto que es dónde se hace principalmente venta y uso de estos productos que contienen plásticos. 

Bien es cierto que cuando un producto está gravado por el IVA, el autónomo no es el que lo paga, pero sí el consumidor. Con lo cual el dueño de un negocio también se ve afectado cuando se crea un impuesto. "Para los trabajadores por cuenta propia supone un mayor gasto, ya que estará pagando más por el mismo artículo", explicó el director de estudios de la REAF.

Pero además, Gimeno apuntó también que si el autónomo no quería ver disminuidos sus márgenes de beneficio, si se implementa un nuevo impuesto, tendría que encarecer sus precios. "El dueño de un negocio no querrá que su beneficio baje, y menos en la situación actual, por ello, en caso de tener que soportar un impuesto más, se verá obligado a subir los precios de sus productos", aseguró. 

Esto repercutirá en el consumidor, quien verá como los precios en los establecimientos han aumentado. Todo esto se suma a la difícil situación que está viviendo los autónomos a raíz de la pandemia, deja al colectivo en una situación de gran inestabilidad en la que tendrán que decidir si subir sus precios para no perder los beneficios que venía generando hasta el momento, arriesgándose así a perder clientela, o bien soportar el impuesto sin modificar su oferta.