Afectados por heladas, sequías, incendios, inundaciones, etc

Hacienda publica unas deducciones extraordinarias en el IRPF para los autónomos del mundo rural

Hacienda acaba de publicar unas nuevas deducciones sobre el IRPF para todos los agricultores y ganaderos que sufrieron contingencias meteorológicas durante el 2021. 

Hacienda publica unas deducciones extraordinarias en el IRPF para los autónomos del mundo rural

Incendios, inundaciones, volcanes, sequías y heladas como Filomena, son algunas de las adversidades a las que los autónomos del mundo rural se enfrentaron en 2021. Circunstancias excepcionales que – sumado al aumento de costes del campo – han conllevado a que muchos  autónomos del campo estén en una situación límite. Para mitigarlo de alguna forma, Hacienda ha  publicado una orden extraordinaria que aplica deducciones especiales en el IRPF tanto para agricultores como ganaderos. Según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAGAP), esta medida beneficiará a unos 900.000 trabajadores por cuenta propia y supondrá una rebaja fiscal de 1.093 millones de euros. 

Estas nuevas deducciones, se suman a la reducción del 20% del rendimiento neto para todo el sector agrario aprobada el pasado marzo ( Real Decreto-Ley 4/2022), para paliar los efectos de la sequía y el incremento de los costes de producción. Como novedad, la orden publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE) por parte de Hacienda, recoge la reducción nacional de los índices de rendimiento neto de la amplía mayoría de sectores dedicados a la ganadería y agricultura. “Gracias a esta medida los autónomos del mundo rural podrán reducir el cálculo de su rendimiento neto, lo que repercutirá en una menor tasa impositiva a la hora de declarar el IRPF en el sistema de módulos”, afirmó el abogado fiscal Javier Martínez del Campo.

Además, ºe reduce el índice de rendimiento aplicable a las actividades ganaderas que alimenten el ganado con piensos y otros productos adquiridos a terceros; siempre que estos representen más del 50% del importe total de la alimentación animal. Se estima que la reducción por este concepto puede suponer un ahorro de 38 millones de euros para los autónomos. En este sentido, el índice único para todos los sectores ganaderos será del 0,50.

Del mismo modo se amplía en cinco puntos la reducción del coeficiente corrector por uso de electricidad para el riego. Así los agricultores que utilizaron la electricidad para el riego se beneficiarán de una minoración del 25% en el rendimiento neto para cultivos regables (el año anterior fue el 20%), extensible a todos los regadíos, y no solo a los de consumo estacional.

Los agricultores y ganaderos aplauden la reducción de los índices de rendimientos

Esta medida publicada y que entró en vigor el pasado 11 de mayo, ha sido bien recibida por los autónomos del mundo rural. Fuentes internas de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) valoraron positivamente una medida “necesaria y urgente”.

El Ministerio de Agricultura emitió un informe que pone de manifiesto que durante 2021 los autónomos del mundo rural han sufrido circunstancias excepcionales en su actividad. El Real Decreto 429/2007 establece que “cuando el desarrollo de actividades económicas, a las que fuese de aplicación el método de estimación objetiva, se viese alterado por incendios, inundaciones u otras circunstancias excepcionales que afectasen a un sector o zona determinada, la Ministra de Hacienda y Función Pública podrá autorizar, con carácter excepcional, la reducción de los signos, índices o módulos".  Es decir, acorde al Real Decreto, Hacienda puede reducir el IRPF a los autónomos en estimación objetiva (módulos) si su actividad se viese alterada por circunstancias como las acontecidas en la isla de La Palma o la borrasca Filomena.

“La perdida de rentabilidad que han sufrido los autónomos del campo durante 2021 ha sido dramática”, añadieron desde UPA. La brutal crisis que está atravesando España no ha hecho más que agravar la difícil situación que estaba viviendo el campo y las deducciones aplicadas por la Administración supondrán “un gran ahorro en un momento en el que apenas se generan beneficios”. “A finales de diciembre del año pasado, experimentamos un incremento de 20 euros por tonelada en la compra de piensos para nuestro ganado. La luz sigue subiendo, el gasóleo está alcanzando picos históricos, pero el de nuestros productos se mueve”, comentó Adoración Martín, ganadera del sector lácteo. Por otra parte, los piensos para el ganado se han encarecido cerca de un 30%. Al igual que las semillas (un 20%), los fertilizantes (un 300%), el agua (un 33%), abonos (un 48%) o los plásticos que se utilizan en cultivos de invernadero (46%). Costes que agravan aún más la situación del sector.

Éstas son las deducciones en los índices de rendimiento neto para los ganaderos y agricultores

Sectores agrícolas:

  • Uva para vino con D.O. de 0,32 a 0,22
  • Uva para vino sin D.O. de 0,26 a 0,18

Sectores ganaderos:

  • Avicultura de 0,13 a 0,09
  • Bovino de leche de 0,20 a 0,14
  • Bovino de carne de 0,13 a 0,09
  • Bovino de cría de 0,26 a 0,18
  • Cunicultura de 0,13 a 0,09
  • Equino de 0,32 a 0,22
  • Ovino y caprino de carne de 0,13 a 0,09
  • Ovino y caprino de leche de 0,26 a 0,18
  • Porcino de carne o de 0,13 a 0,09
  • Porcino de cría de 0,26 a 0,18
  • Apicultura de 0,26 a 0,13

Cabe destacar, que dentro de la Orden publicada por Hacienda para reducir los índices de rendimiento neto para los ganadores y agricultores incluye muchos más colectivos que los anteriormente mencionados a nivel municipal para abarcar el abanico de ecosistemas, plantaciones y ganados que coexisten en España.

¿Qué es el índice de rendimiento neto?

Los ganaderos y agricultores tributan bajo el régimen de estimación objetiva o módulos. Para calcular cuales son los rendimiento de su trabajo, la Agencia Tributaria recurre a la utilización de signos o índices externos – el mobiliario, las cabezas de ganado, la maquinaria, la superficie del terreno, el consumo eléctrico, el precio del pienso, etc. - para conocer la capacidad de pago del autónomo. A cada una de esas magnitudes – como las reflejadas anteriormente – se les asigna un importe anual a pagar. En función del número de unidades de cada signo que se emplee en la actividad se determina el rendimiento a integrar en la Base Imponible del IRPF.