Algunos consejos a los autónomos que se plantean trasmitir una actividad

Preparar con tiempo la sucesión de un negocio familiar puede ahorrar el 95% en el Impuesto de Sucesiones

Los representantes de la empresa familiar y los abogados fiscalistas recomiendan a los autónomos planificar con tiempo la sucesión de sus negocios. En algunos casos, la factura fiscal podría reducirse al máximo.

Así debe un autónomo preparar la sucesión del negocio: deducciones fiscales de hasta el 95%
Así debe un autónomo preparar la sucesión del negocio: deducciones fiscales de hasta el 95%
Preparar con tiempo la sucesión de un negocio familiar puede ahorrar el 95% en el Impuesto de Sucesiones

En multitud de ocasiones, cuando un autónomo alcanza la edad de jubilación,y decide retirarse, sus hijos o descendientes son quienes toman las riendas del negocio. Una cuestión que, según los expertos consultados por este diario, se recoge en la legislación para facilitar la sucesión y la continuidad de la empresa.

Sin embargo, los representantes de la empresa familiar y los abogados fiscalistas recalcaron la necesidad de preparar esta sucesión con tiempo. De esta manera, explicaron, podrán acogerse a las importantes deducciones fiscales en el traspaso del negocio, y también evitar discusiones y conflictos entre los miembros de la familia que, pese a no trabajar en la empresa, podrían seguir siendo accionistas tras la jubilación del empresario.

En el apartado tributario, los expertos recordaron que los autónomos y sus sucesores pueden deducirse hasta el 95% del Impuesto de Sucesiones en algunos casos. Un importante ahorro que puede complementarse con otras ventajas según la comunidad autónoma, por lo que conviene revisar los requisitos en cada territorio.

Por otro lado, a nivel de organización, los representantes de la empresa familiar subrayaron la importancia de mantener una comunicación fluida, y dejar bien atado antes de la jubilación las funciones y el papel que cada sucesor -en caso de haber más de uno- tendrá en el negocio después de la retirada del autónomo.

Los herederos de un negocio podrían ahorrarse hasta el 95% del Impuesto de Sucesiones

Según recordó a este diario Leonardo Cárdenas, director del departamento de derecho tributario del despacho AGM Abogados, la principal ventaja que los herederos de un negocio pueden disfrutar es la reducción del 95% en el Impuesto de Sucesiones, que se tributa en función del valor de un negocio. Así, en el caso de una empresa con un valor de un millón de euros, la nueva generación de autónomos sólo tendría que aplicar el porcentaje de impuestos sobre 50.000 euros.

“En líneas generales, a nivel tributario lo que se establece en la ley es una clara intención de proteger la continuidad de los negocios familiares para que no se pierdan los trabajos ni el tejido empresarial”, afirmó Leonardo Cárdenas. “Para ello, se establecen unas deducciones en los impuestos de Sucesiones y Donaciones cuando se trata de negocios o actividades económicas, en el caso de los autónomos, cuando se demuestre que es la principal fuente de ingresos”, explicó.

Sin embargo, en el caso de una sociedad mercantil, los requisitos son diferentes. Por ello, el abogado fiscalista recomendó “planificar con tiempo todas estas cuestiones para poder acogerse a todas las deducciones posibles y minimizar el pago de los impuestos.”

En líneas generales, los requisitos para acogerse a esta deducción del 95% en el Impuesto de Sociedades son los siguientes, según se recoge en la ley que regula este tributo:

  • Que el donante tenga 65 años o más, o se encuentre en situación de incapacidad permanente absoluta o Gran Invalidez.
  • Que, si el donante tuviera funciones de dirección, dejara de ejercer las mismas, así como de percibir cualquier remuneración por estas tareas desde el momento de la donación del negocio. “A estos efectos, no se entenderá comprendida entre las funciones de dirección la mera pertenencia al Consejo de Administración de la sociedad”, matiza la legislación.
  • El heredero del negocio deberá mantener el mismo “y tener derecho a la exención en el Impuesto sobre el Patrimonio” durante los diez años posteriores, “salvo que falleciera dentro de este plazo.

Además, de ésta, Leonardo Cárdenas explicó que existen otras deducciones autonómicas, que varían en función de cada región. “El ahorro de impuestos puede ser tan importante que se podría transmitir el negocio sin prácticamente pagar impuestos”. Por ello, el abogado fiscalista recomendó que, “cuando se comience a plantear la sucesión del negocio, se estudie y analice cada situación, así como la clara intención del heredero o sucesor de continuar en la actividad.”

¿Cuándo es el momento de trasmitir un negocio? Los expertos recomiendan que el heredero haya trabajado en él

A nivel interno, los autónomos que decidan dejar el negocio a sus hijos o sobrinos después de jubilarse también deben tener algunos factores en cuenta, sobre todo cuando decidan que habrá más de un sucesor, o cuando una parte de la familia permanezca dentro de la sociedad como accionista. Aunque, en resumidas cuentas, todo sigue pasando por la planificación.

Así lo valoró a este medio Marta Beltrán, directora de la Asociación de la Empresa Familiar de Madrid (ADEFAM). “No sirve que un empresario de 70 años decida que se va a jubilar y se ponga a elaborar el proceso de sucesión en su negocio. Cuando se hace de forma abrupta, es mucho más difícil que se lleve a cabo con éxito”, explicó.

Entonces, ¿cuándo es el momento idóneo para comenzar a plantear la sucesión del negocio? “Recomendamos que se haga en un momento en el que no exista tensión empresarial ni familiar. Cuando el negocio se encuentra en crisis, estas decisiones suelen tener poco éxito. Sin embargo, en el momento más dulce, aunque puede dar algo de pereza plantearlo, es el momento ideal, porque todo el mundo está más tranquilo”, explicó Marta Beltrán.

Para ella, una de las claves para que la sucesión del negocio se realice con éxito es que, “a ser posible, las dos generaciones -la del sucesor y la del sucedido- deben convivir dentro del negocio el máximo tiempo posible para que exista una sucesión ordenada, que es algo fundamental.”

Además, los empresarios familiares deben valorar otra serie de cuestiones, como las funciones que pasará a ejecutar cada miembro de la familia tras la sucesión, o la relación que guardará cada parte cuando, por ejemplo, sólo un hijo trabaja en la empresa, pero el resto se mantenga como accionista de la sociedad. “Ya sea una empresa muy pequeña o más grande, debe haber un plan claro en el que se diga quién es la persona que va a suceder. Cuanta más antelación tenga, mejor”, explicó la directora de ADEFAM.

Sin embargo, “cada empresa familiar es diferente. A veces hay tíos o sobrinos implicados, no todos trabajan en el negocio… No hay una receta mágica, simplemente una buena comunicación entre todos los miembros para que haya el máximo consenso posible en las decisiones que se tomen”, concluyó a este diario Marta Beltrán.