Los asesores fiscales repasan los seguros que los autónomos podrán deducirse en la próxima RENTA

El próximo 3 de abril comienza el plazo que la Agencia Tributaria abrirá para presentar la declaración de la Renta. A partir de ese momento y hasta el 30 de junio, todos los autónomos que hayan estado dados de alta en algún momento durante 2023 tendrán que presentar la declaración del Impuesto de la Renta sobre las Personas Físicas (IRPF), donde podrán incluir una serie de gastos deducibles, entre los que se encuentran los seguros.

En este caso, se trata de uno de los elementos que pasan más desapercibidos cuando el autónomo se dispone a recopilar información sobre aquellos gastos que puede desgravar en la Renta, pero que Hacienda considera como gasto deducible en la declaración del IRPF y que los asesores y gestores fiscales conocen a la perfección. 

A falta de un mes para que dé comienzo la campaña, muchos trabajadores por cuenta propia estudian los gastos a los que pueden aplicar deducción, “una de las tareas que más dudas y errores genera en el caso de los trabajadores por cuenta propia”, según a este diario Adolfo Jiménez, Presidente de la Asociación Española de Asesores Fiscales y Gestores Tributarios (Asefiget).

Así, dentro de las dificultades para deducir gastos a la que pueden verse sometidos los autónomos ante la Agencia Tributaria, los trabajadores por cuenta propia deben saber que "tienen derecho a deducir el importe de la prima de determinados seguros”, aclaró Jiménez, "y en muchos casos, corresponde al 100% del importe de la prima". 

Deducción del seguro de Responsabilidad Civil

El seguro de Responsabilidad Civil ―la póliza para aquellos casos en los que el autónomo debe indemnizar a un tercero o a sus empleados por determinados daños físicos, materiales o morales― es uno de los seguros que los autónomos pueden desgravar en su declaración de la Renta. 

Según el Código Civil, cualquier persona que causa un daño a otra está obligada a resarcir a la afectada por esos daños causados. Así, la responsabilidad civil es la obligación que tiene el autónomo o empresa de indemnizar el perjuicio que haya causado a un tercero, sea por omisión o por acción. 

Por ello, para salvaguardar el patrimonio del negocio, es habitual que los autónomos tengan contratado un seguro de responsabilidad civil, siendo, además, obligatorio, en el ejercicio de determinadas profesiones. Entre ellas, los administradores concursales, profesionales del sector financiero, abogados, peritos, agencias de viajes, gestores de instalaciones deportivas, personal sanitario (médicos, fisioterapeutas, etc.) y otros profesionales del ámbito sanitario privado, empresas de transporte de viajeros y escolar o autónomos de la restauración y la hostelería. 

Así, el pago de la prima por esta póliza que el autónomo realiza para que la compañía de seguros se haga cargo de la correspondiente indemnización es deducible en la declaración del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas.  En concreto, la AEAT permite aplicar la deducción del 100% de la prima cuando las coberturas estén contratadas para proteger al autónomo en su actividad profesional, explicó a este diario Adolfo Jiménez. 

Deducción del seguro de responsabilidad profesional 

Además de las pólizas del seguro de responsabilidad civil, más generales, existen los seguros de Responsabilidad Profesional, que sirve para responder a las reclamaciones de terceros por las consecuencias económicas de perjuicios personales, materiales o patrimoniales generados como consecuencia de la actividad profesional que desarrolla el autónomo”, explicó Jiménez a este diario. 

Mientras que la prima del seguro de Responsabilidad Civil sirve para cubrir los daños personales, materiales y económicos a otras personas, la póliza del seguro de Responsabilidad Profesional abarca los daños derivados específicamente de la actividad profesional, como sería las reclamaciones que puedan surgir por negligencias, omisiones, y errores profesionales derivados del ejercicio de la profesión. “Sería para autónomos que brindan servicios profesionales a otros”.

Éstas son deducibles en la Renta “si se es profesional” y permiten desgravar el 100% de la prima, detalló el abogado.

Deducción del seguro de responsabilidad penal 

Hay seguros de responsabilidad civil que dentro de sus coberturas incluyen los gastos de defensa jurídica que puedan surgir ante una investigación penal, y son habituales en negocios de mayor tamaño. 

Este tipo de seguros también serían, en principio, deducibles al 100%, aclaró Jiménez. 

Deducción del seguro de asistencia sanitaria

Este tipo de pólizas cubren la prestación de servicios médicos y quirúrgicos asignados en la póliza bajo las circunstancias previstas en la contratación del seguro, una vez que se ha recopilado información sobre el estado de salud, el historial médico y el estilo de vida del particular. 

Con frecuencia, el abono de las primas puede clasificarse en función del número de asegurados, “ya que las entidades permiten la contratación de las pólizas de manera individual, familiar y grupal”, en función de la póliza que se quiera contratar. 

A efectos de IRPF, las primas satisfechas por el seguro de salud correspondientes no solo a la propia cobertura del autónomo, sino también por la de su cónyuge e hijos menores de 25 años que convivan en el hogar familiar. Como explicó Jiménez, el límite para la deducción son 500 euros por persona y año de la unidad familiar, si bien estas cantidades podrían aumentar en casos de discapacidad reconocida. 

Deducción de seguros para cubrir bienes de la actividad 

Dependiendo del tipo de actividad, por norma general, “se pueden desgravar sin problema aquellos seguros abonados para proteger bienes destinados al desarrollo de la propia actividad por cuenta propia”, apuntó el asesor fiscal.

Así, aquellos autónomos que hayan contratado seguros que cubran bienes objeto de la actividad ―incluso los de transporte―  pueden deducir el importe íntegro de la prima en la declaración del IRPF. 

Como ejemplo, los seguros por daños en mercancías, de averías, de robo, o de incendios, entre otros. 

Deducción del seguro de hogar 

Este seguro puede deducirse con ciertas limitaciones. Según la situación, como explicó el asesor fiscal, si el autónomo ha dado de alta la parte de la casa que se dedica a la actividad, todos los gastos inherentes a la propiedad, o alquiler de la vivienda son deducibles un 30% del porcentaje de la vivienda dada de alta, incluido el seguro. 

Según valoró Jiménez, “no supone un gran ahorro, teniendo en cuenta el alto número de horas que trabaja un autónomo semanalmente”. Sin embargo,  “si el autónomo alquila una oficina, la deducción aumenta el porcentaje al 100%".  

Deducción del seguro de automóvil

Este seguro también presenta limitaciones en la deducción.  Es un seguro cuya deducción “suele crear complicaciones para los trabajadores por cuenta propia y sus asesores”, debido a la dificultad de demostrar ante Hacienda el porcentaje de utilización del mismo. Según detalló el asesor fiscal, “en todo caso, el mismo porcentaje que fuera deducible por la adquisición del automóvil, lo sería de la prima de seguro”, pero no es un seguro que se pueda desgravar fácilmente ante la Agencia Tributaria. 

Por supuesto, en aquellos casos en los que el autónomo utiliza un vehículo profesional del que se considera su uso completamente afecto a la actividad  ―como sucede con un taxista o transportista― no existe ninguna limitación. Y “para los agentes comerciales, dados de alta en dicho epígrafe y en su colegio”, tampoco, apuntó Jiménez.