Qué es el remanente de tesorería y para qué sirve

El remanente de tesorería es la cantidad de dinero de la que dispone una empresa, teniendo en cuenta los cobros pendientes y los pagos.
Remanente de tesorería
Remanente de tesorería
Qué es el remanente de tesorería y para qué sirve

Uno de los indicadores financieros clave para el negocio de las empresas es el remanente de tesorería, al ser una métrica que permite medir su salud financiera.

Se trata de un concepto algo complejo de abordar, pero que se debe tener en cuenta de cara a realizar una correcta gestión financiera de la entidad. 

Pero no te preocupes, en este artículo explicaremos qué es el remanente de tesorería, para qué sirve y cómo puedes calcularlo.

  1. ¿Qué es el remanente de tesorería?
  2. De qué se compone el remanente de tesorería
  3. ¿Cómo se calcula el remanente de tesorería?
  4. Qué hacer si el remanente de tesorería es negativo

¿Qué es el remanente de tesorería?

El remanente de tesorería es la cantidad de dinero que queda disponible tras haber pagado todos los gastos inversiones correspondientes a un ejercicio económico. De modo que se trata del saldo final que queda en la cuenta corriente de la entidad al cierre de su ejercicio.

Así las cosas, un remanente de tesorería positivo indica la buena salud financiera de la compañía, al tener más recursos líquidos de los que necesita la empresa para hacer frente a sus obligaciones.

Si el remanente de tesorería es negativo, puede revelar una mala gestión de la tesorería, lo que podría abocar a la empresa a problemas financieros futuros.

Este concepto es útil para conocer cuál es el dinero “libre de cargas” que se puede destinar a fines como la inversión en nuevos proyectos, la reducción de la deuda existente o la creación de una reserva de liquidez para necesidades futuras.

También se transforma en un indicador esencial para las administraciones públicas, especialmente para las entidades locales, porque permite valorar su solvencia financiera a corto plazo.

Qué elementos componen el remanente de tesorería

El remanente de tesorería tiene distintos ítems que lo componen, como derechos pendientes de cobro, los fondos líquidos de tesorería y créditos de pago pendiente. A continuación repasamos cada uno de ellos. 

Derechos pendientes de cobro

Los derechos pendientes de cobro son aquellos que surgen cuando una empresa presta un dinero o un servicio a otra, pero no se cobran de forma inmediata, sino que se fija una fecha límite de pago para el servicio. 

Contar con un exceso de derechos pendientes de cobre puede funcionar en contra de la compañía, ya que técnicamente está prestando el dinero por adelantado. No obstante, los cobros son un tipo de anotación financiera fiable y rastreable, de modo que se consideran activos casi tangibles.

Por esta razón es posible considerarlos como dinero corriente y casi líquido llegado un determinado momento, ya que al cobrarse pueden utilizarse para cancelar otras deudas a corto plazo, o pagar otras deudas y obligaciones. No obstante, hay que tener en cuenta que los derechos pendientes de cobro siempre implican el riesgo de impago.  

Para las empresas públicas, las deudas suelen cobrarlas a empresas a las que ofrecen créditos o que deben pagar tributos directos o punitivos, por lo que muchas veces las empresas y los ciudadanos deben dinero al Estado por sus cotizaciones sociales, pero otras veces, a modo de multa por algún comportamiento fiscal inapropiado.

Fondos líquidos de tesorería

El fondo líquido de tesorería es el dinero del que dispone una empresa. Agrupa el dinero en efectivo y en cuentas bancarias y representa la capacidad de pago de la empresa. Lo que sobre tras restar los pagos y los cobros contribuye al ratio de liquidez.

Este fondo se utiliza para hacer frente a todo tipo de pagos generados por la propia actividad y puede ampliarse en función de los beneficios. 

No obstante, se debe tener en cuenta que no siempre se busca engrosar el fondo de liquidez, aunque sea una buena forma de evitar que una empresa incurra en impagos. Por lo general, este fondo se utiliza para necesidades muy líquidas. 

La diferencia entre los cobros y pagos suele conformar una parte importante de los beneficios de una empresa. Es por eso que la diferencia puede utilizarse para el fondo de tesorería, reinvertir en otras áreas o utilizarse en actividades ajenas.

Créditos pendientes de pago

Los créditos pendientes de pago, son un concepto antagónico a los derechos de cobro. Estos créditos son recursos financieros que la empresa solicitó en un determinado momento, pero que tiene la obligación de devolver. El plazo para hacer efectivos estos pagos suele estar estipulado por adelantado.

En general son pagos por servicios prestados por anterioridad o suministros por parte de proveedores. Puede tratarse de un crédito contraído anteriormente que debe devolverse posteriormente, con mayores o menores intereses.

Los pagos deben estar respaldados por una liquidez efectiva, ya que no es conveniente realizar estos gastos con ingresos menores o con la esperanza de cobrar deudas atrasadas. 

No es recomendable confiar en hacer frente a un pago mediante la venta de un recurso interno y tangible. Por eso, este tipo de créditos son una parte esencial del remanente de tesorería.

¿Cómo se calcula el remanente de tesorería?

Para realizar el cálculo para el remanente de tesorería, se deben tener en cuenta todos los conceptos que lo componen. Para ello, sumaremos los fondos líquidos de tesorería a los derechos de cobro pendientes y restando los créditos pendientes de pago. 

La fórmula para el cálculo del remanente de tesorería sería la siguiente: 

  • Remanente de tesorería = fondos líquidos de tesorería + derechos de cobro pendientes – créditos pendientes de cargo.

Qué hacer si el remanente de tesorería es negativo

El remanente de tesorería puede ser negativo en caso de que los gastos superen a los ingresos. Esta situación provocaría que los recursos líquidos fueran insuficientes para mantener la viabilidad del negocio.

Cuando se da este caso, la entidad o empresa debe obtener recursos externos para financiar ese déficit de fondos para evitar una situación de insolvencia.

Un remanente negativo de tesorería puede darse cuando se experimenta una disminución en la demanda de servicios debido a la competencia de otras empresas.

Se puede poner como ejemplo una empresa con un flujo de caja proyectado para el mes de mayo de 50.000€, pero que por un problema en la actividad, los costes de producción para ese mes ascendieron a 60.000€ y además hay gastos operativos adicionales por 10.000€. 

Se suma, que la empresa tiene una cuenta por cobrar pendiente de 20.000€, que no espera cobrar hasta el próximo mes.

En este ejemplo, la empresa tendría un remanente negativo de tesorería de 40.000 (50.000 – 60.000 – 10.000 = -40.000 €), lo que significa que la empresa no tiene suficiente efectivo disponible para cubrir sus obligaciones financieras a corto plazo. 

Ante esto, enfrentaría dificultades para pagar sus facturas y cumplir con sus obligaciones financieras, por lo que se encontraría en una situación de remanente negativo de tesorería.