Los agricultores alertan: 80.000 km2 dejarán de cultivarse por la aprobación de una nueva ley europea
El Parlamento Europeo ha aprobado la Ley de Restauración de la Naturaleza pese a las denuncias y quejas que los agricultores han venido haciendo en los últimos meses. Según la información facilitada por la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja), la Ley de Restauración de la Naturaleza implicará que cerca del 40% de la superficie que está bajo la “Red Natura 2000” quedará totalmente improductiva y afectará a los medios de vida de los autónomos que vivan en ella, ya que no se permitirá la actividad agrícola que hasta ahora se estaba realizando, “pese a cumplir ya con numerosos condicionantes como son las Zonas Especiales de Conservación (ZEC) así como de Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA)”.
Según los datos oficiales, en España, la Red Natura 2000 ocupa una superficie de más de 138.000 kilómetros cuadrados y una superficie de 84.300 kilómetros cuadrados en el mar. Es decir, un total de 222.300 kilómetros cuadrados de territorio español se encuentran bajo esta red. Con la aprobación de la nueva ley, y teniendo en cuenta que cerca del 40% de esta superficie quedará totalmente improductiva, los agricultores y pescadores dejarán baldía una superficie -tanto terrestre como marítima- de más de 80.000 kilómetros cuadrados que hasta ahora daba de comer a cientos de agricultores y pescadores.
No obstante, según explicaron a este diario fuentes de Asaja en Bruselas, "el acuerdo no está cerrado del todo porque se encuentra en Trílogos y, por tanto, el texto puede sufrir modificaciones a peor, que es lo más seguro, o a mejor". Desde la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja) han mostrado su preocupación e indignación al respecto, catalogando esta ley de “insultante” y asegurando que los eurodiputados que dieron su voto a favor en Estrasburgo son unos “traidores”.
Una ley “fundamentalmente mal preparada” que perjudicará a los agricultores
Tras meses de debate, la Ley de Restauración de la Naturaleza ha sido aprobada en el Parlamento Europeo por un ajustado margen, registrándose un total de 324 votos a favor y 312 votos en contra. El resultado de la votación ha causado una gran preocupación y malestar entre el sector agrícola, que llevaba desde el año pasado denunciando que esta nueva legislación “pondría en peligro sus medios de vida y la producción de alimentos en la Unión Europea”.
Tras la aprobación de la ley, fuentes de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja) reconocieron “la importancia de preservar y proteger” el entorno natural y su intención de mantener su compromiso con la restauración de la naturaleza “en armonía con la actividad agrícola”. Sin embargo, denunciaron, desde la asociación tienen “discrepancias significativas” con respecto a esta ley en específico y las implicaciones que supone para los agricultores españoles y europeos.
En palabras de Asaja, “es importante recordar” que los agricultores no están en contra de la restauración de la naturaleza, tal y como se ha estado diciendo. “Somos conscientes de nuestro papel como defensores de la tierra y reconocemos la necesidad de adoptar prácticas agrícolas sostenibles que promuevan la biodiversidad y la conservación de nuestros ecosistemas. Sin embargo, consideramos que, a pesar de las enmiendas, esta ley sigue estando fundamentalmente mal preparada y seguirá siendo inaplicable para los agricultores y propietarios forestales.
Los agricultores y pescadores deberán abandonar sus medios de vida en las zonas afectadas
Según datos facilitados por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, la Red Natura 2000 está formada actualmente en España por 1.468 Lugares de Importancia Comunitaria (LIC) y por 662 Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA), que comprenden en conjunto una superficie total de entorno más de 222.000 km2.
De esa extensión total, más de 138.000 km2 corresponden a superficie terrestre, lo que representa aproximadamente un 27,35% del territorio español, y unos 84.300 km2, a superficie marina.
En el futuro, los negocios que se encuentren afectados por estas zonas hiperprotegidas deberán abandonar sus actividades lo que también afectará a los modos de vida tradicional de miles de pueblos de España.
La ley ha sido diseñada sin tener en cuenta a los agricultores de cada región
La organización europea que agrupa las cooperativas y entidades agrarias de la Unión Europea, COPA-COGECA, lleva desde 2022 solicitando a los partidos políticos que se tumbe esta nueva ley. Un discurso al que desde el principio se sumó la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja), quienes aseguraron a este diario que “una buena” Ley de Restauración de la Naturaleza “no puede diseñarse sin el claro compromiso de los agricultores y pescadores”.
Según la asociación, el hecho de que, antes de su aprobación, la ley fuese rechazada tres veces en los comités del Parlamento Europeo que tienen competencias sobre el sector primario “ya muestra hasta qué punto el planteamiento de la Comisión Europea ha sido divisivo, punitivo e ideológico”.
Por este motivo, explicaron fuentes de Asaja, su oposición ante esta ley se sustenta “en la falta de equilibrio y flexibilidad” que tienen las medidas que han sido propuestas.
“Creemos firmemente que la restauración de la naturaleza debe tener en cuenta las particularidades de cada región y las diferentes prácticas agrícolas que se emplean en Europa”, aseguraron. Sin embargo, la ley no ha sido diseñada teniendo en cuenta estos factores y no se ha hecho caso a las peticiones de los profesionales del sector.
Una ley que no cuenta con el Campo, diseñada en los despachos por eurodiputados "traidores", dicen los agricultores.
Tras el resultado de la votación, la asociación de agricultores calificó de “traidores” a todos aquellos eurodiputados españoles que respaldaron en Estrasburgo la legislación. Una normativa que, sin embargo, “fue diseñada en los despachos sin los agricultores y contra los agricultores, ya que contempla nuevas restricciones y prohibiciones a la actividad agraria que van a recrudecer la crisis de rentabilidad, la falta de relevo generacional, el envejecimiento de la población agraria y el abandono de tierras de cultivo”.
Desde la asociación quisieron aclarar que todos están “a favor de la restauración de la naturaleza”. Sin embargo, de lo que están en contra es de “cómo los políticos que no pisan la tierra pretenden legislar sobre ella a costa de expulsarnos de nuestros campos”.
Según Asaja, “no habrá sostenibilidad ni lucha contra el cambio climático sin un campo rentable, pues son los titulares de las explotaciones agrícolas, ganaderas y cinegéticas los que han creado y conservan paisajes y ecosistemas únicos”.
Según explicó el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, se establece como objetivo global que los Estados miembros deberán poner en marcha medidas de restauración que, en conjunto, cubran, para 2023, al menos el 20% de las zonas terrestres y marítimas de la Unión Europea y, para 2050, todos los ecosistemas que necesiten restauración.
Asimismo, se establecen una serie de objetivos específicos para la restauración, entre otros, de ecosistemas terrestres; ecosistemas marinos; conectividad de ríos y de las funciones naturales de las llanuras de inundación; ecosistemas agrícolas, y ecosistemas forestales.
Desde asociaciones como la Fundación Global Nature se ha defendido la postura de que la Ley de Restauración de la Naturaleza “es imprescindible”, alegando que la ley “propone un cambio sin precedentes en nuestra relación con el campo e implica que quien destruya pague y esté obligado a restaurar, con una consecuente reforma de políticas que incentivan la destrucción de la naturaleza”.