Ven inevitable una escalada de precios

Los autónomos afectados por la crisis energética recuerdan que el problema es anterior a la guerra y creen que las medidas del Gobierno llegan tarde

El Gobierno ha prometido medidas para luchar contra la subida de los costes energéticos. Sin embargo, distintos sectores de autónomos recuerdan que llevan muchos meses soportando este problema sin que el Ejecutivo hiciera nada al respecto. Ahora, aseguran, las rebajas fiscales llegan tarde.

La inflación y los altos costes energéticos asfixian a los autónomos.
La inflación y los altos costes energéticos asfixian a los autónomos.
Los autónomos afectados por la crisis energética recuerdan que el problema es anterior a la guerra y creen que las medidas del Gobierno llegan tarde

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, aseguró que el próximo 29 de marzo el Ejecutivo aprobará un Plan Nacional para responder al impacto económico y social provocado por la invasión de Ucrania, que incluiría rebajas en varios impuestos. El Ejecutivo pretende compensar los altos costes energéticos – gas, luz y carburantes – que han encarecido hasta en un 40% los gastos fijos de todo el tejido productivo. Sin embargo, distintos sectores de autónomos – transportistas, hostelería, peluquerías, agricultores y pequeños comercios – venían advirtiendo del aumento de los costes energéticos que viene produciéndose desde hace meses y su consecuente impacto en la economía. Un problema que se une a otras decisiones del Gobierno como la subida del Salario Mínimo Interprofesional, la nueva Reforma Laboral, la inflación o la subida de cuotas a la Seguridad Social. Es una suma de costes con los que estos trabajadores por cuenta propia han tenido que lidiar sin haberse recuperado aún de la crisis de la pandemia.

“A corto plazo lo que más está afectando a los autónomos y pequeños negocios es el incremento de la energía eléctrica o los combustibles”, aseguró Carlos Moreno-Figueroa, portavoz y miembro del Comité Ejecutivo de la Confederación Española de Comercio (CEC). “Esto no es nuevo. La guerra en Ucrania es bastante reciente. Por supuesto que condiciona muchísimos aspectos de la cadena productiva. Pero llevamos meses denunciado la subida del precio de la luz, que supone un 30% de los costes fijos de miles de comercios y trabajadores por cuenta propia”, aseguró Moreno-Figueroa. “Las medidas que el Gobierno quiere implantar llegan tarde. Por supuesto que facilitará algo a los emprendedores, pero una reducción del IVA del 21% al 6 o 4% ubicará el precio de la luz al mismo escalón que estaba en el mes de febrero. Un importe muchísimo más alto del que se estaba pagando hace un año”, añadió el portavoz de CEC.

“El incremento del  Índice de Precios al Consumo ya estaba ahí antes de la guerra. En febrero subió hasta el 7,4% y el conflicto aún no había comenzado. Está repercutiendo en todo, tanto para autónomos como sus clientes. Los proveedores están aplicando subidas de todo tipo lo que se traduce en que las pequeñas tiendas y comercios se vean obligados a subir sus precios de cara al público”, enfatizó Moreno-Figueroa. “No podemos tolerar que el Gobierno se excuse en lo que está pasando con la guerra. Durante el último año nos hemos topado con leyes como la Ley de Garantías al Consumidor (Real Decreto-ley 7/2021) que ha hecho que los bienes duraderos hayan incrementando su precio – lavadoras, televisores, equipos informáticos, etc. -.Todas las subidas fiscales y reformas alejan al consumidor de las tiendas porque se encuentran con precios más caros por culpa de la inflación”, valoró el portavoz de CEC.

“Estamos viéndolas venir. Las posibles reducciones que apruebe el Gobierno serán una tirita para una herida que lleva meses sangrando y que no parará de hacerlo en los próximos meses. Sabían desde hace un año y medio que sectores cruciales como la alimentación o el transporte estaban sufriendo muchísimo. De ellos vivimos todos y no creo que una rebaja del IVA sea suficiente. España tiene que acordar un Pacto de Estado para enfrentar el gran problema energético que siempre que hay una crisis asola en nuestro país. Dependemos de Francia y Argelia para todo. La electricidad ha subido un 80%, la gasolina un 50% y el gas butano un 30%. Es una espiral de gastos que nadie puede asumir”, comentó Moreno-Figueroa.

Los pequeños negocios perderán capacidad de contratación por el aumento de sus costes fijos

“A corto plazo no se contemplan despedidos en los pequeños negocios, pero el problema sí afectará a la contratación. La subida del SMI va a frenar la creación de empleo y el que se cree no va a poder ser indefinido. Los nuevos sistemas de contratación incluidos en la Reforma Laboral difícilmente van a alentar a buscar nuevos empleados para los negocios”, expuso Moreno-Figueroa. “Desde enero estamos notando una gran caída en la contratación, el comercio de proximidad se está contrayendo después de una pandemia. La recuperación no llega”, aclaró el portavoz de CEC.

El desabastecimiento de productos lleva a hosteleros y comerciantes a subir sus precios

Es común en estos días que los clientes que se acerquen a un comercio vean etiquetas en los estantes en el que se restringe la compra de determinados productos derivados de los cereales, en especial en artículos como lo pasta o el aceite de girasol. “La falta de cereales, dado que Ucrania es uno de los principales exportadores a Europa, no sólo afecta a productos de la cesta de la compra sino a toda la cadena productiva. Los ganaderos no tienen pienso para sus rebaños. Los restaurantes no tienen aceite para sus frituras. Los comercios no tiene su oferta de productos habitual e incrementan el valor de panes, patatas fritas o cualquier producto que lleve harina”, explicó Moreno Figueroa.

Este puede ser el caso Jonatan Yagüe, propietario de las Pastelerías La Oriental en Madrid. Desde el estallido de la guerra en Ucrania, el incremento del aceite de girasol y desabastecimiento de este producto ha provocado que “no pueda ofrecer el servicio que queremos”. “Estamos limitados. Los proveedores sólo nos pueden servir 25 litros por semana. No producimos nada, no podemos casi ni llenar una sartén”, expuso el autónomo. “Ahora mismo gastamos 300 litros de aceite de girasol a la semana. Donuts o torrijas son alguno de los productos más demandados en estas fechas. Estamos buscando alternativas como el aceite de oliva o el de orujo. Aceites que no son compatibles con la pastelería o repostería. Sin embargo, el aceite de girasol ya es igual de caro que el de oliva. Lo que conlleva que a mayor demanda de aceite de oliva, este también se encarezca”, añadió el trabajador por cuenta propia.

Caso similar sucede en negocios que requieren al 100% del aceite de girasol para su actividad como son las churrerías. El presidente del gremio de Churrerías y Buñoleros de la Comunitat Valenciana, Narciso Laza admitió que el incremento del precio del aceite de girasol “está matando a los churreros”. “Algunos precios han pasado de los 4 a los 8 euros en muchos establecimientos. Estamos acostumbrados a tener unos costes. Pero si el precio del aceite pasa de 1,10 en septiembre a 2,60 el litro en la actualidad no tenemos otra alternativa que subir nuestros precios. Ya no sólo es el aceite, es el papel, es el gas, es todo”, aclaró el representante de los churreros.

Asimismo, los menús de los restaurantes también se están viendo afectados por el desabastecimiento de aceite de girasol. “Además de incrementarse nuestra factura de la luz en casi 1.000 euros al mes, se están encareciendo el precio de todos nuestros productos. Estamos mermando nuestra ganancias”, comentó Thor Rodríguez Boneco, presidente de la Asociación de Hostelería de Santiago de Compostela. “Tenemos miedo de subir nuestros precios y que los clientes huyan. La hostelería demanda muchísimo aceite de girasol. Principalmente porque – a diferencia del aceite de oliva – aguanta temperaturas más altas y se puede reutilizar más. Muchos restaurantes han quitado las frituras de su menú del día para abaratar costes ¿Cómo puede ser caro un escalope con patatas? Además, las frituras son cocina rápida y ayudan a la efectividad de los servicios. Se ha convertido en un artículo de lujo”, añadió Rodríguez Boneco.

La subida de los precios de los menús también afecta directamente a los autónomos dedicados al turismo y hospedaje ven muy difícil cerrar banquetes para bodas o eventos. “Es imposible determinar el valor de algo si cada semana suben los costes fijos. Las bodas se preparan con un año de antelación. Pero un hostelero no sabe si la comida que va a servir va a ser posible con el presupuesto del año anterior, puede variar muchísimo”, comentó Rodríguez Boneco.

El incremento de la gasolina también se come los beneficios de los transportistas

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, explicó en el Congreso de los Diputados que el encarecimiento del gasóleo se debía principalmente a “la guerra de Putin” y a la falta de abastecimiento de ciertos recursos, principalmente energéticos. Sin embargo, como hemos venido informando en este medio, desde principios de 2021, tras la vuelta a la actividad de muchos negocios y empresas después de la pandemia, el precio de la gasolina se disparó. Actualmente, la gasolina Sin Plomo 95 cuesta 1,85 euros el litro, 30 céntimos más que en febrero de este año. Asimismo, el gasóleo ronda los 1,81 euros por litro, que en el último mes se ha encarecido en 40 céntimos. Ambos combustibles han tocado techos históricos nunca antes vistos en España.

“Necesitamos que el Gobierno intervenga los precios de la gasolina”, explicó Antonio Villaverde, presidente de la Asociación de Transportistas Autónomos (ATA). “Tras realizar una asamblea entre las distintas asociaciones del transporte nacional, hemos pedido una reunión de urgencia con el Ministerio de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana que consiga paliar los efectos que los altos precios del carburante están causando a nuestro sector”, añadió el representante de los transportistas. “Los acuerdos a los que llegamos tras convocar el paro nacional se han quedado escasos. Esta situación no es nueva, no surge por una guerra entre Rusia y Ucrania, desde diciembre de 2021 la situación se ha vuelto insostenible tras un largo recorrido de subidas”, aclaró el autónomo.

“Ante ello, muchas voces del sector están anunciado un paro técnico. Esto no es una huelga, es sencillamente dejar parado el camión o la furgoneta porque no puedes siquiera arrancar el coche tal y como está la gasolina. No es una protesta, es una cuestión de viabilidad de la actividad. Si te cuesta más caro producir melones que venderlos, no te dedicas a vender melones”, aclaró Villaverde. “Están descapitalizando el sector, la gasolina se come más de un tercio de nuestros ingresos. Ni siquiera me atrevo a cerrar tratos con clientes porque no sé cuanto van a ser los costes reales del combustible . Cada semana sube aproximadamente diez céntimos y las facturas no se cobran hasta final de mes. Es insostenible, necesitamos una respuesta urgente del Gobierno”, enfatizó el presidente de ATA.

Los costes de la luz están asfixiando a las peluquerías

“No entendemos todo el despropósito que estamos viviendo. Los negocios que ya estábamos en crisis por la pandemia, ahora nos enfrentarnos a una guerra que sigue incrementando la factura de la luz. Nuestros ingresos están en un menos un 30% y esto no es culpa de Putin como intenta ocultar Pedro Sánchez. Llevamos meses sufriendo incrementos, más de un año. La guerra sólo encarece el precio de los productos porque el transporte también sufre las consecuencias del aumento del precio de los  carburantes y por tanto las exportaciones. Nuestra factura de la luz sigue siendo disparatada. También hemos notado es un cambio en el consumo. Hemos tenido que subir nuestros precios – no nos quedaba otra – y los clientes están frenando y cuidando muchos más sus gastos. Es imposible abrir un negocio, ojalá pudiera liquidar mis locales. Me sale más barato no trabajar que abrir mi peluquería ¿Cómo es esto posible?”, aseguró Luis Herra-Portugal, presidente del Consejo Nacional de Empresas de Peluquería y Estética de España (CONEPE).