Dos iniciativas ponen en contacto miles de autónomos con jóvenes que han realizado un relevo generacional
Dos iniciativas, Reempresa, en Cataluña, y NegociOn, en el País Vasco, están consiguiendo solucionar la falta de relevo generacional para miles de autónomos, poniendo en contacto sus negocios a punto de cerrar con jóvenes interesados en hacerse cargo de ellos.
Lo mismo que hay aplicaciones que ponen en contacto a personas interesadas en una relación amorosa o a los compradores y vendedores de productos de segunda mano, un par de iniciativas, una en Cataluña, Reempresa, y otra en el País Vasco, NegoziOn, abanderan un concepto novedoso en España: ponen en contacto a los propietarios de negocios que desean traspasar éstos debido a, por ejemplo, su cercanía a la jubilación, con candidatos a sucederlos.
Ambos programas se propusieron solucionar la falta de relevo generacional con una idea que no podía ser más sencilla: un escaparate digital, tras el que existe un mercado al que han de apuntarse, tanto quienes quieren vender un negocio (la mayoría de ellos, por prejubilación o retiro por edad, aunque la casuística es variada), como quienes desean emprender un proyecto sin tener que hacerlo desde cero.
Y lo cierto es que las cifras de transmisiones finalizadas con éxito les otorga toda la razón, pues hablamos de 4.480 negocios que han sobrevivido, en el caso catalán, de un total de 10.700 que buscaban ese reemplazo en la última década, y de haber logrado evitar la pérdida de 12.500 empleos. “De cada dos pequeños negocios y medio que entran, uno lo consigue”, explicó Laura Sallent, directora de Reemprende, “gracias a que la organización acompaña y asesora a ambas partes, de forma gratuita, durante todo el proceso, garantizando la viabilidad de los negocios cedidos. Hemos orientado 19.400 procesos de reemprendimiento”.
En el caso vasco las cifras son más modestas, aunque, en sus dos primeros años de funcionamiento, han salvado de echar el cierre a un centenar de negocios y al menos el doble de empleos.
La inminente jubilación de muchos autónomos amenaza la supervivencia del pequeño comercio
Hace años que se viene ayudando a los nuevos emprendedores, "pero es una verdadera lástima que autónomos con pequeños negocios en marcha desde hace años, con una clientela y una facturación razonable, no puedan mirar atrás y encontrar a alguien dispuesto a seguir con ellos”, explicó a este diario Teresa Laespada, diputada foral de Empleo, Inclusión Social e Igualdad de Vizcaya y valedora de NegoziOn. “La Administración no puede permitir ni la frustración de ese pequeño empresario, que va a ser un jubilado sin ánimos, ni el posible fracaso de un negocio similar, que abre poco después frente al que cerró sin descendencia, y que ha de sufrir los coscorrones que conlleva todo inicio empresarial, habiendo podido evitárselos”.
En términos similares se expresa Laura Sallent, quien también es directora del Departamento de Emprendeduría y Crecimiento Empresarial de la patronal catalana Cecot, para quien “alguien debía de ocuparse de la transmisión de negocios o pequeñas empresas familiares existentes, que no tienen mecanismo de relevo generacional y corren el riesgo de desaparecer ante la gran ola de jubilaciones que se avecina con el retiro de los babyboomer”. Y ese alguien, fue esta confederación empresarial, que, desde 2011, y con el apoyo de la Generalitat y las cuatro diputaciones provinciales, lleva ofreciendo desde Reempresa las ventajas de esta fórmula a miles de autónomos con un negocio y a pequeños empresarios que buscan relevo.
Con este sistema, el riesgo del negocio es obviamente inferior. De hecho, una de las grandes ventajas de la transmisión de pequeñas empresas o comercios existentes, frente a la creación desde cero, es su capacidad de supervivencia. “Eso sí, el autónomo ha de comprender que resulta fundamental transmitirle todo al nuevo propietario, y dejar un poco de margen para su iniciativa”, razonó Teresa Laespada. “Mientras que el recién llegado ha de reconocer los valiosos conocimientos que se le están transfiriendo y respetar los ritmos de quien lo hace, porque son el corazón del negocio y el motivo de que haya estado funcionando tanto tiempo”.
Nueve de cada diez operaciones que ha llevado a cabo con éxito
El importe medio de los negocios comprados en Cataluña se sitúa en torno a los 40.000 euros. Suele tratarse de comercios (un 33%), negocios de hostelería (un 31%) y firmas del sector servicios (un 29%). Mientras que las micropymes industriales apenas llegan al 5% del total de operaciones, con un coste de transmisión que asciende a los 300.000 euros. Aunque nueve de cada diez operaciones están por debajo de los 120.000 euros, indicó Laura Sallent.
“De forma que, entre los ahorros, la capitalización del paro e incluso un acuerdo de aplazamiento del pago con el transmitente, hablamos de cantidades accesibles con tal de evitarse un comienzo sin garantía alguna de éxito”. Según la responsable de Reempresa, es posible continuar con un establecimiento de restauración por 38.000 euros; con una empresa de servicios desde 56.000 euros; y uno de construcción y reformas por 140.000.
En cuanto al plazo medio de una operación de estas características, desde que el cedente anuncia su intención y se comienza a analizar su caso, hasta que el nuevo propietario abre la puerta del mismo el primer día, puede demorarse entre seis meses y un año, dependiendo del perfil del negocio y del de sus propios implicados. Y apunta como motivos de fracaso “el hecho de que hay quien está en paro y se apunta para un reemprendimiento, pero en el ínterin le sale una oferta para volver a la profesión que ejercía y abandona el proyecto. Y también está, por supuesto, la falta de liquidez y de capacidad de financiación”.
La iniciativa podría trasladarse pronto a otras comunidades autónomas
La Diputación Foral de Vizcaya apoyaba los proyectos de autoempleo y creación de pymes hasta que decidió añadir esta fórmula de transmisión de empresas existentes, “para evitar el cierre de negocios con solera”, continuó Teresa Laespada, “por deseo de jubilarse de la persona propietaria, que suele ser lo más habitual, aunque también por otros motivos: desplazamiento a otra zona por circunstancias familiares, deseo de emprender una nueva actividad...”. En el caso vasco, el importe de las transmisiones ha oscilado entre los 5.000 euros de una peluquería y los 200.000 de una empresa de ferretería y suministro industrial.
El sector servicios es el que mueve dos de cada tres operaciones; el resto son de industria y transporte. “Y la mayoría de los negocios que están en el escaparate de la página web de NegociOn tienen una antigüedad superior a los 25 años. “Como las cuatro décadas de un herbolario, en pleno centro de Bilbao, que ha terminado por quedarse una clienta de toda la vida tras la jubilación de su antigua propietaria”.
La metodología de la que presume el organismo vasco, que estudia a fondo el negocio a traspasar, realiza un plan de viabilidad y acompaña a ambas partes en la transmisión, ofrece además ayudas de hasta 20.000 euros (en función del número de empleados que incluya) para cerrar la adquisición. “Un dinero que siempre vienen bien en el arranque, para gastos de notaría, pago de tasas, de alquileres, etcétera”, finalizó Teresa Laespada, quien asegura que ahora empiezan a llegar peticiones de información sobre su método “de muchas partes de España. Quieren preparar iniciativas similares y nuestra voluntad es ayudar a todo el mundo, porque es algo que deberían llevar a la práctica todas las comunidades autónomas, y evitar así lo que yo llamo el síndrome de la persiana bajada”.
