Extenderlo cuatro meses más como los ERTE

Seguridad Social es partidaria de alargar el cese de actividad de los autónomos a la espera de lo que diga el diálogo social

La Seguridad Social dice que es partidaria de extender el cese de actividad  "en paralelo a los ERTE", es decir, hasta el 30 de septiembre, a la espera de lo que diálogo social. La idea sería empezar a negociar la semana que viene. 

La tarifa plana aumenta a 70 euros en la propuesta de cotización del Gobierno.
Seguridad Social es partidaria de alargar el cese de actividad de los autónomos a la espera de lo que diga el diálogo social

Quedan sólo quince días para que las cuatro modalidades de ayudas por cese de actividad, que a día de hoy cubren todavía a casi medio millón de autónomos, lleguen a su fin. La anterior prórroga pactada a finales de enero extendió esta prestación hasta el próximo 30 de mayo. Y, para que continúe vigente, el Gobierno tendría que volver a pactar una nueva extensión con los agentes sociales que, al parecer, tiene muchos visos de salir adelante.

Según confirmaron fuentes del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones a este diario, el Gobierno todavía no habría fijado una fecha con los agentes sociales para empezar a negociar esta prórroga ya que, como en las anteriores extensiones, primero se abordan "los ERTE, que suele ser una negociación más compleja. Pero con los autónomos comenzaremos enseguida, supongo que la semana que viene".

Ahora bien, aunque no se haya empezado con el trabajo, porque "el diálogo con los autónomos suele llevar menos tiempo y se puede apurar más", parece cada vez más seguro que habrá extensión. Y que, además, esta prórroga se fijaría con los mismos plazos que se decidan para los Expedientes. Según confirmaron las mismas fuentes del Ministerio, "si se extienden los ERTE, lo lógico es que la protección de autónomos vaya en paralelo".   

De hecho, así se ha hecho hasta el momento: en junio de 2020 se alargaron tanto los ERTE como el cese de actividad durante tres meses, hasta el 30 de septiembre. Fecha en la que se volvieron a extender ambas medidas durante cuatro meses más, hasta el 31 de enero. Y, finalmente, en la última prórroga, se alargaron de nuevo ambas medidas hasta el próximo 31 de mayo. 

La intención es que la prórroga sea hasta el 30 de septiembre, como los ERTE

Por ello, y a expensas de lo que se decida en la mesa de diálogo social, ya se podría deducir entonces que el cese de actividad se alargará y que, además, con mucha probabilidad durará, al menos, hasta el 30 de septiembre. Ya que esta es la fecha que ha propuesto el Gobierno -y parece que han aceptado los agentes sociales- para la nueva prórroga de los ERTE. 

Según apuntaron las mismas fuentes de la Seguridad Social a este diario, a priori,  la idea sería que el cese de actividad se extienda durante cuatro meses más, hasta después de verano, pues lo lógico es que " la protección de autónomos vaya en paralelo a los ERTE". Todo ello a expensas del diálogo con los agentes sociales, porque "siempre nos reunimos primero con las asociaciones para ver sus demandas y luego diseñamos la prestación".  

Las reuniones para extender el cese de actividad arrancarán "enseguida"

Al parecer, esta mesa se pondrá "enseguida" en marcha, seguramente "la semana que viene". Y aunque quede poco tiempo, todo apunta a que el acuerdo sobre la extensión en sí no será un problema. Como ya avanzó este diario, la Seguridad Social confirmó en su momento que las ayudas para autónomos seguirán "tanto tiempo como sea necesario". Y, ante un verano incierto, parece que nadie duda de que esta prestación vaya a seguir siendo imprescindible para más de 300.000 autónomos que, según el último barómetro de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA), se darían de baja si desaparecieran estas ayudas.

La realidad de la situación económica que atraviesa el país a raíz del alargamiento de la pandemia está obligando al Gobierno a replantearse los escenarios iniciales y a mantener las medidas como los ERTE y el cese de actividad extraordinario. En un principio, la idea era mantener estas ayudas en el "primer semestre del año", hasta principios de verano cuando "se tenga una inmunidad de la mitad del rebaño", según avanzó el pasado mes de diciembre el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá.

Sin embargo, para los expertos y para el propio Gobierno, el horizonte de empezar con la reactivación económica, podría estar más lejos de lo esperado. La continuidad de estas medidas depende, fundamentalmente, de la situación epidemiológica en la que se encuentre nuestro país. Y si bien todavía es pronto para hablar de cómo serán las condiciones, "dado que estamos en una situación muy cambiante", estas ayudas "se extenderán el tiempo que sea necesario", confirmaron fuentes de la Seguridad Social a este diario. 

Las líneas rojas que podría poner ATA en la negociación

Como viene siendo habitual, la extensión de los ERTE estará en manos del acuerdo que se alcance entre el Ministerio de Trabajo y Economía Social y los agentes sociales (patronal y sindicatos); y la prolongación de la prestación por cese de actividad de las negociaciones entre el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones y las organizaciones de autónomos. En este sentido, el presidente de ATA, Lorenzo Amor, adelantó cuál iba a ser la línea roja de ATA en la negociación.

“En estos momentos se les está denegando la prestación por cese de actividad -la modalidad compatible con la actividad- a autónomos que no tienen el periodo contributivo necesario para disfrutar de la misma. Vamos a exigir el contador a cero, tal y como ya hizo el Gobierno con los asalariados que están en ERTE” señaló Amor durante un webinar sobre las ayudas directas y la prestación por cese de actividad -organizado por ATA y el Consejo General de Colegios oficiales de Graduados Sociales. El presidente de la organización se refiere a la situación por la que están atravesando muchos profesionales por cuenta propia que han solicitado la prestación de cese de actividad compatible con el trabajo por cuenta propia (POECATA) y que no pueden acceder a ella porque ya han consumido los periodos de reconocimiento de la prestación.

Los periodos de reconocimiento o protección son los meses a los que tiene derecho un autónomo por la prestación por cese de actividad en función de los meses cotizados. Así, en base al artículo 338 de la Ley General de la Seguridad Social, un trabajador por cuenta propia que hubiera cotizado entre 12 y 17 meses tendrá derecho a cuatro meses de protección; entre 18 y 23 meses tendrá derecho a seis meses; entre 24 y 29 meses a ocho de prestación y entre 30 y 35 a diez. Se alcanza el año de protección cuando se ha cotizado entre 36 y 42 meses. También entre 43 y 47 meses cotizados el periodo reconocido será de 16 meses y, por último, más de 48 meses equivaldrá a 24 meses de prestación.

Como la cotización por cese de actividad era voluntaria hasta enero de 2019, esto significa que la mayoría del colectivo (unos 2,7 millones) habrán cotizado un año y medio por esta prestación antes de haber solicitado el POECATA en julio del 2020. Y tendrían entre cuatro y ocho meses de reconocimiento de la misma. Por lo que los primeros que la solicitaron estarían a punto de agotarla.

Amor quiere que el contador se ponga a cero. Es decir, que no se tengan en cuenta los periodos de reconocimiento consumidos. Medida que ya habilitó el Gobierno con los beneficiarios del ERTE. “Que se haga lo mismo que se hizo con los trabajadores en ERTE a los afiliados al RETA (Régimen Especial de Trabajadores Autónomos” puntualizó Lorenzo. 

Consenso en que los ERTEs duren hasta el 30 de septiembre

En paralelo, Gobierno, sindicatos y patronal se reunirán por segunda vez este viernes para seguir negociando la prórroga de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) más allá de mayo. De momento, lo que es seguro es que en el anterior encuentro, el pasado 6 de mayo, hubo consenso sobre la fecha de extensión del mecanismo. Al parecer el Ejecutivo y los agentes sociales están de acuerdo en hacer una nueva prórroga con un periodo de cuatro meses más, hasta el 30 de septiembre.

A día de hoy, los ERTE tendrían fijada como fecha de caducidad el próximo 31 de mayo. La mesa abordó primero el 'hasta cuándo' y posiblemente este viernes llegue el 'cómo'. Por tanto, a la comisión tripartita le quedaría por delante el trabajo más arduo: consensuar las condiciones de esta nueva extensión. Al parecer, según fuentes cercanas a la negociación, el Gobierno estaría dispuesto a mantener los expedientes con un marco similar al actual. 

Exoneraciones para sectores "plenamente afectados" por la pandemia

En las anteriores prórrogas, los puntos de desacuerdo han estado siempre centrados en dos aspectos: las exoneraciones de las que se benefician los empresarios por afectar a sus empleados en ERTE, y los sectores beneficiarios de estos expedientes.

Previsiblemente, y a expensas de los que suceda en los próximas días, en la segunda de estas cuestiones no habrá demasiadas novedades, ya que, según recordó recientemente en una entrevista a TVE el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, los destinatarios seguirían siendo los sectores plenamente afectados por la crisis y que se establecieron en su momento a partir de un cálculo objetivo que tiene en cuenta el grado de afectación de la pandemia.  De hecho, el ministro indicó que, si los cálculos se hicieran ahora, "prácticamente" los sectores ultraprotegidos no cambiarían.

Ahora bien, no se sabe todavía si habrá acuerdo en lo relativo a las exoneraciones. Según apuntó el ministro, "con los ERTE el objetivo fundamental es el de la protección pero cuando se dan las condiciones, y la incidencia del virus está bajando, yo creo que esta vez de forma definitiva, lo que intentamos es que en situaciones donde haya algún elemento de incertidumbre, las empresas dispuestas a dar un paso tengan un empuje a activar más trabajadores. Eso se hace con un diseño específico de los ERTE para que ese incentivo se materialice". 

Al parecer, la idea que mantiene parte del Gobierno es que, como sucedió el verano pasado, los negocios empiecen a asumir una mayor parte de las cotizaciones sociales de aquellos trabajadores que mantienen en el ERTE, a cambio de incentivar con una bonificación en las cotizaciones de los empleados que vayan reincorporando a la actividad. Hasta ahora, "hemos estado más en clave de protección ,y a partir de mayo estaremos en clave de activación, aunque lo veremos en función de los datos que tengamos en ese momento", dijo Escrivá. 

En este último modelo, y si se replicara la fórmula utilizada en junio de 2020, para las actividades de menos de 50 trabajadores esta exoneración alcanzaría el 60% de la cuota para los empleados que hayan vuelto a la actividad y del 35% para los que sigan en el ERTE. Mientras que, para los negocios de más de 50 trabajadores la exoneración sería del 40% por cada asalariado que se reincorporara a su puesto y del 25% por el que siguiera en el ERTE.