Las ventas y el número de negocios siguen creciendo

¿Siguen siendo las pequeñas librerías negocios rentables?: Habla el Gremio de Madrid

Al margen de las cifras de ventas del Día Internacional del Libro, el Gremio de Libreros de Madrid invita al optimismo para aquellos autónomos que quieran crear un negocio en este sector. Sin embargo, avisan de que hay dificultades como el precio del alquiler.
¿Siguen siendo las librerías negocios rentables? Los autónomos del sector muestran su optimismo.
¿Siguen siendo las librerías negocios rentables? Los autónomos del sector muestran su optimismo.
¿Siguen siendo las pequeñas librerías negocios rentables?: Habla el Gremio de Madrid

Apenas unos días después de la celebración del Día Internacional del Libro, uno de los eventos más importantes del año para miles de autónomos y negocios dedicados a la venta de libros, éstos mostraron su optimismo y la recuperación que ha vivido el sector desde el fin de los cierres decretados durante la pandemia.

Así, según explicaron a este medio desde el Gremio de Librerías de Madrid, abrir una librería sigue siendo un negocio rentable para trabajar como autónomo. No obstante, “siempre avisamos de que, además de que te gusten los libros, siempre hay que hacer cuentas”, recordó Pablo Bonet, director de la asociación de autónomos y negocios.

En este contexto, desde la asociación expusieron que el Día Internacional del Libro ha supuesto un ligero repunte en las cifras de ventas conseguidas el año pasado, que ya fueron muy positivas para un gran número de autónomos y pequeños negocios. “Todo ello está propiciando un buen ambiente para que el número de librerías siga aumentando”, afirmaron.

Sin embargo, los libreros recordaron que no se trata de un negocio fácil, y que también existen algunas complicaciones que podrían poner en dificultades a muchos autónomos. Entre todas, el precio de los alquileres de los locales o la incertidumbre generada por el contexto de inflación en la economía pueden ser los grandes frenos para el sector en los próximos meses.

Abrir una librería sigue siendo un buen negocio, según los autónomos dedicados al sector

En un contexto marcado por la aparición del libro electrónico o el dominio de las grandes superficies, ¿sigue siendo negocio abrir una pequeña librería como autónomo? Para los libreros, la respuesta es afirmativa. Sin embargo, recordaron que “no es para hacerse rico. El que abre una librería suele estar cumpliendo un sueño. Es verdad que no es un negocio para obtener grandes beneficios, pero va a dar rentabilidad y permitir vivir bien a aquellos que hagan bien las cosas”, afirmó, en este sentido, Pablo Bonet.

Un ejemplo de ello es la historia de Alfredo Jiménez, autónomo del sector y vocal de la Confederación Española de Gremios y Asociaciones de Libreros (CEGAL). Después de quedarse en paro rondando los 50 años, decidió abrir, junto a su esposa, un negocio en Moralzarzal, un municipio de la sierra de Madrid. “Era un momento complicado, y nos lanzamos a ello”, recordó a este diario.

Para Alfredo Jiménez, abrir una librería como autónomo sigue siendo un negocio rentable, aunque no exento de dificultades que conviene conocer de antemano. “Va a depender mucho del proyecto de cada librería. Habrá algunas que no les vaya tan bien, y a otras sí. En esto, va a ser clave la capacidad para organizar actividades, atraer al público o, incluso, la ubicación”, identificó.

Por ejemplo, en un pueblo o un barrio. “La mayor dificultad es darse a conocer. En estas poblaciones, puede ser más fácil, pero también necesitas llegar a los pueblos vecinos para sobrevivir, haciendo cosas diferentes que atraigan a los lectores”, explicó. Además, “quien quiera montar una librería tiene que saber que el negocio no va a ir bien desde el minuto uno. Se necesita un tiempo para madurar el negocio, y estar pendiente de muchas cosas. No sólo se trata de vender libros”, afirmó.

El coste del alquiler de los locales y la incertidumbre generada por la inflación son las principales amenazas para los libreros en 2023

Tal y como explicaron desde el Gremio de Librerías de Madrid, la recuperación de las cifras de negocio del sector tras la pandemia se está manteniendo en este arranque de 2023. “De manera tradicional, el primer trimestre es el más flojo para las librerías. Ahora, con la celebración del Día Internacional del Libro y el arranque de las ferias, pensamos que se va a mantener. El clima entre los negocios es muy positivo”, expresó, en este sentido, Pablo Bonet.

En este contexto, “tenemos una tendencia de muchas más aperturas que cierres. Esto sigue siendo así. La gente está emprendiendo y decidiendo montar una librería como autónomo”, valoró el director del Gremio de Librerías de Madrid.

Prueba de este momento dulce para el sector es la apertura de nuevos negocios, así como el importante peso que el libro físico sigue teniendo sobre los soportes digitales. “Tenemos que tener en cuenta que, ahora mismo, en el ámbito del ocio, competimos con otras plataformas. Sin embargo, el libro en papel sigue vigente, los lectores siguen prefiriéndolo al libro electrónico. Su peso es bastante menor, por lo que no lo consideramos un enemigo”, explicó Pablo Bonet.

Además, los autónomos libreros y los pequeños negocios han sabido adaptarse a los nuevos modelos de consumo, como el comercio electrónico y las redes sociales. “Ahora la mayoría de negocios son capaces de poner un libro en la casa de cualquiera en 24 o 48 horas, y tenemos un punto a favor que otros no tienen: somos el descanso preferido para evitar las pantallas que usamos todo el día”, explicaron los libreros.

Sin embargo, el entorno económico actual, marcado por la inflación, podría ser un importante condicionante para el futuro del sector en los próximos meses. En este contexto, Alfredo Jiménez reconoció a este diario que, por ejemplo, durante la pasada Semana Santa, se produjo un bache en las ventas, debido a que “la gente priorizó el gasto en viajes y en ocio en detrimento de los libros. Sin embargo, ha sido una muy buena semana del libro. En este entorno, no sabemos muy bien qué va a pasar”, explicó.

Además, los precios que los libreros pagan por los alquileres de los locales -una cuestión común a todos los pequeños negocios dedicados al comercio- son otro de los principales problemas. “Son altísimos en todo Madrid, y sería una vía para que tuviéramos más facilidades para mantenernos. Necesitamos de este tipo de ayudas porque las librerías son un negocio esencial en cualquier barrio o pueblo”, concluyó Pablo Bonet.