Un proyecto público-privado incentivará su uso

Los taxistas madrileños podrían empezar a comprar vehículos propulsados por hidrógeno verde en los próximos meses

Los taxistas madrileños podrían comenzar en los próximos meses a usar vehículos impulsados por hidrógeno verde, gracias a un proyecto de colaboración público-privada que hará más barata su adquisición y creará nuevos surtidores para repostar.
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Los taxistas madrileños podrían empezar a comprar vehículos propulsados por hidrógeno verde en los próximos meses

Los taxistas madrileños podrían estar más cerca de cumplir los objetivos de sostenibilidad y transición verde que exige la Unión Europea para recibir los fondos Next Generation. Tras haberse conocido la prohibición de la venta de vehículos diésel e híbridos a partir del 2035, la Federación Profesional del Taxi de Madrid (FPTM) anunció que, en los próximos meses, los vehículos propulsados por hidrógeno verde se incorporarán en la capital española. A pesar de que este proyecto aún se encuentra en fase embrionaria, la idea es que estos autónomos puedan comenzar próximamente a renovar su flota gracias a ayudas, precios competitivos y la colaboración de distintas entidades.  

Este proyecto, según explicó el presidente de la FPTM, Julio Sanz, busca dar solución a los retos de sostenibilidad marcados por Europa. Sin embargo, la cuantía de estos vehículos, superior a los 70.000 euros, hace de momento inviable su adquisición para muchos autónomos en la actualidad. 

Por ello, el sector del taxi en la capital se ha comprometido, gracias a la colaboración público-privada, en ofrecer ayudas y precios asequibles para su implantación. A través de la colaboración entre el sector, las empresas Madrileña Red de Gas, Price Waterhouse, el Grupo Ruiz, Toyota, empresas productoras de hidrógeno verde y la Comunidad de Madrid, los taxistas madrileños podrían tener más fácil el acceso en el futuro a un combustible que a día de hoy es cuantioso y que no cuenta todavía con infraestructuras de repostaje.

Para hacer posible la implantación de este tipo de vehículos, además de las ayudas del fondo Next Generation, el Gobierno regional de Madrid impulsará una línea de ayudas dotada con 53 millones de euros para la movilidad sostenible en la comunidad haciéndose extensiva para más de 15.000 taxistas. Asimismo, los taxistas recibirán un 10% extra que se suma a la ayuda consignada, de hasta 7.000 euros gracias al Plan Moves III. Además, otra línea de estas subvenciones irá destinada a la creación de puntos de recarga para vehículos sostenibles, donde el importe de la ayuda podrá alcanzar el 70% de la inversión. A través de ello, el sector pretende alcanzar los objetivos de sostenibilidad y movilidad, al igual que crear un nuevo marco de trabajo en el tejido productivo.

Retos a los que se enfrenta el taxi para implantar el vehículo de hidrógeno verde

El hidrógeno es el elemento más abundante del universo por su sencillez estructural. Al igual que sucede con otras energías renovables, solar o eólica, su potencial abre nuevas posibilidades en tiempos en los que la energía y los combustibles no paran de encarecerse. Sin embargo, a pesar de que los taxistas madrileños hayan apostado firmemente por este combustible para la renovación de su flota, desde la FPTM explican que su transición “será lenta y dificultosa”.

“Todavía hay mucho trabajo por hacer. La tecnología basada en el hidrógeno verde se está comenzando a explorar y trabajar, es muy reducida”, afirmó Julio Sanz. Actualmente, empresas como Toyota, ofrecen vehículos de este tipo, pero su precio ronda los 72.000 euros. Cuantía inalcanzable para muchos autónomos del colectivo. Asimismo, las desventajas a las que se enfrenta el sector, como sucede con los coches enchúfales, vienen principalmente dadas por la falta de infraestructuras en las ciudades. “Faltan plantas productoras de hidrógeno verde, conductos o canales de distribución y la puesta en marcha de hidrogeneras (surtidores de hidrógeno verde)”, valoró el presidente de FPTM.

A pesar de que este proyecto sea a largo plazo y que dentro de poco podamos ver estos vehículos circulando en Madrid, el quid fundamental es buscar una solución que se adecúe a los retos europeos. “Dentro de poco llegarán las ordenanzas de movilidad sostenible. En ellas se prohibirá la entrada de vehículos contaminantes al centro de las ciudades, por ello hemos dado este paso adelante”, comentó Sanz. Así, el colectivo ha apostado por esta energía como pilar para fundamentar su proyecto de movilidad sostenible de cara al futuro. 

“Estas acciones ayudarán a crear un nuevo tejido productivo, lo que supone un nuevo desarrollo económico para las ciudades”, explicó Sanz. Asimismo, el presidente de la FPTM estuvo acompañado en la presentación de este proyecto junto a David Pérez, consejero de Transportes e Infraestructuras durante la visita a las instalaciones de la FPTM. "Si trabajamos en esta línea conseguiremos que se pueda iniciar en unos meses y ver este vehículo blanco con rayas rojas el año que viene", afirmó Sanz.

Por otro lado, David Pérez remarcó apoyo el apoyo que ha dado la Comunidad de Madrid a los profesionales del taxi en su apuesta por el hidrógeno verde como proyecto de innovación y compromiso con el medio ambiente. De este modo, aseguró el consejero, se podrá afrontar el reto de la progresiva descarbonización del transporte terrestre urbano, y contribuir a la mejora de la calidad del aire. "Un proyecto con la visión y prioridades de la Comunidad de Madrid como referente nacional en la hoja de ruta del hidrógeno de España, convirtiéndose en el gran proyecto de movilidad pública sostenible", añadió Pérez.

Escasas infraestructuras de recarga para el tejido productivo 

La lentitud de la implantación de los coches con energías alternativas en Europa se debe, principalmente, a la falta de infraestructuras de recarga. Según la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA), actualmente, hay en funcionamiento en la UE unas 225.000 estaciones de recarga para vehículos eléctricos.

Sin embargo, el 70% de los puntos de recarga se concentran en sólo tres países de Europa: Países Bajos, Francia y Alemania. España, se encuentra en la octava posición de territorios que disponen de este tipo de infraestructuras. Según ACEA, nuestro país sólo cuenta con 11.517 puntos públicos de carga, lo que se traduce en 245 puntos por cada millón de habitantes. Situación que deberá incentivarse si, de cara al 2035, se espera que el tejido productivo español renueve su flota y pueda hacer uso de vehículos sostenibles