La nueva normativa contra la morosidad funciona pero se “estanca”

Los transportistas autónomos siguen tardando más de dos meses y medio en cobrar sus facturas

El régimen de la morosidad en el sector del transporte ha reducido notablemente los plazos de pago. No obstante, el sector denuncia que muchas empresas se saltaron la ley este verano y los transportistas autónomos tuvieron que esperar de media más de 75 días para cobrar sus facturas.

Los transportistas autónomos tardaron 75 días para cobrar sus facturas.
Los transportistas autónomos siguen tardando más de dos meses y medio en cobrar sus facturas

La morosidad sigue latente en el sector del transporte de mercancías por carretera. El régimen sancionador ha reducido los plazos de pago notablemente, sin embargo los últimos datos registrados revelaron que se sigue pagando por encima de los 60 días que marca la ley. El vicepresidente de la Federación Española de Transporte Discrecional de Mercancías (Fetransa), José Carlos López Jato, aseguró que desde que se puso en marcha la norma en octubre de 2021, “muchos cargadores e intermediarios han reducido los plazos. Lamentablemente todavía vemos en el mercado a empresas que se creen inmunes y por eso estamos aún lejos de esos dos meses de plazo”.

El régimen sancionador de la morosidad para el transporte contempla un amplio catálogo de multas para quiénes incumplan los plazos de pago, con sanciones que van de entre 401 y 6.000 euros; en función de la tardanza y el importe de la factura. Y que pueden llegar hasta los 30.000 para aquellos casos reincidentes y abusivos. El temor a estas multas ha obligado a muchas empresas, principalmente cargadores e intermediarios, a acordar plazos con sus transportistas autónomos dentro de la legalidad, si bien todavía quedan quiénes incumplen la normativa, tal y como ha quedado registrado en el Observatorio Permanente de la Morosidad de la Federación Nacional de Asociaciones de Transporte de España (Fenadismer).

Los últimos datos recopilados muestran que el plazo de medio de pago en el sector del transporte se situó en julio en 75 días. Un día más que en junio, que fueron 74 días de tardanza. A su modo de ver, la mejoría en los plazos de pago en el sector del transporte se ha “estancado” este verano. Para Fenadismer lo más preocupante de esta situación es que aún persiste un importante porcentaje de “incumplidores” que tarda más de tres meses en pagar sus facturas. Concretamente, el 42% tardó más de 90 días en pagar a sus transportistas y el 16% se dilató 120 días. Son más de 6 meses de retraso.

Los plazos de pago de los autónomos del transporte serían mayores

Los datos del Observatorio Permanente de la Morosidad no sorprenden al vicepresidente de la Federación Española de Transporte Discrecional de Mercancías (Fetransa), José Carlos López Jato. Quién los cataloga de “optimistas. No tenemos los datos, pero nos constan que se han reducido y que se han acordado nuevos tiempos con respecto a la norma. Aún así la media de pago ha bajado de los 100 o 90 días, pero todavía no vemos que se haya llegado a los 75 días”.

Esta discrepancia en los tiempos se debe a que los transportistas por cuenta propia tienen más dificultades a la hora de negociar o reclamar mejores condiciones, que las actividades de mayor tamaño. “Actualmente, los plazos de pago para los autónomos del transporte están por debajo de los 90 días. Es un buen dato si se compara con los que teníamos hace un año. Sin embargo, aún son muchos los operadores que continúan mandando órdenes de carga con plazos de pago muy largos. Es como si creyeran que tienen cierta impunidad y pueden poner esas tarifas, sin tener ningún tipo de consecuencia”.

Así se sanciona la morosidad en el transporte

Actualmente, el régimen sancionador de la morosidad en el transporte impone sanciones más o menos altas en función del importe de la factura. Las multas oscilarían de la siguiente forma:

  • Sanción de 401 a 600 euros: cuando el precio del transporte sea inferior a 1.000 euros.
  • Sanción de 601 a 800 euros: cuando el precio del transportes esté comprendido entre 1.000 y 1.500 euros.
  • Sanción de 801 a 1.000 euros: cuando el precio del transporte esté comprendido entre 1.501 y 3.000 euros.
  • Sanción de 1.001 a 2.000 euros: cuando el precio del transporte esté comprendido entre 3.001 a 4.000 euros.
  • Sanción de 2.001 a 4.000 euros: cuando el precio del transporte esté comprendido entre 4.001 y 6.000 euros.
  • Sanción de 4.001 a 6.000 euros: cuando el precio del transporte sea superior a 6.000 euros.
  • Sanción de 6.001 a 18.000 euros: cuando el responsable ya hubiera sido sancionado, mediante resolución que ponga fin a la vía administrativa, por la comisión de cualquier otra infracción muy grave en los 12 meses anteriores.
  • Además, puede ascender a 30.000 euros el importe de la multa cuando se considere que la conducta afecta significativamente a la capacidad y a la solvencia económica del acreedor, o se haya superado en más de 120 días el plazo máximo legal de pago previsto en dicho precepto.

¿Se llegará al objetivo de 60 días?

Aunque todavía el sector del transporte se encuentra lejos de los objetivos deseados de 60 días, el vicepresidente de Fetransa, José Carlos López Jato, confía en que algún día se logre ese hito. “Llegará un momento en que sí" dijo.

Según explicó López Jato, el nuevo régimen sancionador de la morosidad no pudo ser incluido dentro de los planes de la Inspección de Transporte, pero próximamente sí lo estará. Y con ello, el efecto será mayor. Aún así, como dijo, "siempre habrá una empresa que intentará evitar cumplir con los plazos". 

La morosidad en el resto de sectores: 84 días de espera

Las cifras de morosidad del sector del transporte son casi halagüeñas si se comparan con los plazos medios de pago que tienen que soportar los trabajadores autónomos  y pequeños negocios en otros sectores económicos. Según el último Observatorio de la morosidad elaborado por Cepyme (Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa), en el primer trimestre de 2022 se han producido retrasos medios de 84 días. Tardanza que se debe especialmente a la situación económica actual, con un aumento de los costes energéticos y de las materias primas.

En total, Cepyme calcula que la deuda comercial alcanzó un volumen de 348.992 millones de euros, lo que supuso un 42% más que en el mismo periodo del año anterior. Y prevén que los datos de morosidad sigan aumentando a lo largo del año, sino mejora el contexto económico.