La convocatoria está prevista para antes de julio

Industria quiere ofrecer ayudas a los negocios que implanten la jornada laboral de cuatro días

El Ministerio de Industria, Comercio y Turismo ha anunciado que quiere lanzar una convocatoria de ayudas para los negocios que quieran implantar la jornada semanal de cuatro días.
Reyes Maroto_Turismo
El Gobierno lanzará ayudas para los negocios que quieran implantar la jornada de cuatro días
Industria quiere ofrecer ayudas a los negocios que implanten la jornada laboral de cuatro días

El Ministerio de Industria, Comercio y Turismo ha anunciado que lanzará una nueva línea de ayudas destinada a los negocios que quieran implantar la jornada laboral de cuatro días. Si bien aún se trata de un proyecto piloto, fuentes oficiales del ministerio aseguraron que "lo único que está claro es que la dotación será de diez millones de euros -ampliable en función de la demanda que presenten los dueños de los negocios y empresas- y que la apertura convocatoria para las solicitudes está prevista para mediados de año, en concreto el mes de julio".

Se trata de una propuesta que se enmarca dentro del proyecto piloto acordado entre el Gobierno y el partido político Más País en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2022. La idea del departamento dirigido por la ministra Reyes Maroto es ayudar al tejido empresarial a implantar una semana laboral de 32 horas, pero sin que ello suponga pérdida alguna de sueldo para los trabajadores asalariados

Según explicaron fuentes oficiales del Ministerio de Industria, estas ayudas de carácter público se concederán en régimen de concurrencia competitiva, es decir, mediante un procedimiento que comparará todos los proyectos presentados y elegirá aquellos que mejor cumplimenten las bases y requisitos de la convocatoria para ser beneficiarios. "Cada negocio presentará una memoria explicativa de cómo quiere implantar este nuevo modelo de trabajo y el dinero que necesita para ello, posteriormente, los encargados de velar por el cumplimiento de los requisitos decidirán si le conceden la ayuda o no", añadieron las fuentes consultadas.

Se deberá presentar un proyecto para optar a la ayuda

A falta de conocer los requisitos por los que se regirá esta nueva línea de financiación, desde el ministerio aseguraron que, "por el momento lo único que se sabe es que irá dirigida al tejido empresarial del país". Lo que quiere decir que puede abarcar las pequeñas, medianas y grandes empresas. "Es un proyecto en fase de iniciación, y hasta que el Gobierno no termine de elaborar la orden de las bases, los condicionantes y requisitos, no podrá conocerse quien puede acceder a esta ayuda", explicaron.

Lo que sí parece estar claro es que los negocios que quieran optar a este dinero tendrán que presentar por escrito, junto a su solicitud, "una memoria en la que describan su proyecto y expliquen cómo implantarían la jornada semanal de cuatro días y 32 horas en sus actividades. Además, deberán incluir la cuantía que estiman precisar para llevarlo a cabo", apuntaron fuentes oficiales del ministerio. Una vez que la Administración tenga esos documentos en su poder, procederá a "decidir si le conceden todo lo que ha pedido, sólo una parte, o nada. El dinero se repartirá entre los proyectos que se presenten y se irán adjudicando las ayudas, no hay un reparto equitativo, despende de cada proyecto", añadieron.

Otra de las premisas que están claras es el montante total de las ayudas, que será de diez millones de euros, y la fecha a partir de la cual se podrán solicitar, que será en julio, según las declaraciones de la ministra, Reyes Maroto: "tenemos previsto abrir la convocatoria antes de que finalice el primer semestre del año". Al parecer, este proyecto junto a las bases para poner en marcha la convocatoria, lleva en poder del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo desde hace tres meses, no obstante, la gestión de los fondos europeos ha retrasado su anuncio y preparación.

El ejemplo de Bélgica

El debate sobre la jornada de trabajo de cuatro días a la semana se ha vuelto a poner sobre la mesa a raíz de la aprobación en Bélgica de la reforma laboral. Este país ha modificado recientemente su mercado, incluyendo la posibilidad de concentrar la semana laboral en cuatro días o flexibilizar los horarios. No obstante, existe una diferencia clave entre lo que quieren implantar en este país europeo y el proyecto que pretende poner en marcha España: Bélgica no reduce las horas de trabajo, seguirán siendo 40, aunque concentradas en cuatro días.

El Gobierno federal de Bélgica dio luz verde en la madrugada del pasado lunes a una reforma de su mercado de trabajo que permitirá concentrar las horas de la semana laboral en cuatro días, en lugar de los cinco actuales. Se trata de una concentración de las horas de trabajo, de tal forma que los trabajadores belgas sólo podrán trabajar un día menos a la semana si aumentan el número de horas diarias trabajadas. Así, la reforma contempla una condición máxima de 9,5 horas de trabajo diarias ampliables a 10 horas, previo acuerdo entre empresa y sindicatos.

Algo a lo que se niegan rotundamente las principales fuerzas sindicales de nuestros país. Tanto la Unión General de Trabajadores (UGT) como Comisiones Obreras (CCOO), abogan por no coger como ejemplo el modelo de Bélgica, e implantar en España el proyecto tal y como lo propuso la formación política de Más País, es decir, cuatro días a la semana y 32 horas semanales. Según el secretario confederal de Estudios y Formación Sindical, Carlos Gutiérrez, "reducir los días de trabajo, pero no las horas, no va en la línea de mejorar la conciliación, ni la calidad de vida de los trabajadores".

A juicio de Gutiérrez, y tal y como ha expresado en una entrevista en Cadena SER, "no se puede ocultar una reivindicación del movimiento sindical europeo, que es la de reducir la jornada laboral como forma de reparto de la productividad que se va generando en la economía”, según el secretario confederal. En su opinión, el gran debate que se tiene que abrir de forma generalizada es el de la reducción de la jornada laboral, una reducción que debe permitir a los trabajadores que tengan más tiempo para el ocio, la conciliación o para la formación.