Consejos y segunda oportunidad

¿Qué se puede hacer cuando se contraen deudas?

Padecer morosidad, falta de clientes o un fallo en el modelo de negocio son algunas de las causas por las que un autónomo puede contraer deudas. Una situación complicada ante la que los asesores fiscales recomiendan previsión, buena gestión y la utilización de la ley de segunda oportunidad.

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¿Qué se puede hacer cuando se contraen deudas?

Aunque la luz al final del túnel parezca inalcanzable, hay una serie de mecanismos que un autónomo con deudas puede poner en práctica para salir de esa situación. Muchos de ellos están pensados para evitarlas antes y durante el ejercicio de su actividad, y otros para hacerles frente cuando ya se han contraído. En cualquiera de los casos, el resultado dependerá siempre de la actuación del trabajador por cuenta propia y de la persona o entidad con la que se ha generado la duda, pues no es lo mismo haber realizado una mala gestión del negocio que haber actuado de buena fe. Al igual que nos es comparable las deudas contraídas con los proveedores, que con la Administración.

Lo primero que hay que hacer para afrontar una situación de deudas es reconocer que se tiene ese problema. Según Joan Torres, presidente de la Federación Española de Asociaciones Profesionales de Técnicos Tributarios y Asesores Fiscales (Fettaf), “muchos autónomos tienen un problema de orgullo y desconocimiento a la hora de hablar de las deudas. Pero ante todo tienen que ser profesionales y reconocer cuándo las cosas no van bien”.

Hay muchas variables que pueden provocar que un autónomo acabe contrayendo deudas como: la morosidad que padece, la falta de clientes, la evolución del mercado, etc  y que son imposibles de prever. Para estos casos, el presidente de Fettaf detalla una serie de consejos y medidas que los autónomos pueden poner en práctica para evitar caer en esa situación y, en el caso de que ya sea tarde, también poder salir de ella:

-Consejos para evitar contraer las deudas

  • Previsión

Aunque, en principio pueda ser complicado porque es difícil prever todas las variables de un negocio, Joan Torres cree que es fundamental que los autónomos hagan una muy buena previsión de todos los gastos que van a tener a lo largo de un ejercicio, teniendo en cuenta todos los factores posibles, para que en el primer momento en el que los números sean negativos puedan reaccionar.

-Durante el ejercicio de la actividad

  • Contabilidad

Llevar una buena contabilidad durante toda la vida del negocio es fundamental para su correcto funcionamiento, ya que el primer indicativo de que las cosas empiezan a ir mal estará en la cuenta de resultados. Aquí, “los profesionales prefieren muchas veces realizar la contabilidad ellos mismos y no se dan cuenta de la importancia y las ventajas que podría suponer contratar a un profesional. Muchos prefieren invertir los recursos del negocio en contratar empleados que incrementen el nivel de producción cuando es necesario también contar con profesionales que controlen si las cuentas están funcionando correctamente” explicó Torres. “Ambas partes tienen la misma importancia”.

- Una vez contraídas las deudas

  • La Ley de segunda oportunidad

Acogerse al Real Decreto ley 1/2015, de 27 de febrero, de mecanismo de segunda oportunidad, reducción de carga financiera y otras medidas de orden social o más conocido como Ley de segunda oportunidad es la opción que al presidente de la Federación le parece más acertada cuando un autónomo se esté ahogando en deudas. Se trata de una opción que está vigente desde 2015 “pero por la que muy poca gente opta. Sólo unas 2.000 personas se acogieron a ella el año pasado”.

La ley de segunda oportunidad, según explica Torres, es similar a la de un concurso de acreedores, pero “más simple. Se puede hacer extrajudicialmente y teóricamente es más barata”. Esta normativa permite que el dueño de un negocio con deudas pueda negociar con los acreedores una serie de quitas o aplazamientos para así poder hacer frente a las deudas. Para ello, el autónomo debe cumplir con una serie de requisitos como: haber actuado de buena fe, no tener una deuda de más de cinco millones de euros, no haber sido condenado por delitos contra el patrimonio, el orden socioeconómico, contra la Seguridad Social o la Hacienda pública o contra los derechos de los trabajadores, ...

No obstante, y a pesar de todas las posibilidades que ofrece la ley de segunda oportunidad, Joan Torres asevera que hay que darle una vuelta, pues admite que tiene una serie de inconvenientes que hace que los autónomos no apuesten por ella:

  1. Compleja: el Real Decreto ley 1/2015, de 27 de febrero, es complejo y lioso. Para Joan Torres el hecho de que la normativa obligue a pasar por una serie de trámites, hace que un autónomo no pueda acogerse a ella por si sólo y necesite la ayuda de un profesional.
  2. No es aplicable en el caso de deudas con Hacienda y Seguridad Social: la Ley de segunda oportunidad puede ser una gran opción para aquellas personas que tengan deudas con acreedores que no sean ni Hacienda, ni Seguridad Social, ya que con estas Administraciones no se puede negociar, ni llegar a un acuerdo. Algo que Torres califica de injusto porque “habría que darle la posibilidad de que puedan llegar a acuerdo con los acreedores que son proveedores, que son bancos y que son Administración. Y esto falta”. De hecho, ATA está pidiendo que los autónomos se puedan beneficiar de quitas con Hacienda y la Seguridad Social para facilitar el reemprendimiento.
  • Aplazamientos

Si se tienen dudas con las Administración, ya sea con Seguridad Social o con Hacienda, la única forma de poder pedir una “tregua” es mediante un aplazamiento. En ellos, “el autónomo tiene que garantizar que al final va a poder hacer frente al pago con, por ejemplo, una hipoteca. Pero esto merma la capacidad de seguir con la actividad, porque todo ingreso que se reciba, tiene que ir directo a solventar la deuda. Además, en ningún momento ésta se reducirá” apunta Torres.