Otro de los problemas de salud mental de los trabajadores por cuenta propia es la "dismorfia de productividad"

Los psicólogos alertan de la sisifemia, una dolencia de los autónomos debida a los problemas en sus negocios

Un reciente estudio de la Junta de Andalucía muestra cómo, cada vez, más autónomos sufren problemas de salud mental. Entre ellos, destaca la sisifemia, un trastorno psicológico derivado de la tensión a la que están sometidos en sus negocios o la llamada "dismorfia de productividad".

Hispanic business owner having problems with his startup company. Upset  entrepreneur feeling stressed and worried while looking at the laptop screen
Los trabajadores autónomos se ven expuestos al estrés y la ansiedad debido a su trabajo
Los psicólogos alertan de la sisifemia, una dolencia de los autónomos debida a los problemas en sus negocios

La salud mental es un asunto que cada vez preocupa a más personas en España, sobre todo a aquellas que viven con mayor presión durante su vida laboral. Es conocido que los autónomos son más propensos a sufrir estrés y ansiedad debido a las largas jornadas laborales, la inestabilidad en su actividad que supone no tener ingresos fijos todos los meses, la carga administrativa y la burocracia que deben asumir, la constante búsqueda del equilibrio entre el trabajo y la vida personal, y otros muchos más condicionantes.

Un reciente informe elaborado por el Laboratorio-Observatorio de Riesgos Psicosociales de Andalucía (LARPSICO) sobre la salud mental de los trabajadores autónomos, llamado "Problemas de salud mental en el trabajo autónomo: del estrés de 'dismorfia de productividad' al 'trastorno de sisifemia'", advierte sobre la importancia de prestar atención a las señales y no quedase de brazos cruzados. Asimismo, otros estudios e investigaciones, como la realizada por la Junta de Andalucía, sirven para alertar de la aparición de ciertos trastornos de salud mental cada vez más recurrentes entre los trabajadores por cuenta propia. 

Así, además del estrés o la ansiedad tradicionales, aparecen nuevos diagnósticos, como la sisifemia, un trastorno que consiste en un cansancio mental extremo derivado de trabajar durante un tiempo prolongado bajo presión, una situación muy común entre los autónomos.

Datos del Ministerio de Sanidad revelan que el 6,7 % de la población padece algún tipo de ansiedad y el 4,1 % sufren depresión. Según los expertos en salud mental, el estrés laboral afecta generando más cortisol, que es la hormona del estrés, generando cuadros o trastornos somáticos, ansiedad, depresión, insomnio e incluso, problemas cardiovasculares. Además, la inestabilidad de no tener todos los meses un salario fijo genera una inestabilidad emocional, y sobre todo si no hay buenas estrategias de autocontrol.

La sisifemia: trastorno cada vez más habitual para los autónomos, aunque no lo reconozcan

El informe de la Junta de Andalucía hace mención al término ‘Sisifemia’, que se refiere básicamente al “cansancio mental de la persona trabajadora, o el agotamiento del profesional sometido diariamente a una sobrecarga mental extrema”. 

En el entorno laboral actual, donde muchos autónomos trabajan desde casa -o siguen gestionando sus negocios después de salir de la oficina o el local-, la frontera entre el tiempo dedicado al trabajo y el tiempo personal puede volverse borrosa. La investigación resaltó que, aunque la flexibilidad en el trabajo puede ser beneficiosa para conciliar la vida laboral y personal, también presenta riesgos para los autónomos, ya que puede llevar a una confusión entre los momentos destinados al trabajo productivo y a la vida personal.

El estudio sobre salud mental señala que este tipo de agotamiento profesional deriva de cronificar una situación de dismorfia de productividad”, el cual es un sentimiento patológico de no ser suficientemente productivo, pese a que se realiza una actividad de alto rendimiento. La dismorfia de productividad termina afectando la confianza, autoestima, salud y bienestar del autónomo.

Marta Márquez, psicóloga de la plataforma online Buencoco, señaló a este diario que, si no se presta atención a los primeros síntomas -problemas en la memoria, irritabilidad, apatía y fatiga-, la sisifemia sin tratamiento puede contribuir al estrés crónico, la ansiedad o incluso la depresión, deteriorando la salud mental en general. 

Además, el estrés continuo conlleva implicaciones físicas, manifestándose en problemas como la fatiga crónica, trastornos del sueño y déficit de atención. Por ello, la profesional aconseja abordarla con el apoyo profesional adecuado para preservar la salud integral del autónomo.

La OMS y los psicólogos advierten sobre la situación mental de los autónomos

Exponerse a mucha actividad laboral constantemente puede conllevar a graves consecuencias de salud, así lo comunica la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT), quienes han advertido que trabajar 55 horas o más a la semana aumenta en un 35% el riesgo de presentar un accidente cerebrovascular y aumenta en un 17 % el riesgo de fallecer a causa de una cardiopatía isquémica, con respecto a una jornada laboral de 35 a 40 horas a la semana.

Por su parte, Márquez señaló que las preocupaciones más comunes que tienen sus pacientes que trabajan como autónomos suelen estar relacionadas con la incertidumbre en base al número de ventas realizadas, ya que son parámetros variables mientras que sus gastos son más estables y fijos. 

La experta explicó que esas situaciones conllevan a “estar generando continuamente expectativas ansiosas de inseguridad e incertidumbre. Llegando en muchos casos a Patrones de conducta tipo A, que son aquellas personas obsesionadas con el trabajo”.

Señales a las que debe prestar atención el autónomo para detectar un problema de salud mental

Los trabajadores por cuenta propia que empiecen a experimentar una actitud negativa, falta de motivación, agitación, pérdida de sueño y apetito, apatía, mal humor o tristeza deben prestar atención al desarrollo de esos sentimientos y sensaciones, puesto que puede ser una situación temporal o convertirse en una frecuente.

Marta Márquez destacó los tres principales indicadores propuestos por la OMS para identificar el agotamiento mental:

  • Sensación de cansancio o agotamiento de la energía.
  • Aumento del desapego mental hacia el propio trabajo, o sentimientos de negativismo o cinismo relacionados con el mismo.
  • Reducción de la eficacia profesional.

El autónomo que experimente estrés o depresión debe ponerse en manos de un profesional de la salud mental

Si el autónomo se encuentra experimentado estos síntomas, Márquez valoró que los siguientes pasos son “analizar qué factores han sido los desencadenantes y cuánto tiempo lleva así, para poder comunicarlo al profesional de la psicología y éste implante objetivos de intervención que sean personalizados a las necesidades del paciente”.

Las estrategias psicológicas más efectivas para ayudar a los trabajadores autónomos a gestionar el estrés y la presión laboral incluyen técnicas de solución de problemas, intervención en sus estrategias de afrontamiento para identificar aquellas que no sean adaptativas y que puedan tener un impacto negativo, así como técnicas de autocontrol y gestión emocional. 

Además, las técnicas de relajación y respiración son herramientas valiosas en este proceso según lo explicado por la experta. Por otro lado, las terapias de Tercera Generación, como el mindfulness, y, en última instancia, las terapias de orientación cognitivo-conductual, son especialmente útiles para abordar los pensamientos automáticos que contribuyen al estrés. 

Otro aspecto muy importante a tener en cuenta y tratar, es la parte social. “Somos seres sociales, independientemente de que haya personas más introvertidas que otras. Lo que conlleva, que necesitamos sentir apoyo social”, señala Márquez. Por lo que la psicóloga aconseja a los autónomos asociarse a un colectivo acorde a la labor de dicho autónomo. “Está comprobado y más como seres sociales que somos que necesitamos estar acompañados tanto para lo bueno como para lo malo, para llevar mejor el estrés e incluso para la toma de decisiones ante un problema; pero sobre todo obligarse a cuidar su salud mental y física con buenos hábitos y obligarse a sacar tiempo para el ocio”.

¿Los autónomos pueden solicitar la baja si tienen ansiedad o depresión?

La asesoría para autónomos Taxscouts esclareció “una de las dudas más consultadas por parte de sus clientes: si es posible pedir una baja laboral por ansiedad y depresión causada por el trabajo”. Según explicaron, la respuesta es afirmativaentra dentro de los requisitos para solicitar la prestación por incapacidad temporal.

Para poder solicitar la baja, el autónomo debe haber cotizado al menos 180 días como autónomo en los últimos cinco años, estar al corriente de los pagos de la cuota de autónomo, y no tener otro tipo de deudas con la Seguridad Social.

El proceso de recuperación se aborda a través de la prestación por incapacidad temporal por contingencias comunes, ya que la ansiedad y la depresión están clasificadas como enfermedades comunes, excluyéndolas de la categoría de enfermedades profesionales establecida en el RD 1299/2006. 

En este caso, al ser consideradas enfermedad común, el autónomo recibiría el 60 % de su base de cotización del mes anterior al inicio de la baja a partir del cuarto día, aumentando al 75 % a partir del día 21. En cambio, si se considera enfermedad profesional, el trabajador autónomo recibiría el 75 % de su base de cotización desde el día siguiente al inicio de la baja.

La duración máxima de la baja por incapacidad temporal es de 365 días, con la posibilidad de extenderse por 6 meses adicionales.