Según FETRANSA, sería aplicable a partir de las dos toneladas en la furgoneta

Los transportistas de furgonetas podrían tener que obtener el Certificado de Aptitud (CAP) para trabajar

Varias organizaciones han enviado una carta abierta al Parlamento Europeo, en la que exponen la necesidad de que a los conductores de furgonetas se les exija el Certificado de Aptitud Profesional (CAP) como al resto de transportistas.

Two removal company workers unloading boxes from minibus into new home.
La propuesta que se ha llevado ante el Parlamento Europeo incluye a los conductores de furgonetas.
Los transportistas de furgonetas podrían tener que obtener el Certificado de Aptitud (CAP) para trabajar

European Transport Safety Council (ETSC), International Federation of Pedestrian, que engloba asociaciones europeas de peatones, la European Ciclists Federatión de los ciclistas y la Federación Europea de Trabajadores del Transporte (ETF), han enviado una carta abierta al Parlamento Europeo en la que exponen la necesidad de una formación profesional adicional para los conductores de furgonetas, conocida como el CAP (Certificado de Aptitud Profesional), con requisitos similares a los de los conductores profesionales de camiones, autobuses y autocares.

Esta revisión de la situación de los conductores de furgonetas tiene como objetivo reforzar la seguridad vial y contribuir al objetivo de la UE de reducir las muertes y lesiones graves en carretera en un 50 % de aquí a 2030. Para ello, las citadas organizaciones piensan que la formación obligatoria para los conductores profesionales de furgonetas debería ser obligatoria.

En dicha propuesta se manifiesta que los operadores y conductores de vehículos pesados ​​deben obtener Certificados de Competencia Profesional (CAP) y actualizarse periódicamente, y que las flotas de furgonetas podrían operar con ello, pero con estándares más bajos. La CAP marca que todas las personas que conducen profesionalmente tienen que hacer cursos de formación inicial (entre 240 y 280 horas que requieren un examen) y de formación continua; cada cinco años se hace una formación de reciclaje, que son 35 horas en las que se aborda la conducción racional, los tiempos de conducción y descanso, así como la normativa social. Todo esto permite un sector mucho más profesionalizado y mucho más conscientes de cuáles son los riesgos.

Para mejorar la seguridad vial, las organizaciones piden una formación integral para los conductores profesionales de furgonetas que abarque aspectos como la carga y descarga segura, la sujeción de la carga, la marcha atrás, la prevención de la fatiga, la planificación del viaje y el cumplimiento de las normas de tráfico, incluido el uso del cinturón de seguridad y el evitar distracciones.

La carta insta a que los requisitos actuales para los conductores de autobuses y camiones, que incluyen la formación de conductores profesionales (CAP), se amplíen para crear una nueva categoría para los conductores de furgonetas, incluidos aquellos que pueden ser clasificados erróneamente como autónomos o conductores propietarios. Esto podría lograrse como parte de la propuesta del Parlamento Europeo para establecer una categoría permiso de conducir B+ con un requisito separado de formación de tipo CAP para los vehículos N1 utilizados con fines profesionales.

En la actualidad, los operadores y conductores de vehículos pesados tienen la obligación de obtener el CAP y, además, actualizarlo periódicamente, pero las flotas de furgonetas están exentas. Y sólo los camiones ligeros con más de dos toneladas y media, y que operen dentro de las fronteras europeas, están sujetos a las normas de la UE sobre los descansos y los tiempos de conducción.

Las asociaciones del transporte español están a favor de exigir el CAP a los furgoneteros

Desde la Federación Nacional de Asociaciones de Transportistas de España (FENADISMER), y por voz de su secretario general, Juan José Gil, se muestran “a favor de toda aquella medida legislativa tendente a profesionalizar la actividad del sector de transporte por carretera, tanto en transporte pesado como en transporte ligero.

De hecho, hasta el año 2013, en España, se exigía que para acceder a la actividad del transporte ligero se tuviera el título de Competencia Profesional para el Transporte. Esto garantizaba que sólo aquellas personas que tuvieran un conocimiento profesional suficiente pudieran acceder a la actividad.

Sin embargo, "lamentablemente, mediante una modificación de la Ley de Ordenación de los Transportes Terrestres, dicha exigencia se eliminó, en contra de la opinión de las organizaciones de transportistas. Por ello, veríamos positiva la introducción de esta exigencia del Certificado de Actitud Profesional para los conductores de vehículos ligeros, lógicamente eximiendo de la obtención de la titulación inicial a los que justifiquen que ya vienen prestando su servicio en la actualidad, los cuales al igual que los conductores de vehículos pesados sólo deberían realizar el reciclaje de dicha formación cada cinco años”, aseguró FENADISMER.

Por su parte, la Federación Nacional del Transporte por Carretera (FETRANSA) también coincide con esta opinión y explica la situación. José Carlos López Jato, secretario técnico, dice que “la intención de solicitar el CAP a los conductores de furgoneta es algo nuevo, pero el debate lleva tiempo en el sector. Nosotros, como asociación, estamos de acuerdo. La siniestralidad en el sector del transporte está muy focalizada en las furgonetas, es donde hay un problema grave de siniestralidad, aunque nos meten a todos en el mismo saco. Y desde hace tiempo hay debate sobre si a las furgonetas se las debería de exigir que también llevaran un limitador de velocidad. Para hacernos una idea, por ejemplo, las furgonetas de reparto de paquetería pueden coger 150 km/hora de velocidad, pero, en realidad, a la velocidad que deben circular es a un máximo de 90, como un camión grande; tienen los mismos límites de velocidad”.

“Hay un debate también sobre si les deberían aplicar los tiempos de conducción y descanso, que en el 2026 será obligatorio cuando realicen transportes internacionales o de cabotaje. Y también habría que considerarles tan ‘conductores’ como a los que llevan vehículos más grandes y, por lo tanto, se les tendría que exigir el CAP”, aseguró Jato.

El representante de FETRANSA piensa que “es un sector que está completamente dejado de la mano de Dios; no se le aplica ninguna de las normas que sí se les aplica a vehículos de más de tres toneladas y media. Las consecuencias se reflejan en una alta siniestralidad. Se trataría, pues, de aplicar toda esta normativa a furgonetas a partir de dos toneladas”.

El secretario técnico de FETRANSA reconoce que “nosotros contamos con asociados que tienen ese tipo de furgonetas y de conductores y no es que estén precisamente a favor, pero es una cuestión que tiene que ver mucho con la seguridad y ante esto es muy complicado oponerse. Pero aún, seguramente, esté muy lejos de llevarse a cabo y la oposición que va a haber por parte de este sector del transporte ligero va a ser fuerte, ya que conlleva un cambio de paradigma. Aunque nuestra posición sería a favor. Lo valoramos positivamente, lo que pasa es que esta es una parte de los problemas que tiene ese sector. Hay que adoptar medidas en general para que el transporte ligero no está tan precarizado y todo esto seguro que ayuda a que vaya a estar más profesionalizado, para que los servicios se presten bajo toda la normativa. Pero esto vendrá a incrementar los precios de los servicios y es el consumidor quien tendrá que asumirlo”.