Algunos conceptos básicos sobre cómo funciona la bolsa para autónomos que se plantean invertir
La inversión se ha hecho popular en poco tiempo y es cada vez más habitual que los pequeños ahorradores se planteen empezar a invertir en bolsa. En los últimos años se ha disparado el interés por las finanzas personales y se han multiplicado las secciones en prensa escrita y online, televisión o radio que ofrecen información sobre el estado de la bolsa.
Sin embargo, el funcionamiento real de la bolsa continúa siendo un misterio para la mayoría de los autónomos y, en general, los pequeños inversores. Según explican los expertos, la bolsa de valores es un mercado para comprar y vender las propiedades de distintos activos financieros. Es importante saber que "no existe solo un tablero dedicado a este juego".
Hay muchas bolsas donde pueden invertir los autónomos en distintos países. Y, según el contexto geopolítico y económico, en cada momento, algunas pueden ser más rentables que otras.
¿Qué bolsas de valores existen y cómo funcionan?
La bolsa de valores no es otra cosa que un espacio físico y una plataforma online abierta a todo el mundo, donde se habilitan las herramientas necesarias para negociar valores como son los bonos, las acciones, las unidades de inversión, opciones y futuros.
De hecho, son muchos los pequeños inversores que, al iniciarse en las primeras operaciones se preguntan algunas dudas habituales como cuántas bolsas hay, de qué países, cómo funcionan o qué es nasdaq 100. Según los expertos, hay muchas bolsas pero las más relevantes del mundo en cuanto a capitalización, es decir, según la cantidad de dinero que mueven, son la de Nueva York (Down Jones), el Euronext, la de Tokio y la de Shanghái y el Nasdaq estadounidense conocido como Nasdaq Composite.
En cuanto a Nasdaq 100, es "un subconjunto del mencionado Nasdaq Composite en el que actúan solo las 100 empresas no financieras más grandes de este índice global perteneciente a los Estados Unidos de Norteamérica".
¿Para qué sirve la bolsa?
En general cualquier bolsa de valores asegura que un intercambio realizado dentro de su ámbito de actuación cumpla con sus obligaciones en todo el mundo, además consigue que las transacciones se lleven a cabo de forma fiable y muy rápidamente. Y es que esta compra–venta sólo se les permite a empresas confiables al 100%, evitando que se produzcan estafas o engaños y asegurando que se realicen a un precio de mercado justo.
El objetivo de aquellos que operan en este entorno financiero es, por un lado, que los ahorradores e inversores obtengan rentabilidad y por otro lado que las empresas puedan financiarse y aumentar su presencia en el mercado. Este tipo de intercambio , que en la actualidad puede hacerse de forma física o virtual, está considerado como un mercado secundario ya que es el lugar donde se negocian activos que ya han sido emitidos previamente en el mercado primario, transfiriéndose la propiedad en la bolsa.
¿Qué son los valores?
Los valores que se venden y que la bolsa pone a disposición de sus usuarios son emitidos por todo tipo de empresas, por los estados y regiones individuales con el objetivo de traer financiación a sus proyectos de expansión o de trabajo. Es bastante frecuente que estos emisores lo que busquen sea un interés bajo en un formato de préstamo. Para ello emitirán bonos que podrán ser adquiridos fácil y rápidamente.
En la actualidad, las acciones y bonos emitidos por los diferentes organismos, asociaciones y compañías que se van a negociar en este lugar no tienen el formato documental tradicional, sino que se presentan como códigos digitales. El sistema es muy sencillo; cuando se emite un valor, el registrador deberá crear un registro de accionista o tenedor de bono de la empresa en su servidor, actualizándolo. Es en este registro donde se deposita la información sobre quién es el propietario del valor y cuál es la cantidad.
La importancia de los intermediarios financieros
Para actuar en la bolsa de valores hay que saber que cualquier persona o entidad no podrá acceder a estos intercambios de forma directa, sino que necesitará la intermediación de un profesional, conocido como corredor de bolsa o fideicomisario que tiene una labor de representación.
Este actor financiero toma el lugar de las personas físicas o jurídicas que así lo requieran para llevar a cabo las transacciones sin que se establezca ningún tipo de contacto ni comunicación con el propietario del activo que se quiere adquirir. Como cabe suponer, este intermediario tomará para sí una comisión por su trabajo.
Los tipos de agentes de bolsa pueden ser desde gestoras de carteras a entidades de crédito o compañías de seguros e incluso empresas privadas.
