La autónoma que tuvo la idea de preparar postres y dulces para que los disfruten perros y humanos
Doggy Treats es una startup que ofrece a quienes celebran momentos especiales con sus animales de compañía galletas, gominolas, minitartas... elaboradas con productos naturales y de cercanía.
No hay facturaciones millonarias –al menos, aún– en el trasfondo de la historia de emprendimiento de Fátima Ruiz-Clavijo: Doggy Treats. Una startup de alta repostería para mascotas, que ofrece a los dueños de perros galletas, bizcochitos, trufas, gominolas y tartas para sus mascotas, elaboradas con productos naturales y aprovechando lo mejor de cada estación.
Pero sí hay, en cambio, tres factores que acostumbran a llevar al éxito a quien da, como ella, el salto de un trabajo profesional por cuenta ajena a la aventura de satisfacer una nueva necesidad del mercado. Que, o bien nadie había pensado antes, “o bien nadie lo hace con ese valor diferenciador”, aclaró a este diario la fundadora de esta marca, una profesional reputada dentro del mundo de la comunicación empresarial.
“Hay que explicar primero que ese salto está aún en el aire, pues compatibilizo el desempeño de mi profesión por cuenta propia para varias empresas y medios, como relaciones públicas y responsable de sus redes sociales, con esa otra faceta de repostera perruna”, relató Fátima Ruiz-Clavijo, quien recuerda que todo comenzó “con la dichosa pandemia”.
En España hay en la actualidad más de 9,3 millones de mascotas, y cada vez se gasta más en su cuidado
Doggy Treats reúne la pasión imprescindible que debe tener detrás todo proyecto que se encuentra aún en su fase de creación y descubrimiento de sus verdaderas posibilidades. Cuenta con un mercado más que suficiente, en lo que a oferta para su negocio se refiere, pues en España hay en la actualidad más de 9,3 millones de mascotas, “con la particularidad, muy a mi favor, de que cada vez los mimamos más y eso se nota en el gasto efectuado”. Y, por último, está teniendo viento a favor, como lo demuestra el que esa pluriactividad “ande ya en un 50%-50% entre ambas ocupaciones, con la previsión de poder vivir del negocio en un par de años”.
La última de las agencias para las que desarrollaba su quehacer esta profesional, que lleva más de un par de décadas en el mundo de la comunicación empresarial, “tuvo a bien enviarme a casa e indemnizarme como es debido. Lo primero me sirvió para tomar la clásica decisión del ahora o nunca, que suele ser muy de emprendedor, a nada que se tiene un minuto para reflexionar si lanzarse a ello”. Y lo segundo sufragó el comienzo de la actividad, “mientras me aseguraba la superviviencia momentánea ante mi paso al mundo freelance: rentabilizar mi experiencia siendo mi propia jefa”.
Fátima Ruiz-Clavijo se reconoce entre aquellas personas preocupadas por su alimentación, y por el origen de los productos que consumen. “Nada de mangos venidos de Brasil, ni de aguacates cultivados en Perú, porque su huella de carbono es insoportable. Y pensé: esto mismo que busco para mí, ¿lo estoy haciendo igual para la comida de mis perros?” Era consciente que, en lo referente a la alimentación, las grandes marcas del mercado son muy serias. “Pero las ‘chuches’ son otro cantar”.
Doggy Treats es una de las pocas marcas de alimentos que resultan aptas para perros de distinta edad y dentadura
A partir de ahí, otros dos ingredientes emprendedores: imaginación y creatividad. “Aparte de su estética visual, para asegurar la frescura y la calidad de los snacks y las chuches, en Doggy Treats elaboramos nuestras galletas y tartas en obrador, aprovechando lo mejor de cada estación”, comentó haciendo referencia a las dos personas que la acompañan ya en esta aventura empresarial.
Así, en su catálogo, utiliza frutas y verduras de temporada, como la calabaza, la zanahoria, la manzana verde, el hígado de ternera y de pollo, o los huevos de gallinas felices, entre muchos otros ingredientes frescos, además de harinas ecológicas de colmados. Todo esto asegura que los perros puedan disfrutar de una alimentación complementaria sana, que no ponga en riesgo su peso o su salud en su día a día. “Empleamos harinas molidas en molinos gallegos, que no tienen ni punto de comparación con las industriales”.
Otro de los grandes aspectos diferenciales del negocio de esta emprendedora es la completa adaptación de los productos a las necesidades de sus clientes perrunos. Por ejemplo, la eliminación de ingredientes por alergias, la producción en distintos tamaños o la textura más blanda, “que son aspectos que convierten Doggy Treats en una de las pocas marcas que resultan aptas para perros de distinta edad y dentadura”.
Y la idea es precisamente esa, la de acompañarlos en los momentos de disfrute: la llegada a casa tras un periodo de búsqueda y adopción, una fiesta de cumpleaños, etcétera. “E incluso durante los periodos normales, pues tenemos una sopa para cuando están pachuchos, que lleva contramuslos de pollo, huesos de ternera, zanahoria y apio, cocinados a fuego lento durante ocho horas. Vamos, como la que nos hacían nuestras abuelas”.
La startup sirve ya producto a inflcuencers que celebran ante sus seguidores fiestas con sus perros
Nos obstante, su roscón de Reyes por Navidad o sus cajas sorpresa para San Valentín, que hacen las delicias de los y las inflcuencers que celebran el directo esta fiesta con sus perros, son algunos de sus productos estrella: chupa-chups caninos, minitarta, gallegas y un minicono de corazones, todo en el tono rosado tan propio del Día de los Enamorados.
Como lo son su minitarta Zucchini, con harina de trigo integral ecológica, calabacines, manzanas verdes, huevos, aceite de oliva virgen extra y un relleno de crema de cacahuete artesanal, con cobertura de láminas de manzana deshidratada. O sus Doggy Dognuts, con similares ingredientes naturales y un topping de crema de almendras y láminas de almendras tostadas. “Tenemos clientas muy variopintas: desde los mencionados influencers, a la niña que le da una chuche al perro y se come ella otra, pasando por la señora que todas las tardes se pone a ver la tele con un café y una pasta, y a su galga le pone un ZypyZape de Doggy Treats”. La venta de estos productos vía portales de reparto a domicilio, como Glovo, está colaborando a su éxito.
Tras una investigación de mercado casera, esta emprendedora llegó a la conclusión de que era preciso mirar hacia afuera, porque el verdadero mercado para Doggy Treats está en Estados Unidos, Gran Bretaña y el Norte de Europa. Y de hecho, el nombre de su startup tiene ya esa motivación. “No me cabe duda que de la tendencia llegará también aquí, porque hace 15 años era imposible cuidarse las uñas de forma decente fuera de casa y hoy hay dos tiendas de manicura en cada calle. Lo mismo pasa con esto: estamos pasando de poner una triste velita sobre la lata de alimento diaria a montarles verdaderas fiestas, con sus amigos perrunos, en los parques”.
Ahora, Fátima Ruiz-Clavijo está inmersa en un periodo de formación en Acelera Startups, el ecosistema emprendedor de la Escuela de Organización Industrial e Impact Hub, “que cuenta con fondos europeos para echarnos una mano a los emprendedores que sabemos mucho de lo nuestro y no tanto de cómo gestionar un negocio”, concluyó la creadora de Doggy Trats, que acaba de lanzar al mercado la primera smash cookie diseñada especialmente para perros, disponible exclusivamente en los establecimientos de la cadena de hamburgueserías Pink's de Madrid. “Para que dueños y perros puedan disfrutar de la misma experiencia gastronómica”.