Estos jóvenes han inventado un negocio de éxito que permite compartir suscripciones de Netflix o Spotify
Dos jóvenes han creado Sharingful, una plataforma que permite compartir con otros usuarios el importe de casi todos los servicios de suscripción que hay en Internet. Este año facturarán un millón de euros con sólo dos empleados.
Prácticamente todos los hogares españoles tienen contratado, al menos, un servicio de suscripción. Netflix, HBO, Spotify, Amazon Prime… De hecho, el número de suscripciones a plataformas de streaming en el país se ha incrementado un 3% en comparación con el 2022, según el estudio ‘Global Streaming Study 2023’, elaborado por la consultora Simon-Kucher.
Todo, en un momento en el que los precios de las suscripciones han crecido, de media, un 25%. Por ello, multitud de usuarios optan por compartir estas suscripciones con amigos y familiares para poder disfrutar de los servicios de entretenimiento, comercio electrónico o educación sin tener que desembolsar el 100% de su precio.
En este contexto, dos jóvenes emprendedores de 28 años pusieron en marcha hace dos años Sharingful, un proyecto que permite conectar a los usuarios que cuentan con una suscripción con otros que están dispuestos a compartir gastos en estas plataformas digitales. Ya cuentan con más de 50.000 usuarios, y esperan cerrar el año con una facturación de un millón de euros.
Según relató a este diario Guillem Vestit, CEO y cofundador de Sharingful, la idea de negocio surge en la universidad, cuando la desarrolló como Trabajo de Fin de Grado junto a su compañero Gerard Garrote. “Una vez terminamos los estudios, empezamos a valorar con diferentes abogados si merecía la pena lanzarlo al mercado o no y, una vez tuvimos su aprobación, nos lanzamos a emprender, montando la sociedad y, a los pocos meses, sacando al mercado la plataforma”, explicó.
“El Blablacar de las suscripciones” que permite ahorrar hasta 350 euros al año a sus usuarios
En palabras del CEO de Sharingful, el negocio de la compañía consiste en “una plataforma que permite compartir suscripciones con otras personas. Nosotros hacemos de intermediarios y facilitamos toda la plataforma de pago segura. Al final, estamos especializados en este mercado. Por decirlo de alguna forma, somos como el Blablacar de las suscripciones”, valoró.
Clave en el crecimiento de la compañía es el modelo de suscripción que cada vez utilizan negocios de sectores más variados, no sólo de la industria del entretenimiento, sino también del comercio electrónico y de otras actividades. “Comenzamos con las plataformas de contenido, como Netflix, HBO, Spotify… Y luego nos expandimos a las apps de educación, bienestar… El futuro son las suscripciones, por lo que cada vez incorporamos más, según los usuarios nos van avisando de la necesidad”, explicó Guillem Vestit.
Pero, ¿dónde se encuentra el negocio de Sharingful? “Nuestra única fuente de ingresos es el cobro de una pequeña comisión por cada transacción, de en torno a un euro por cada usuario que se une a un grupo. No cobramos al propietario de la suscripción”, especificó su CEO y cofundador.
Además, el número de usuarios que puede compartir cuenta “depende de cada plataforma y del usuario propietario de la suscripción, que puede elegir con cuántas personas comparte su cuenta”. Poniendo un ejemplo, el servicio de música en streaming Spotify permite incorporar hasta seis usuarios diferentes, por lo que cada uno sólo pagaría un 16,7% de la cuota mensual.
Teniendo en cuenta el creciente número de suscripciones que los hogares españoles están contratando, así como el incremento de los precios de las mismas en el último año, la compañía estima que cada usuario de Sharingful podría llegar a ahorrar unos 350 euros anuales si comparte sus cuentas en la plataforma.
La carga fiscal, una barrera para convertirse en autónomo siendo joven
Ingenieros de formación, Guillem Vestit y Gerard Garrote se encargaron, durante las fases iniciales de Sharingful, de toda la programación y el desarrollo de su plataforma, por lo que los costes iniciales del proyecto fueron reducidos, “excepto en los trámites de crear la sociedad, donde sí pedimos ayuda.”
Sin embargo, “después nos dimos cuenta de que una cosa es crear un producto y otra diferente lanzarlo al mercado. Aquí si se necesitan más recursos porque, aunque tengas una muy buena idea, no sirve de nada si no te conoce nadie. Por eso fuimos reinvirtiendo poco a poco, sobre todo en el área de marketing”, explicó a este medio el CEO de Sharingful.
Guillem Vestit es autónomo societario, y la única ayuda a la que pudo acogerse al iniciar su negocio fue la Tarifa Plana. Una rara avis a sus 28 años -entonces tenía 25-, cuya historia no estuvo exenta de las dificultades que también sufren los trabajadores por cuenta propia de mayor edad.
“De lo que más nos dimos cuenta es de que, al abrir un negocio por primera vez, tienes muchas dificultades, sobre todo con el tema de los impuestos, que es lo más complicado. Nosotros no tuvimos ninguna subvención y teníamos que atender a muchos costes fiscales en las primeras etapas”, relató el emprendedor.
Esperan facturar tres millones de euros en 2024 para lanzar su expansión internacional
La plataforma para compartir suscripciones ya cuenta con más de 50.000 usuarios, el 95% de los cuales se encuentra en España, aunque también “tenemos usuarios en Europa y Latinoamérica, porque al final es un producto global y los usuarios que nos conocen de otros países también nos utilizan”, explicó Guillem Vestit.
Por ello, aunque ya triplicarán su facturación este año -esperan cerrar el 2023 con unos ingresos de un millón de euros-, el objetivo de Sharingful para el próximo año es volver a hacerlo para lanzar su expansión internacional.
Todo, con una plantilla reducida. Dos años después de su lanzamiento al mercado, Sharingful sigue siendo una micropyme con apenas dos asalariados, dedicados a la atención al cliente y al marketing, además del trabajo de los dos fundadores al frente de la empresa.