Producen más de tres toneladas de producto a la hora

De pequeña churrería de barrio a multinacional de los aperitivos

Hace más de medio siglo que los hermanos Antonio y José Luis Medina abrieron las puertas de una pequeña churrería a las afueras de Madrid. Hoy en día, esa churrería se ha convertido en una empresa líder en el sector de aperitivos que exporta a todo el globo y factura 38 millones de euros.

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De pequeña churrería de barrio a multinacional de los aperitivos

Hace 60 años que los hermanos Antonio y José Luis Medina abrieron una churrería en el mítico barrio madrileño de Carabanchel. Una churrería que, medio siglo más tarde, se ha convertido en una de las empresas de aperitivos (frutos secos, patatas fritas, cortezas de cerdo, ...) más importante de España. Dos hermanos que decidieron trabajar nuevos productos. En concreto, aprovechando el aceite de las sartenes de los churros, freían patatas y frutos secos.

Un ejemplo de como un pequeño bar de un barrio obrero de las afueras de Madrid se puede convertir en una empresa multinacional que exporta toneladas de productos a países como Dubái, Dinamarca, Polonia, Hong Kong, Shanghái o Argentina, entre otros. De pequeña churrería a facturar en el último año 38 millones de euros.

Los hermanos Medina fueron dos emprendedores en una época en la que no era habitual serlo. “Estas historias comienzan siempre con la ilusión y las ganas de luchar día a día, y enfrentarte a todos y cada uno de los inconvenientes que surgen” afirma el director general de la empresa, Antonio Ramírez. En 1986 dejaron de lado la churrería para inaugurar la primera fase de la fábrica actual. Hoy por hoy, Medina es una empresa referente en el sector que produce aperitivos ecológicos o líneas gourmet.

De hacer churros en un bar a producir más de 3 toneladas por hora

Los hermanos Medina pueden estar orgullosos de haber nacido como la humilde churrería que hacia feliz a los carabancheleros y hoy en día estar produciendo entre tres y cinco toneladas de producto a la hora. La capacidad de la empresa también se hace visible en su envasado, llegando a empaquetar 250.000 unidades al día.

“Nosotros solo somos procesadores de producto. Eso sí, los buscamos alrededor de todo el mundo, incluso productos que todavía no se consumen en el mercado europeo. El producto nacional es muy importante para nosotros pero, por desgracia, hay algunos que no se pueden obtener en España”, explica Ramírez.

Medina dispone de un buen nivel de clientes fidelizados. La prueba es que una gran parte de ellos son de aquellos años en los que echaron a andar, por lo que pueden llevar unos 40 años como clientes. Para la firma es muy importante obtener y fidelizar nuevos clientes, por ello adquirieron la marca Churriri, especializada en la fabricación de patatas fritas con su personaje. “Muchas veces ves necesidades en el mercado que tú mismo no eres capaz de cubrir y, sin embargo, hay otro tipo de compañías más grandes o más pequeñas que en un momento dado si pueden ayudarte a satisfacer a ese tipo de clientes. Después es más fácil aprovecharlo, buscar las sinergias con esa compañía y directamente trabajas en conjunto”, explica Antonio Ramírez.

En 2011, Medina recibió el certificado de Empresa Ecológica, algo que les ha servido para aumentar el número de clientes. “Hoy en día, debido a la tendencia del mercado, hay un gran número de consumidores que demanda un producto más natural desde el punto de vista de no tener tanto contacto con pesticidas y herbicidas”, señala el director general.

La importancia de un carácter inquieto e innovador

Antonio Ramírez señala la importancia de innovar continuamente para poder seguir estando a la cabeza del sector y poder adaptarse a las necesidades de los clientes: “Para nosotros es tan importante innovar que ni tenemos un departamento de innovación, sino que es un tema en el que participamos todos los departamentos. La creatividad la dejamos en manos de todos y cada uno de los trabajadores, ya que nos pueden ayudar y aportar alguna idea, alguna novedad”. Tanto es así, que Medina recibió el año pasado el Certificado de Pyme innovadora, otorgado por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades.

El director general de la empresa añade que “Medina se diferencia del resto de competidores por su carácter inquieto e innovador, transmitido precisamente por Antonio y José Luis Medina. Ellos consiguieron que todos los que hemos ido llegando detrás también hayamos hecho nuestro ese carácter que nos hace buscar siempre novedades y desarrollar cosas nuevas. Tiramos del carro en el sector innovando en packaging (envasado) y en productos”.

A modo de conclusión, Ramírez da un pequeño consejo para los nuevos emprendedores: “Es muy importante tener mucha ilusión y constancia. No todo va a salir a la primera, no todo va a funcionar. Hay veces que hay que dar dos pasos para atrás y coger un poco de carrerilla e intentar saltar el escollo”.