Con opción de compra

Una startup española permite cambiar de ropa cada mes con un sistema de renting

El renting llega al mundo de la moda. Pislow es una startup española que quiso reinventar el concepto de la moda y hacerlo sostenible. ¿Su apuesta? Alquilar ropa con opción a compra.

Pishlow
María José González y Sheila Moya, fundadoras de Pislow
Una startup española permite cambiar de ropa cada mes con un sistema de renting

El renting está de moda, nunca mejor dicho. La forma de consumo está evolucionando hacia un camino más colaborativo, sin necesidad de endeudarse y dejando atrás el concepto de 'propiedad'. Básicamente consiste en que los usuarios pagan por lo que usan. Cada vez más sectores se suman a esta modalidad de negocio.Pislow es uno de ellos. Esta startup española vino para reinventar la moda, a través de una plataforma de renting textil.

“Existimos porque creemos en otra forma de consumir, en la innovación y la digitalización. Ofrecemos una alternativa a la compra. El sentimiento de propiedad ha quedado atrás, el renting es el futuro y la economía colaborativa está marcando el camino hacía un consumo más sostenible. Tendencia y sostenibilidad son compatibles, y ahora más que nunca”, afirmaron María José González y Sheila Moya, fundadoras de Pislow. A lo que añadieron que, “en España, el modelo de suscripción y alquiler de ropa no tiene tanto éxito como en otros países”. Sin embargo, esto esta cambiando: cada vez más usuarios se suscriben a cuentas de música, series o libros. ¿Por qué no hacer lo mismo con la ropa?

Pislow ofrece un servicio de renting de prendas, bolsos y accesorios a través de una suscripción de  prendas mensual, en la que el usuario tiene la posibilidad de comprar el producto con descuento una vez finalizado el periodo de alquiler. La cuota de la suscripción (standard de 100 euros, premium de 200 euros y lujo de 400 euros) varía entre los 39  y 109 euros al mes. También cabe la posibilidad de contratar un seguro, que se puede sumar adicionalmente al plan de suscripción, por si le pasa algo al producto. Además, si el cliente desea quedárselo, es posible pagarlo a plazos.

Un proyecto pionero en España nacido en 2017 y que ha experimentado un crecimiento del 600% durante los últimos seis meses. Entre sus mayores obstáculos estuvo el introducir al mercado un modelo de negocio completamente nuevo. “Lo más difícil fue empezar de cero y hacer un testeo real con el público”, explicaron.

Alargar la vida útil de un producto favoreciendo su rotación

El cuerpo, las necesidades y las posibilidades, evolucionan. Por ello, el armario también tendría que hacerlo. En un primer momento, los perfiles que más demandaban el renting de ropa eran mujeres con tallas grandes y premamás. Sin embargo, poco a poco han apreciado un cambio. Cada vez  más mujeres solicitan el servicio. “El perfil de nuestras compradoras es el de umna mujer trabajadora, amante de la moda y, de entre 25 y 45 años”, aseguraron. Ya cuentan con 3.000 usuarios de media al mes.

Pislow 2

“Nacemos con la misión de crear una nueva experiencia para la mujer, un armario sin fin. La moda nos ofrece la posibilidad de transformarnos todos los días de nuestra vida. La opción de poseer, aunque sea por unos días, esa prenda deseada. Y por último -no por ello menos importante-, contribuir a un consumo responsable que minimiza las compras caprichosas y su impacto ambiental. En definitiva, un armario infinito adaptado al estilo y al bolsillo de cada mujer”, explicaron

La condición principal a la hora de escoger los productos es que sean de calidad porque duran más. De esta forma, alargan la vida útil de la prenda, favoreciendo su rotación. Además,explicaron que aprenden de los datos del cliente para adaptarse a sus gustos y ofrecer mejores opciones personalizadas.

El precio y el estilo no están reñidos con la sostenibilidad

La ropa nueva que llega a los armarios suele utilizarse poco. Por ello, la otra parte fundamental de Pislow es fomentar la sostenibilidad y la concienciación por el medio ambiente. Según la Fundación Ellen McArthur, ahora nos ponemos cada prenda un 36,3% menos que en 2002. Y no podemos olvidarnos de que cada año se tira una media de 38 kilos de ropa por persona.

“La moda es un reflejo de la sociedad y, como tal, se ha sumado a la preocupación medioambiental global experimentando una nueva transformación con el fin de conseguir  un consumo más sostenibles. La idea de una moda más sostenible y respetuosa con el medio ambiente debe ir de la mano de unos hábitos de consumo más responsables. Nos encontramos ante el comienzo de una nueva era en la que el cambio climático es una realidad y  la sostenibilidad  una demanda permanente del consumidor”,concluyeron.