¿Está obligado un escritor a darse de alta como autónomo si decide publicar un libro?
Muchos escritores que se lanzan a publicar un libro se encuentran con la duda de si están obligados o no a darse de alta en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) y pagar su cuota todos los meses.
Los escritores son un colectivo particular entre los trabajadores por cuenta propia ya que tienen dificultades a la hora de discernir si su actividad requiere estar dado de alta como autónomo o no. Las claves que suscitan esta cuestión son variadas: la intermitencia de los ingresos o las bajas cantidades percibidas son algunas de ellas.
Según los expertos consultados por este diario, la habitualidad es uno de los factores más importantes a tener en cuenta para determinar si un escritor debería ser autónomo o podría facturar por sus obras sin estar dado de alta en el RETA.
El INSS establece que un trabajador autónomo o por cuenta propia es “aquel que realiza de forma habitual, personal y directa una actividad económica a título lucrativo, sin sujeción por ella a contrato de trabajo y aunque utilice el servicio remunerado de otras personas”.
Pero, ¿a qué responde el concepto de habitualidad?
¿Cómo afecta la habitualidad a los escritores para darse de alta como autónomos?
La dificultad del término habitualidad radica en que el autor desconoce cuál va a ser la frecuencia de su actividad y cuánto va a vender a partir de esa pieza en el momento de publicar el libro. “Si ese señor se dedica a escribir libros con continuidad debería darse de alta”, aunque si se trata de un escritor de libros que llega a un acuerdo con una editorial “lógicamente dependerá del tipo de contrato que tenga con ella”, apuntó acerca de la cuestión Alberto Ara, abogado laboralista.
Según explicó el abogado, “se entiende que hay una habitualidad cuando hay una constancia en la realización de la actividad”. "Si de manera habitual trabaja escribiendo libros, ya hay habitualidad".
Otro dato importante a la hora de delimitar a qué se refiere la habitualidad es "la frecuencia con la que se reciban ingresos”. Aunque no sean "los ingresos principales con los que el autor se sustenta", si hay una frecuencia a la hora de percibirlos hay habitualidad.
La cuantía, también, es un criterio que ayuda a estimar si hay habitualidad y que han utilizado en ocasiones los tribunales, poniendo como umbral el Salario Mínimo Interprofesional. Sin embargo, éste sólo es un indicador más a tener en cuenta según el caso. “No es el solo el monto económico lo que marca el que alguien tenga que estar dado de alta como autónomo, si no la regularidad con la que practica la actividad y recibe estos ingresos”.
Por ejemplo, un escritor podría publicar un solo libro y estar percibiendo por esta obra apenas 300 euros todos los meses. A pesar de la cantidad económica, en teoría debería, según lo estipulado, estar dado de alta en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA), porque esa constancia con la que está percibiendo dinero por su actividad es un factor determinante a la hora de considerar si hay habitualidad, si bien después los tribunales "matizan según cada situación particular" aclaró Ara.
Factores para determinar la habitualidad
Con lo cual, la habitualidad viene consignada por dos factores: por la continuidad con la que se practique la labor y la recurrencia con la que se perciban ingresos derivados, independientemente de la cantidad percibida en esos ingresos recurrentes. Como ejemplo, a grandes rasgos, si un autor publicó un único libro, pero recibe ingresos de manera reiterada o prolongada en el tiempo, Ara tuvo claro que “debería estar dado de alta”.
Además, el término de habitualidad es jurisprudencial; a raíz de una sentencia del Tribunal Supremo, muchas personas se acogieron a la idea de que la obligación de darse de alta como autónomo dependía de si los ingresos se encontraban por debajo del SMI, “pero es una confusión” aclaró Ara. En principio, si el trabajador realiza una actividad por cuenta propia de manera frecuente, debería darse de alta como autónomos, aunque los ingresos sean inferiores al salario mínimo.
El caso de la autopublicación de escritores
Hoy en día es fácil encontrar escritores que deciden autopublicarse. Luis Mª Compés, Presidente de la Asociación de Escritores de Madrid desde hace más de diez años, consideró importante recalcar la casuística particular de "aquellos que se autoeditan”. Los escritores que se publican y promocionan a sí mismos son “los autores que profesionalizan la venta de sus libros”; autores que, según refiere, "suelen compaginar con el trabajo habitual que tienen ante la dificultad de vivir únicamente de escribir". Compés afirmó que "lo habitual es que este tipo de autores se den de alta en el RETA". La recomendación que hizo al respecto es "buscar asesoramiento", ya que no es infrecuente que los autores consulten con sus gestores, y partir de ahí se den de alta.
