A pesar de ser una de las actividades permitidas

Los estancos también están perdiendo dinero durante el Estado de Alarma

La venta de tabaco está incluida entre las actividades consideradas "esenciales" durante el Estado de Alarma. Sin embargo, como muchos otros pequeños negocios regentados por autónomos, permanecer abiertos y ser "de primera necesidad" no les está librando de tener pérdidas de hasta el 70% de sus ingresos.

Estanco del Burgo
Los estancos también están perdiendo dinero durante el Estado de Alarma

Los estancos son uno de los pocos establecimientos, junto con supermercados y farmacias, a los que el Gobierno ha permitido abrir durante el Estado de Alarma, por considerar su actividad como esencial y de primera necesidad. Esta decisión, que ha sido criticada por buena parte de la población, en un principio, fue muy bien recibida por el sector. De hecho, desde la Unión de Asociaciones de Estanqueros de España agradecieron al Ejecutivo que haya puesto en valor la condición del estanco como servicio público para tratar de “aliviar la situación de estrés que pueda causar en los fumadores el confinamiento”. 

Los estanqueros, un sector que está compuesto casi en su totalidad por autónomos, tienen claro que “si una persona adicta al tabaco tiene que pasar este confinamiento sin nicotina, sería una situación insostenible”. Además, señalaron que otra razón por la que el Gobierno ha decidido que pueden continuar trabajando, es que el 82% de lo que genera la venta de tabaco son impuestos, por lo que aseguran que “los estancos somos la fuente directa de ingresos para el Estado, y en estos tiempos casi la única”.

Los estancos de pueblos y centros de ciudades son los más afectados

La crisis del coronavirus ha hecho que la mayoría de los negocios experimenten un notable descenso de sus ingresos. Una caída que también se ha producido en el sector de los estancos que, a pesar de continuar abiertos durante el Estado de Alarma, han experimentado un descenso en su actividad. Estas pérdidas pueden ser mayores o menores en función de la ubicación en la que se encuentre situado el establecimiento y el horario que los dueños hayan decido adoptar durante esta crisis sanitaria.

Todos los estancos de España dependen directamente de las regulaciones del Comisionado para el Mercado de Tabacos. Entidad que, según los estanqueros, dejó a libre elección de los autónomos los horarios de apertura de sus locales. “Nosotros decidimos mantener el mismo horario de mañana y tarde, porque si reducíamos las horas de apertura pensábamos que se iba a concentrar más gente y al final sería una medida contraproducente” explicó una autónoma al frente de un pequeño estanco en el madrileño barrio de Salamanca. Esta trabajadora por cuenta propia también afirmó que, en su caso, sus ingresos no sólo son los mismos que antes del confinamiento, sino que han incrementado: “la gente que compraba tabaco en bares y restaurantes del barrio, ahora, acuden al estanco. Lo que ha supuesto un aumento de clientes en nuestro mostrador”.

Según esta estanquera es en los barrios, que son las zonas residenciales de las ciudades, dónde se están produciendo las mayores ventas de tabaco, "porque si los vecinos tienen que comprar tabaco, lo hacen en el estanco que se encuentra en la zona en la que viven y es justamente en los barrios donde más gente vive”.

La cosa cambia en los centros y zonas rurales. Jorge Carballal, presidente de la Asociación de Estanqueros de León y propietario de un estanco situado en el centro de la ciudad está viviendo una situación completamente diferente. Ahora vende “una cuarta parte de lo que vendía en un día normal antes del Estado de Alarma”. La razón de la caída de sus ingresos está en la pérdida de turistas, pues el Estado de Alarma se ha llevado consigo no sólo la actividad comercial, sino también el turismo; que es otra de las grandes fuentes de ingresos de los establecimientos de venta de tabaco ubicados en las zonas más visitadas de las ciudades. "El centro de la ciudad está completamente vacío” lamentó este autónomo.

La crisis del COVID-19 también está afectando de una manera particular a los estancos ubicados en los pueblos. Éstos son los que peor parte de la crisis se han llevado y han sufrido un importante descenso en sus ventas, ya que tienen muchos clientes de “segundo canal”. Es decir, parte de su caja habitual dependía de los bares y restaurantes que se encuentran actualmente cerrados: "tienen suspendida la actividad. Así que hemos perdido esas ventas de la noche a la mañana” señaló un matrimonio al frente de un pequeño estanco rural. Esta importante pérdida de fuente de ingresos, sumada al hecho de que en los pueblos vive menos gente, reduce la actividad y por consecuencia los ingresos, en algunos casos, hasta el 70%. 

Hace años que no se puede vivir sólo del tabaco

La crisis sanitaria ha sido la puntilla para un sector, el del tabaco, que lleva años de capa caída. Hace una década, en un estanco se vendía exclusivamente tabaco. Sin embargo y debido al notable descenso que ha experimentado su consumo y el auge del contrabando, los estanqueros se han visto obligados a reinventarse y redireccionar su negocio hacia otras vías de ingresos.

"Fumar no es un hábito saludable, y se han hecho importantes campañas contra la nicotina que, sumado a la Ley antitabaco de 2011, han provocado una importante bajada en las ventas” explicó la estanquera del barrio de Salamanca. De hecho, según aseguró, “hace años que dejó de ser posible vivir exclusivamente del tabaco”.

Los estancos solicitaron una redirección de sus negocios a través de la modificación de un Real Decreto en 2014, ante una bajada del 50% en la venta nacional de tabaco. Desde entonces, el Comisionado para el Mercado de Tabacos ha ampliado la licencia a los estanqueros para que puedan vender otros productos que les permitan alcanzar los ingresos necesarios para llegar a fin de mes.

Los estanqueros se ven, en muchos casos, obligados a vender todo lo que les permita el comisionado para ofrecer otros servicios a la ciudadanía y generar así más fuentes de ingresos.“Nosotros tenemos loterías, primitivas y también somos punto de recogida de una empresa de transportes”señaló otro estanquero de la capital. 

Metacrilato para proteger del COVID-19 a los estanqueros

Dada la crisis sanitaria que se está viviendo en el país, son muchos los negocios y empresas que están tomando medidas de precaución para evitar que los contagios en la población aumenten. Además, la compañía tabaquera líder del mercado español, Philip Morris, ha ofrecido a todos los establecimientos de España pantallas de metacrilato gratuitas con las que proteger su seguridad y la de sus clientes.

Los estancos también se han sumado a estas medidas de prevención de riesgos: “trabajamos con guantes y mascarilla, y hemos colocado una pantalla de metacrilato en el punto de cobro”, explicó una propietaria.  Según contaron desde el sector, desinfectan varias veces a lo largo de la jornada con agua y lejía todas las superficies.

En cuanto a los clientes, se ha adoptado la conocida medida del metro y medio de distancia: “sólo pueden entrar de uno en uno, y el resto tiene que esperar en la puerta guardando un metro y medio de seguridad con el cliente que tenga delante”. Algunos de ellos también han dispuesto sus locales con máquinas de ozono que limpian el aire de sus establecimientos.