Y sigue sin aprobarse un régimen que las sancione

Mientras que los autónomos pagan sus facturas antes de 60 días las grandes empresas tardan más de 90 días

Según un estudio de Informa, los pequeños negocios se esfuerzan por pagar sus facturas en el plazo que marca la ley, mientras que las grandes empresas se demoran sin que nadie las penalice.

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Mientras que los autónomos pagan sus facturas antes de 60 días las grandes empresas tardan más de 90 días

La crisis de combustibles, la presión inflacionista y el conflicto de Ucrania han generado una incertidumbre económica que ha elevado aún más la morosidad empresarial. Así, lo constata un estudio de Informa, compañía especializada en el suministro de información comercial, financiera, sectorial y de marketing, que desvela que durante el primer trimestre de 2022 el Periodo Medio de Pago (PMP) entre empresas fue de 96,99 días, la cifra más alta desde el tercer trimestre de 2013. En este difícil contexto económico, los autónomos y pequeños negocios destacan por ser más puntuales que la mediana y gran empresa a la hora de cumplir con sus obligaciones mercantiles. Es decir, mientras que los autónomos se esfuerzan por cumplir la Ley de Morosidad (que establece 60 días para el pago de una factura), las medianas y grandes empresas continúan saltándosela sin que exista un régimen que las sancione.

En el Estudio sobre Comportamientos de Pago de las Empresas Españolas referente a los primeros tres meses del año, se analizan lo que han tardado de media las empresas, de diferentes tamaños, en abonar sus pagos a proveedores. Un análisis en el que los trabajadores por cuenta propia y pequeños negocios (de hasta diez empleados) destacan por haber sido los más puntuales. “Más de la mitad de las microempresas pagaron puntualmente en el primer trimestre de 2022, concretamente en el 50,36 % de los casos” recoge el estudio. A éstos, se le une también la pequeña empresa, de entre diez y 49 trabajadores, que abonaron sus facturas puntualmente en el 42,85% de los casos.

El alto grado de cumplimiento que están teniendo en estos momentos tan difíciles los negocios más pequeños del tejido productivo, contrasta con la baja puntualidad del resto de actores, dado que sólo el 27,27% de las pymes fue puntual durante el primer trimestre de 2022. Porcentaje que es aún más inferior en la gran empresa, que abonó las facturas en el plazo previsto sólo en el 13,28% de las ocasiones.

De hecho, como se puede apreciar en los datos publicados recientemente por la compañía Informa, la mediana y la gran empresa son las dos modalidades empresariales que mayoritariamente suelen dilatarse para efectuar sus facturas. Rozando de esta manera en muchos casos el limite de la legalidad, ya que la Ley de Morosidad establece un plazo máximo de 30 días para que se abonen las facturas (o, como máximo, 60 días en el caso de ser entidades privadas y llegar a un acuerdo)

Según recoge el informe, el 66,37% de las pymes y de 79,58% de las grandes compañías tardaron hasta 30 días en pagar sus facturas. Mientras que sólo el 38,81% de los autónomos y microempresas dejó pasar 30 días para realizar el pago a sus proveedores.

La dualidad en el comportamiento de los pequeños negocios

En el documento se observa una dualidad en el comportamiento de los autónomos a la hora de hacer frente al pago de sus facturas. Así, se demuestra que hay una amplia mayoría de trabajadores por cuenta propia y microempresas en el tejido productivo que pudieron cumplir con sus compromisos con proveedores y abonarles a tiempo las facturas. En el lado contrario, hay un porcentaje de trabajadores por cuenta propia que se retrasaron más de 120 días en pagar a sus proveedores.

Según el informe, aunque las micro-empresas son las más puntuales a la hora de abonar sus facturas, “son también el tipo de empresa que registra la mayor tasa de pagos a más de 120 días (3,97 %)”. Se trata de una cifra que deja ver las dificultades económicas en las que se encuentran aún muchos pequeños negocios, que no pueden hacer frente al pago de sus facturas por la falta de liquidez. Su comportamiento sorprende especialmente porque tradicionalmente han sido la modalidad empresarial que mejor ha pagado en tiempo sus facturas pendientes.  

  • Hay más de 1.992 millones de euros pendientes de cobro

Independiente de ello, la mora empresarial está teniendo un coste importante para el mercado, ya que está impidiendo cobrar a tiempo el dinero por un trabajo o un servicio realizado. Lo que puede llegar a generar graves dificultades de liquidez en muchas actividades.

En concreto, el documento elaborado por Informa cuantifica que la mora tiene un coste derivado de más de 1.992 millones de euros pendientes de cobro.

Los diez sectores con más morosidad actualmente

La tardanza en el pago de los diferentes sectores de actividad es otro de los factores que se analiza en el Estudio sobre Comportamientos de Pago de las Empresas Españolas. De tal forma, que se puede llegar a determinar aquellos sectores en los que hay más predominancia a sufrir retrasos en el cobro de facturas o, como ellos denominan las actividad dónde el Retraso Medio de Pago (RMP) es más largo, que se contabiliza una vez transcurridos los 60 días oficiales.

Así, la hostelería encabeza el ranking del RMP más largo durante el primer trimestre de 2022 con 26,51 días de retraso. Le sigue la Administración pública con 26,3 días y otros servicios con 21,37 días.

En cuarto lugar está energía con 17,77 días y la intermediación financiera con 17,41 días de espera. Le siguen construcción y actividad inmobiliarias, y transportes, con 16,61 y 16,59 días respectivamente. En octavo lugar se encuentra agricultura con 17,19 días, servicios empresariales con 16,07 días y por último. en décimo lugar, sanidad con 15,91 días de media.

“Por otro lado, los sectores con los RMP más cortos son Industrias extractivas (10,73 días) e Industria (11,30 días)” apunta el documento.

Más de tres meses para cobrar una factura

A pesar de que buena parte de los sectores de actividad pagan sus facturas dentro de los plazos que establece la Ley de morosidad, lo cierto es que la media de retraso es muy alta y se situó durante el primer trimestre de 2022 en 96,99 días. Éstos son 2,87 días más que el año pasado durante el mismo periodo y 0,51 días más que en el cuarto trimestre de 2021, como recogen desde Informa.

Se trata de una espera de más de tres meses por el cobro de una factura que lleva a muchos negocios al límite. La Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA) siempre ha denunciado que uno de cada cuatro negocios en España sufre por morosidad, incidencia que mantiene actualmente.